René Alberto López
En mi entrega de ayer recordé una columna publicada el 21 de octubre del año pasado, y a raíz de ello varios lectores me escribieron para pedirme que sería interesante que la volviera a publicar. De este modo, hoy les envío esta columna recalentada. Va íntegra:
Tabasco: Cambio fallido
“A estas alturas del sexenio ya podemos comenzar a hablar de otro cambio fallido en Tabasco.
“No es el gobierno al que aspiraban los miles que acudieron a votar en el 2018. Algunos ingenuos dirán, “pero ganaron en el 2021”. Claro. Es correcto, pero lo hicieron con el mismo modelo con el que el PRI triunfaba electoralmente, y ese era uno de los cambios que urgían. Fortalecer la democracia, al menos en el lugar que alguna vez fue llamado “laboratorio de la revolución”. Pero se fracasó, quedó marcado por la inmundicia electoral.
“Y ahí están las cifras oficiales. El gobierno federal, con el tema de las inundaciones que le cayó como anillo al dedo, invirtió 10 mil millones de pesos, más de 3 mil millones de ellos para entregar 10 mil pesos a la mano y repartir la ayuda con la distribución de enseres y aparatos eléctricos.
“Ha sido la elección más cara en la historia de Tabasco, incluso se usó más dinero que en la elección de Roberto Madrazo en 1994, que utilizó 70 millones de dólares, según acusación del PRD de entonces.
“La diferencia es que los priístas lo manejaron subrepticiamente, en tanto que al gobierno emanado de Morena, se le acomodó el tema de las inundaciones en el momento exacto, previo a los comicios de 2021. La pregunta es, ¿les alcanzará el dinero para el 2024?
“Pero la mancha, el sello sobre sus lomos quedó para la posteridad, los de 4T emplean la misma táctica de destinar dinero del gobierno para ganar elecciones. Baste con que el lector se haga estas dos preguntas:
“¿Por qué en el pasado 2001 y 2006 si ganaron holgadamente las elecciones los priístas Manuel Andrade y Andrés Granier?, y esta otra: ¿Por qué Adán Augusto perdió ante Florizel Medina la alcaldía del municipio de Centro?
“Las respuestas son sencillas, en el 2001 y en el 2006 el PRI estaba en el poder y los gobernantes del partido en el gobierno contaban con el dinero suficiente para el manejo del proceso electoral.
“Adán Augusto perdió entonces con Medina Pereznieto (2004-2006) porque era opositor en un partido raquítico de dinero, pero ahora lo alcanzó la fortuna al ser el candidato de la presidencia, así de fácil.
“Y bien, tuve la intención de titular esta entrega con el nombre de “Los desmemoriados”, porque precisamente de ello adolecen no pocos habitantes de esta zona del sureste.
“Un pueblo sin memoria está destinado a continuar padeciendo injusticias de los gobiernos en turno, y de los actos inmorales de los políticos en el poder.
“Ahora bien, si recordamos la lucha política que se gestó en Tabasco a finales del siglo pasado e inicio de este, a título del PRD, pero a la cabeza de ella López Obrador, las preguntas obligadas serían:
“¿Se logró el objetivo de cambio del estado de cosas que añoraban los tabasqueños?, ¿está mejor el estado de Tabasco?, ¿por fin hay justicia en esta entidad y se terminó la impunidad, la marginación y los privilegios?
“¿El gabinete del gobierno de Tabasco está conformado por los más capaces, como recomendaba Juárez? ¿Fue fructífera o resultó inútil para el estado de Tabasco la lucha que se dio en las calles y carreteras con los bloqueos, mítines, así como padecer con militantes y campesinos encarcelados?
“Y es que algunos políticos cuando por fin son gobierno pierden la memoria o fingen haberla extraviado por convenir a sus propósitos, y un caso ejemplar de esta clase de especímenes lo padecemos hoy en el estado de Tabasco.
“Pero sería fatal que el pueblo pierda la total memoria y no sea capaz de registrar lo que está pasando en su entorno. Porque lo que hoy están en el gobierno se asumen con aires de ínfulas porque según ellos, llegaron al gobierno del estado por sus propios méritos.
“Esto es, dicen en corto que no necesitaron de nadie, que están el poder por sus estrategias, que no necesitaron ni del dinero de los empresarios, ni del voto campesino ni de la prensa. Ellos construyeron solos el camino, dicen. Como diría un primo: “Ya me engañaste”.
“Bien. Pero la realidad es que la administración estatal iniciada por Adán Augusto López, quien le dejó la estafeta a su amigo Carlos Manuel Merino, sigue el sendero espinoso de asestarle cachetadas traidoras a quienes confiaron en el gobierno de un supuesto cambio con la 4T.
“Hoy no son pocos los tabasqueños desencantados con los políticos que regentean el gobierno del estado, debido a que sus acciones están encaminadas en beneficio de los poderes fácticos y de sus amigos, tal y como se hacía en el viejo PRI.
“Todo esto que está usted leyendo hoy, es parte de una historia que más temprano que tarde tendrá en sus manos documentada y a la vez ampliada, pero quiero cerrar esta entrega con esta pregunta amplia:
“¿Si Adán Augusto en campaña hubiese anunciado que el nuñista José Antonio de la Vega Asmitia estaría en primera fila en su gabinete, que la grandes obras del gobierno se las entregaría a su compadre Manuel Santandreu, que Oscar Cantón Zetina sería diputado federal y andaría desatado en campaña a destiempo, y que Merino nombraría al recalcitrante priísta Juan Carlos Castillejos vocero del gobierno de Tabasco, habría sacado la misma cantidad de votos?”
Ahí se las dejo.