¿Qué lugar cree Carlos Manuel Merino Campos que está gobernando? Seguramente alguno ubicado en su imaginación. No querer abrir los ojos a la grave situación que atraviesa Tabasco demuestra la incapacidad que tiene el jefe del Ejecutivo para afrontar la realidad que padecen los ciudadanos todos los días.
Descalificar las cifras del Inegi que ubican a nuestra entidad en el primer lugar de desempleo, demuestra que tenemos un gobernador de oropel que intenta construir un panorama discursivo para convencer a los tabasqueños que su presencia en el poder, es un plus y una garantía de que las cosas están bien.
Para desgracia de Merino Campos, la realidad de lo que ocurre en Tabasco está a la vista de todos: desempleo, obras retrasadas e índices delictivos al alza, de ahí que no se entienda la actitud canalla y mentirosa de alguien que debería hablarle con la verdad a los tabasqueños y aceptar la situación que prevalece.
El gobernador fue a una estación de radio el pasado miércoles y negó que haya desempleo, asegurando que Tabasco es la entidad que mayores fuentes de empleo ha generado, y todo, gracias a la refinería Olmeca de Dos Bocas, desde allí está el error de Carlos Manuel Merino, porque quizá se olvidó que fue el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador quien anunció el despido de más de 30 mil personas que laboraron en la construcción de esa factoría.
Además, el gobernador tabasqueño debe tener en cuenta que las cifras de desempleo que da a conocer el Inegi tienen la veracidad necesaria, pero un punto más, no todos los tabasqueños se dedican al ramo energético y mucho menos a la construcción. Debería darse una vuelta por el centro de la ciudad y ver cuántas personas trabajan en la informalidad y el autoempleo para darse cuenta que su percepción es errática.
Carlos Manuel Merino Campos habló de que hay obras de gran calado en Tabasco, cuando las únicas que se ven en la capital son los distribuidores viales, los cuales, por cierto, están retrasadas y sin fecha específica para ser entregada, lo que nos demuestra que simplemente los tabasqueños somos gobernados desde el discurso y los buenos deseos.
El gobernador defendió a su administración al señalar que no existió subejercicios el año pasado, sin embargo, quizá sus asesores no le avisaron o comentaron que fue la propia Secretaría de Finanzas a cargo de Said Mena Oropeza la que informó al Congreso del Estado que no habían hecho uso de varios miles de millones de pesos.
Desafortunadamente los personajes que están al frente de la administración pública no han entendido que con engaños a los ciudadanos no se les puede gobernar, precisamente están cometiendo los mismos errores que sus antecesores, aquellos que creían que el poder les sería eterno y mentían sistemáticamente. Hoy vemos a un gobernante alejado de la realidad, con un papel más que gris y que miente descaradamente a los ciudadanos, creyendo que con esa actitud sus bonos irán hacia arriba.
Merino Campos debería entender que aquí en Tabasco comenzó la historia del movimiento que gobierno al país actualmente, no vaya a ser que sea aquí en donde comience la debacle y los tabasqueños los pongan en su lugar.