Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com
La frase poder detrás del trono se refiere a una persona o grupo que de manera informal ejerce el poder real de un cargo público de alto rango, como un jefe de estado (presidente de México, para el caso que nos ocupa la entrega de este día). En política, generalmente se refiere a un familiar, ayudante o subordinado nominal de un líder político (a menudo conocido como figura ceremonial) que se desempeña como líder de facto, estableciendo políticas a través de poseer gran influencia y/o manipulación hábil.
La fuente consultada, nos indica que el concepto original de un poder detrás del trono era una figura medieval de discurso que se refería al hecho de que las políticas del monarca podían ser establecidas por un consejero que no estaba sentado en el trono pero que estaba detrás de él, tal vez susurrando al oído del monarca fuera de la vista común. (WP)
A menudo en los cafés, corrillos, círculos políticos, económicos, académicos, empresariales, intelectuales y sociales de México y, por supuesto de Tabasco, se ha formulado la siguiente interrogante; ¿Existe la posibilidad de que al termino constitucional de su mandato como presidente (2024), Andrés Manuel López Obrador, intente reelegirse, utilizando el poder de las fueras armadas, tal a como lo han hecho Nicolás maduro, Daniel Ortega o Evo Morales?
Veamos en términos reales y desde diferentes ópticas; de entrada, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (La Carta Magna de México), no contempla un escenario como ese; ¿qué quiere decir esto?, que, a fuerzas en el 2024, habrá un proceso electoral para un próximo periodo constitucional presidencial, donde Andrés Manuel López Obrador, está impedido a participar.
Por lo que, lo que se comenta, que en base al apoyo que pudiera tener de las fuerzas armadas, pudiera aprovecharlo para reelegirse como presidente de México, técnica, social y políticamente, sería un “Golpe de Estado”, para que el oriundo de Tepetitán, derrocara al que gane las próximas elecciones y eso es muy complicado; ya que, entraría México a un “Estado de Excepción”, que es un escenario que nadie ve y mucho menos desea.
¿Qué es un Estado de Excepción?, en derecho constitucional, es un régimen de excepción que puede declarar el Gobierno de un país en situaciones especiales. Este concepto de teoría política fue acuñado por el jurista alemán Carl Schmitt, constituido como la situación extrema del Estado (País, Nación), en la cual el presidente ejerce su facultad de determinar al enemigo público, trascendiendo, si es necesario, el estado de sitio con el fin de proteger el bien público.
En otras palabras y para reforzar la comprensión de lo antes expuesto; Los estados de excepción son medidas extraordinarias que se toman durante periodos de disturbio o de zozobra a juicio de un Gobierno; que para el caso que estamos viendo, seria para el gobierno mexicano.
De acuerdo a politólogos y académicos consultados por quien escribe para usted, la reelección que buscaría Andrés Manuel López Obrador, sería una reelección figurada; es decir, lo que pretendería el todavía presidente tabasqueño, es imponer a su sucesor; vaya, a un títere, al que él pueda manejar a su antojo y voluntad.
Lo antes escrito, dijéramos, suena lógico y natural, dado que López Obrador, pertenece y es egresado de la vieja escuela priista; por lo que seria acorde a sus intereses, mejor imponer a su candidato y hacerlo ganar a costa de lo que sea y/o de lo que fuere.
Punto muy importante que no podemos dejar de ver y mucho menos olvidar, es el de la edad de Andrés Manuel y que, a pesar de darle grandes prebendas a las fuerzas armadas, al interior de ellas, hay descontento, sobre todo en personal de tropa que ha sido humillado, en diferentes escenarios, bien sabidos por la sociedad mexicana.
De la misma manera, no podemos ni debemos perder de vista que la inmensa mayoría de la población de nuestro país, es de pensamiento anti reeleccionista; muy importante, este otro dato que significa muchísimo, al interior de su partido, en este caso Morena, las corrientes y grupos de Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard Casaubón, y algunos gobernadores morenistas, no comulgan con esa idea (el de la reelección).
Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com
La frase poder detrás del trono se refiere a una persona o grupo que de manera informal ejerce el poder real de un cargo público de alto rango, como un jefe de estado (presidente de México, para el caso que nos ocupa la entrega de este día). En política, generalmente se refiere a un familiar, ayudante o subordinado nominal de un líder político (a menudo conocido como figura ceremonial) que se desempeña como líder de facto, estableciendo políticas a través de poseer gran influencia y/o manipulación hábil.
La fuente consultada, nos indica que el concepto original de un poder detrás del trono era una figura medieval de discurso que se refería al hecho de que las políticas del monarca podían ser establecidas por un consejero que no estaba sentado en el trono pero que estaba detrás de él, tal vez susurrando al oído del monarca fuera de la vista común. (WP)
A menudo en los cafés, corrillos, círculos políticos, económicos, académicos, empresariales, intelectuales y sociales de México y, por supuesto de Tabasco, se ha formulado la siguiente interrogante; ¿Existe la posibilidad de que al termino constitucional de su mandato como presidente (2024), Andrés Manuel López Obrador, intente reelegirse, utilizando el poder de las fueras armadas, tal a como lo han hecho Nicolás maduro, Daniel Ortega o Evo Morales?
Veamos en términos reales y desde diferentes ópticas; de entrada, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (La Carta Magna de México), no contempla un escenario como ese; ¿qué quiere decir esto?, que, a fuerzas en el 2024, habrá un proceso electoral para un próximo periodo constitucional presidencial, donde Andrés Manuel López Obrador, está impedido a participar.
Por lo que, lo que se comenta, que en base al apoyo que pudiera tener de las fuerzas armadas, pudiera aprovecharlo para reelegirse como presidente de México, técnica, social y políticamente, sería un “Golpe de Estado”, para que el oriundo de Tepetitán, derrocara al que gane las próximas elecciones y eso es muy complicado; ya que, entraría México a un “Estado de Excepción”, que es un escenario que nadie ve y mucho menos desea.
¿Qué es un Estado de Excepción?, en derecho constitucional, es un régimen de excepción que puede declarar el Gobierno de un país en situaciones especiales. Este concepto de teoría política fue acuñado por el jurista alemán Carl Schmitt, constituido como la situación extrema del Estado (País, Nación), en la cual el presidente ejerce su facultad de determinar al enemigo público, trascendiendo, si es necesario, el estado de sitio con el fin de proteger el bien público.
En otras palabras y para reforzar la comprensión de lo antes expuesto; Los estados de excepción son medidas extraordinarias que se toman durante periodos de disturbio o de zozobra a juicio de un Gobierno; que para el caso que estamos viendo, seria para el gobierno mexicano.
De acuerdo a politólogos y académicos consultados por quien escribe para usted, la reelección que buscaría Andrés Manuel López Obrador, sería una reelección figurada; es decir, lo que pretendería el todavía presidente tabasqueño, es imponer a su sucesor; vaya, a un títere, al que él pueda manejar a su antojo y voluntad.
Lo antes escrito, dijéramos, suena lógico y natural, dado que López Obrador, pertenece y es egresado de la vieja escuela priista; por lo que seria acorde a sus intereses, mejor imponer a su candidato y hacerlo ganar a costa de lo que sea y/o de lo que fuere.
Punto muy importante que no podemos dejar de ver y mucho menos olvidar, es el de la edad de Andrés Manuel y que, a pesar de darle grandes prebendas a las fuerzas armadas, al interior de ellas, hay descontento, sobre todo en personal de tropa que ha sido humillado, en diferentes escenarios, bien sabidos por la sociedad mexicana.
De la misma manera, no podemos ni debemos perder de vista que la inmensa mayoría de la población de nuestro país, es de pensamiento anti reeleccionista; muy importante, este otro dato que significa muchísimo, al interior de su partido, en este caso Morena, las corrientes y grupos de Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard Casaubón, y algunos gobernadores morenistas, no comulgan con esa idea (el de la reelección).