Eugenio Hernández Sasso
Si alguien sabe pelear por sus derechos son los tabasqueños, aprendieron muy bien y tuvieron un extraordinario mentor: Andrés Manuel López Obrador.
Resulta contradictorio que en el estado donde nació el “Peregrino por la democracia”, aquel que organizaba caminatas desde Tabasco hasta la Ciudad de México para exigir respeto a los derechos de la gente, ahora se les quiera imponer delegados municipales sin oportunidad de que el pueblo los elija libremente.
Esa es la ley que dejó el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández. Esa es la nueva norma que se aplica y que, dicho sea de paso, se hace valer desde la oscuridad, porque para dar posesión a los nuevos representantes comunitarios la mayoría de los alcaldes se han tenido qué esconder y hacer públicos sus nombramientos a través de comunicados.
Así pasó en los municipios de Centro, Cárdenas, Tacotalpa, Jalpa de Méndez, Paraíso, Cunduacán, Comalcalco y Nacajuca, entre otros, donde los paisanos del presidente se han revelado contra tales imposiciones y amenazan con recrudecer sus protestas.
Por ejemplo, en la capital del estado que gobierna Yolanda Osuna Huerta los chontales de Tamulté de las Sabanas ya amenazaron con linchar a los nuevos delegados si no les permiten elegir a sus representantes mediante el método de usos y costumbres: con pizarrón y mano alzada.
Lo peor de este caso es que los indígenas sí cumplen su palabra, no son como los políticos que prometen y luego hacen otra cosa. Entonces, por la testarudez de la alcaldesa Osuna y la irresponsabilidad del gobernador Carlos Manuel Merino, que no escuchan el clamor del pueblo, no vaya a ser que en los próximos días los medios de comunicación den cuenta de lamentables hechos en donde se pierdan vidas humanas.
La advertencia ahí está. El linchamiento está en puerta. El pueblo está harto de tantos abusos de Morena y sus gobernantes en menos de cuatro años. Cómo es posible que en el lugar donde nació el movimiento democrático en 1988, el cual llevó a la presunta izquierda a la presidencia de la república en 2018, sean objeto de leyes autoritarias. Es inadmisible.
Entonces, si los gobernantes de ahora han enloquecido de poder, el pueblo con toda seguridad se encargará de volverlos a la realidad y hacerlos que pongan los pies en la tierra.
Ojalá y no se llegue al extremo, ojalá y pronto la Suprema Corte de Justicia de la Nación falle razonablemente a favor del pueblo y se corrija esa abusiva ley que viola el derecho a votar y ser votado. Es por el bien de todos.
¿Qué pasaría si en los próximos días las protestas suben de tono y se generalizan en todo el estado? ¿Qué pasaría si como lo ha advertido la diputada del Movimiento Ciudadano Casilda Ruiz Agustín esto se convierte en un estallido social? ¿El gobierno de Carlos Merino le aplicará la otra norma llamada “Ley Garrote” al pueblo? No creo que sea lo más sabio. ¿Para qué despertar al tigre? Es mejor reconocer el error y enmendarlo.
Sassón
En el PRI las traiciones están a la orden del día, lo malo es que quienes lo hacen son aquellos que han insistido en que les den oportunidad de ocupar cargos de elección popular y cuando las tienen en sus manos se entregan al mejor postor. Así pasó con la diputada súper plurinominal Katia Ornelas Gil, y ahora, en el peor momento, con la regidora plurinominal Tila Hernández Javier, quien avaló la “Ley Dedazo”.