RENÉ ALBERTO LÓPEZ
II Y ÚLTIMA PARTE
Hipocresía. Ahora resulta que los de Morena salen a desagarrarse la vestidura en una supuesta defensa de la prensa en México, cuando son sus gobiernos los que traen, desde que llegaron al poder, una política de repudio a los periodistas.
¿Quieren pruebas contundentes? En Tabasco el gobernador con licencia y hoy secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, una de sus primeras acciones de gobierno fue desaparecer la Coordinación de Comunicación Social y en su lugar fundo una unidad de comunicación, arrinconado en un cuchitril, y, decidió no realizar convenios de publicidad con los medios de comunicación.
Solo la estación XEVT, donde se realiza el programa Telereportaje, el preferido del régimen, es el medio beneficiado, y en el gremio se sabe ampliamente que hay otros tres diarios a los que les pagan pero “a la mano”, porque don Adán ordenó “nada de contratos con la prensa, son las órdenes del Presidente”. ¿Y la transparencia?
Hasta donde se sabe en el gremio, la orden, al estilo caciquil del siglo pasado, la extendió a los alcaldes. Por cierto, nada de que presumir ni de apertura con los medios tiene la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, la “descubridora” de los audios del dirigente nacional del PRI, pues en ese estado se sigue la misma estrategia de don Adán Augusto. No firmó convenio con diarios ni televisoras ni estaciones de radio y anda de las greñas con la prensa campechana. Esto es, traen la consigna de “matar de hambre a la prensa”, pero… se equivocan pues esta sobrevivirá por los siglos de los siglos.
Por fortuna, no todo está podrido en Morena, hay políticos que valoran a la prensa y a la libertad de expresión, como es el caso del gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, que está utilizando el presupuesto de comunicación para lo que es, dar a conocer sus obras de gobierno, como debe ser.
Otros políticos de Morena respetuoso con la prensa y que valoran su trabajo son el senador Ricardo Monreal, el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, la Secretaría de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez (ella es periodista de profesión y excelente reportera durante el tiempo que ejerció su trabajo).
En Tabasco, por fortuna también hay morenistas que valoran la labor de la prensa, y podemos citar en ese bloque a la senadora Mónica Fernández Balboa, Raúl Ojeda Zubieta, César Burelo, Fernando Mayans, Oscar Cantón Zetina, Jaime Lastra Bastar, Evaristo Hernández, y varios de los actuales alcaldes, entre otros.
Ellos no sudan calenturas ajenas, y, además saben bien a bien que don Adán Augusto y el presidente López Obrador, ya cumplieron sus sueños, ya llegaron a donde querían en su carrera política. Después de 2024, serán historia, pero los citados aún tienen vida en la política y mucho trecho que recorrer.
Ahora bien, vale espiar la situación de la prensa en los tiempos del PRI y compararlos con los de Morena. Vamos a hablar de Tabasco porque es el tema del que tenemos información de primeras mano.
Cuando el PRI era gobierno en tierras del Edén, aun a los críticos del régimen (hablo con conocimiento de causa), eran invitados a las conferencia de prensa que daba el gobierno de Tabasco y los ayuntamientos, se le avisaba de las giras de los funcionarios, por supuesto, había convenios de publicidad con los medios (al menos con la mayoría), también mostraban sus buenos oficios a la prensa festejando el Día de la Libertad de Expresión, a la que asistía el gobernador (los periodistas que no estaban de acuerdo con esa celebración, aunque eran invitados no iban).
En las giras de los presidentes de México, las oficinas de prensa del gobierno de Tabasco entregaban una lista de los reporteros al Estado Mayor Presidencial, para que la prensa local tuviera acceso a esos eventos.
A los informes de los gobernadores eran invitados, además de los directores de los medios, los reporteros de la fuente y los corresponsales de diarios nacionales. Se instalaba una sala de prensa en un hotel de la ciudad para facilitar el trabajo de los periodistas en donde se les proveía de todos los comunicados que se habían generado en el informe y el servicio de teléfono.
Además, aunque algunos quizá piensen que es “pecata minuta”, en los días de cumpleaños de los reporteros que cubrían las fuentes del gobierno, les llegaba a casa una tarjeta de felicitación firmada por el gobernador. A veces personalmente recibían las llamadas del mandatario.
Pues todo eso se acabó en el gobierno de Morena. Vivimos tiempos en el que a los funcionarios del gobierno de Tabasco, encabezados por el interino Carlos Manuel Merino les brota a borbotones la soberbia, se sienten sobrados, no son capaces de ver que el poder se acaba y, cuando terminen, habrían cosechados enemigos y el repudio del pueblo.
Hay un ex alcalde de Morena de un municipio del interior del estado y de la administración pasada (me reservo el nombre por respeto a su familia) que cuando visita los cafés de Villahermosa y, se sienta en una mesa de conocidos, apenas llega, estos disimuladamente se comienzan a parar y a marcharse. En una de esas ocasiones le pregunté a uno de los comensales: ¿Por qué se paran y lo dejan solo? La respuesta fue contundente: “Fue una reverendas mierda cuando estuvo en el ayuntamientos y ahora sí se acuerda de sus amigos. Que se vaya a la…”
Y bien, la supuesta grabación intervenida al presidente del PRI, Alejandro Morena (el dirigente tricolor asegura que son alteradas, inventadas) dio pie para que saliera Morena con una descomunal muestra de hipocresía, pues en un inmundo comunicado repudia el hecho en supuesta defensa de los periodistas, cuando son sus gobiernos los que han tratado de matar de hambre a la prensa, por órdenes del Presidente López Obrador. Las cosas como son.
Pero a la prensa incomoda no la frenara este gobierno ni miles de gobierno más. Sin prensa no hay democracia y habría una sociedad desinformada. Métanselo a la cabeza.
Ahí se las dejo.