Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com
Entremos en el túnel del tiempo: En la década de los años 80 un programa de comedia, transmitido por Televisa, donde los personajes se convertían en una crítica a la sociedad mexicana de entonces se convirtió pronto en una leyenda. Se trataba de ¿Qué nos pasa?, la emisión en donde, el actor y comediante, Héctor Suárez, terminó de consagrar una carrera que había iniciado en los años 60.
Héctor Suárez, mostró su talento como comediante y su capacidad crítica; algunos de los personajes de aquella emisión aún hoy siguen siendo recordados, sobre todo a raíz del deceso del actor. Entre las secciones del programa se encontraban personajes como: “El no hay”, “El Picudo”, “Doña Zoila”, “El Flanagan”, “El Lic. Buitrón”, “El ‘tá difícil”, “El Destroyer”; entre otros personajes de crítica social, donde la pregunta final que se le hacía al público es “¿Qué nos pasa?”.
Precisamente y para efectos de esta entrega, haremos alusión a uno de estos personajes, “el No Hay”; un sujeto llamado Ciriaco, que mostraba una total desidia al realizar un trabajo encomendado o atender a su clientela; un hombre apático e indiferente, ante cualquier situación; aclarando que cualquier semejanza con el actual gobierno tabasqueño de la Cuarta Transformación (4T), es simple coincidencia, pero nos ayuda a entender y explicar el tema que hoy nos ocupa; los subejercicios presupuestales.
El Gobierno de Tabasco dejó sin ejercer cerca de 2 mil millones de pesos, durante el primer trimestre del presente año (2022), en los rubros de Salud (598 MDP), Educación (710 MDP) y Obras Públicas (SOTOP, con 257 MDP); de acuerdo a la información oficial, contenida y hecha oficial en el informe trimestral de las finanzas públicas del estado, realizado por la Secretaría de Finanzas, presentado el pasado 20 de mayo ante el Congreso del estado por Said Mena Oropeza, titular de la institución.
Cabe decir, que todos estos recursos financieros (dinero), no se usaron a pesar de haber sido debidamente programados y de las necesidades de los tabasqueños y del propio desarrollo de la entidad; en otras palabras, el gobierno de Carlos Manuel Merino Campos, prefirió guardar el dinero que dijeron, las dependencias mencionadas, necesitaban gastar para garantizar bienes y servicios de la población y el desarrollo del estado.
Cuando un gobierno o sus dependencias no utiliza los recursos que tenía autorizados para gastar en un ejercicio fiscal, se habla de un subejercicio del gasto público; mismo que se define como, “Las disponibilidades presupuestarias que resultan, con base en el calendario de presupuesto, sin cumplir las metas contenidas en los programas o sin contar con el compromiso formal de su ejecución”; en otras palabras, todos los recursos públicos deben ser especificados y destinados al gasto programado cada año.
El problema de los subejercicios radica en que exista la posibilidad de transferir recursos hacia otras prioridades de una administración, pues la Ley y la instancia acreditada (La secretaria de Finanzas), solo transparenta el destino de los recursos pero no los argumenta; esto es, pudo haber sido que el dinero se haya utilizado en otros rubros, pero el gobierno tabasqueño “cuatroteista”, se caracteriza por la opacidad, falta de claridad y carencia de la información para enterar a los tabasqueños.
No podemos perder de vista que, el subejercicio puede impactar de manera negativa aquellos rubros que son fundamentales para el bienestar social, tales como el de la salud, la educación, las obras e infraestructura para el desarrollo y el bienestar; en los programas destinados a reducir la pobreza y combatir la desigualdad. La existencia de un subejercicio impacta, pues, de manera importante en las personas y en las condiciones de la entidad.
Más allá de que, en base a lo que en una ocasión me decía un alto funcionario de este gobierno, de que su jefe se quejaba de que el secretario Said Mena Oropeza, “no nos soltaba, los recursos; e incluso al mismísimo gobernador Merino: eran puros no hay, no hay”, el subejercicio presupuestal esta relacionado con mala planeación, programación, proyectos y acciones oficiales.
Sin embargo, en México y por supuesto en Tabasco, más ahora en estos tiempos de la Cuarta Transformación (4T/Morena), el subejercicio del presupuesto tiene que ver directamente con un desorden administrativos y financiero; pero más específicamente, con el desvío de recursos y la corrupción.
Vaya, tan malo es que se apliquen los recursos de manera desordenada, irracional, con falta de claridad y transparencia; como que no se apliquen en tiempo y forma, tal a como se tenían programados para el beneficio de los tabasqueños y el desarrollo de Tabasco.
En La Línea de Fuego** En la parábola de los talentos del evangelio de Mateo 25,14-30 nos habla de un hombre que llamó a sus siervos y les dio conforme a sus capacidades a uno cinco talentos, a otro dos y a otro uno, el primero ganó cinco más, el segundo gano dos más y el tercero cavó un hoyo en tierra y lo escondió, a este último el amo lo castigó quitándole el talento y se lo dio al que tenía diez talentos.
En la Línea de Golpeo** En la parábola de los talentos Dios confía sus dones o talentos a los hombres con la obligación de que los desarrollen y espera una respuesta fructífera por parte de cada hombre, y que la inactividad-por miedo, exceso de preocupación o cobardía, pereza o simple omisión consciente- en hacer rendir los talentos recibidos es criticada por el propio Jesús.
Los Malosos** Hoy en día los Gobiernos y sus dependencias, que deberían actuar como el amo de los siervos, ni crean ni saben cómo descubrir el talento** El talento en las Administraciones Públicas no fructifica porque se encuentra escondido sin poder salir a la luz y muchas veces termina perdiéndose** El señor no entrega los talentos para medir o poner a prueba la capacidad de los siervos, sino para que lo multipliquen durante su ausencia.
Jaque Mate** No hay nada más inhumano que buscar el talento, pregonarlo a los cuatro vientos y dejarlo en peor condición en el que se encontraba, simplemente por no saber cómo hacerlo florar*No existe el perdón por no aprovechar todo el potencial de la mayoría de los trabajadores. No podemos permitirnos el lujo de consentir que el talento se diluya en el fondo de la tierra y que no haya nadie para rescatarlo* el que lo pueda entender, que lo entienda** hasta mañana Dios mediante.