Redacción
Mujeres vendedoras ambulantes del centro histórico de San Miguel de Allende señalaron al alcalde, Mauricio Trejo Pureco, de impedirles trabajar por dar “mala imagen” porque están “prietas”, “chaparras” y “feas”.
Los comerciantes, entre los cuales también hay hombres, explicaron que de los 17 que desde hace décadas tienen permiso para vender en el centro histórico, sólo ocho pueden trabajar, cinco fueron reubicados y a cuatro definitivamente se les impide seguir laborando.
Los vendedores Sandra Granados Guzmán, Gregoria Almanza, Norma González y Josué Fernando Cruz Almanza criticaron que este municipio de Guanajuato se haya vuelto “un pueblo sin ley”.
Dijeron, desde hace seis meses la dirección de tránsito decomisó los carritos con que vendían sus botanas –los cuales compraron como parte de un programa estatal y municipal– y se niegan a devolvérselos a pesar de que existe una resolución del Tribunal de Justicia Administrativa.
Según Sandra Granados, Trejo Pureco declaró: “Sus demandas me las paso por el arco del triunfo. A mí no me hacen nada”. Además, lo responsabilizó en caso de que ella o a su familia les pase algo.
Recordó que al inicio de su administración (2021-2024) el edil, emanado del Partido Revolucionario Institucional, los citó para advertirles que no daban buena imagen porque “a él le parecemos feas, prietas. No le gusta cómo nos vemos en el jardín y no le gusta lo que vendemos.
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