Las amenazas del presidente municipal de Cunduacán al diario Ultimátum, hacen evidente que es manipulado por terceras personas, inclusive, ajenas al ayuntamiento; los súper asesores son Mario Rafael Llergo Latournierie, José Juan Cruz Cadena, Adrián Hernández Balboa y Jesús Alí de la Torre.
Alberto Savala/Ultimátum
CUNDUACÁN
Aún y cuando lo considera una pérdida de tiempo que podría darle “un dinerito”, las amenazas del alcalde de Cunduacán, Jesús Abraham Cano González, al Diario Ultimátum, son la exhibición del nivel de manipulación que su familia y sus “asesores” mantienen sobre él y que ha convertido a su gobierno en una permanente batalla campal de funcionarios.
La intervención de su madre, su primo y de sus súper asesores Mario Rafael Llergo Latournierie, José Juan Cruz Cadena, Adrián Hernández Balboa y Jesús Alí de la Torre, son la causa que, a siete meses de haber asumido la primera regiduría de Cunduacán, se haya peleado con todos los que le ayudaron a ganar, revelaron ayer funcionarios de su administración.
“Esta tan mal influenciado que ahora quiere ser gobernador, pese a que traicionó a todos sus promotores del voto, a los que no les cumplió e incluso ni la cara les quiere dar”, expresaron molestos.
Revelaron que un ejemplo de ello es la permanencia de Juan Moisés Arias Blé en la Dirección de Programación, pese a que sus regidores le han exigido por escrito la destitución inmediata de éste, por diversos motivos políticos y legales.
Los funcionarios, quienes por lógica razón pidieron el anonimato, señalaron que en sus arranques de soberbia hasta se atrevió a maltratar a la segunda regidora, a quien ha marginado completamente.
Los integrantes del gabinete indicaron que actualmente el edil es un hombre solo, que únicamente escucha al enviado de Jesús Alí, José Rubén Fernández, y demás súper asesores, quienes lo tienen engatusado de que puede ser mandatario estatal.
Destacaron que actualmente existe un divisionismo interno en el gobierno municipal, que a la postre le causará problemas, pues hay muchos que se están enriqueciendo y ni siquiera son del municipio. “Solo llegan, cobran muy bien y se van”.
Los molestos integrantes del gabinete llamaron al Congreso del Estado que intervenga y revise la situación municipal, donde definitivamente el edil los ha engañado a todos.