El bar “La Bikina” opera fuera de horario, venden bebidas embriagantes a menores de edad y el ruido que hacen por las noches no deja dormir a los vecinos.
Miguel Ángel Buitrón/Ultimátum
CÁRDENAS
Un grupo de ciudadanos de la calle Francisco I. Madero, cansados de no poder dormir por las noches y de los pleitos que se suscitan de manera continua, llegaron a las instalaciones de Ultimátum Tabasco en Cárdenas, para denunciar los escándalos, los menores de edad que ingieren alcohol en su interior y la protección del gobierno de María Esther Zapata al Bar La Bikina.
Un grupo de ciudadanos, molestos de tanto bullicio por las noches, pleitos de borrachos y escenas denigrantes en la vía pública, decidieron denunciar y hacer el llamado a las autoridades, a la Coordinación de Normatividad y Fiscalización que en el papel encabeza Manuel Romero Mandujado, para que hagan algo con este bar.
Explicaron que en este “santuario al vicio”, se permite la entrada a menores de edad, quienes salen “hincados”, vomitándose en la vía pública y otros más “liándose” a golpes por pleitos que iniciaron en el interior, y la policía -comentaron- nunca aparece cuando se le llama y necesita.
Dijeron que no tienen nada contra el bar y sus propietarios, lo único que quieren es que en “La Bikina” regulen el ruido y a los “borrachos”, pues es de todos los días el escándalo y los pleitos, además de la “mochada”, para poder cruzar los límites de la decencia y de la ley.
Los mismos vecinos que acudieron a Ultimátum Tabasco se identificaron con el reportero y aportaron las fotografías que respaldan su denuncia, aunque la página web de “La Bikina”, que anuncia cervezas, alitas y comida, las opiniones de sus visitantes, todas son buenas.
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