Se equivoca quien piense que el reclamo de 21 fiscales de extracción republicana al presidente Joe Biden y su secretario de Estado, Anthony Blinken, para que tipifiquen a los cárteles mexicanos como terroristas quedará sin respuesta y no generará acción alguna pues, como en opinión de fuentes cercanas a la embajada norteamericana, “si bien por razones diplomáticas el asunto no será ventilado de manera pública”, tanto la Casa Blanca como aquí en Palacio deberán asumirse acciones inmediatas para estrechar la persecución y castigo, el “cerco” sobre aquellos.
Esto no sólo por la naturaleza de los promotores de la demanda sino, explican operadores supuestamente cercanos al sombrerudo Ken Salazar, porque el asunto no es nuevo, en cuanto que ya antes legisladores y dirigentes del Partido Republicano han planteado exigencias similares y, más aún, por la inminencia del inicio del proceso de sucesión en que el actual mandatario aspira reelegirse y en el marco del que, puede usted apostar, el asunto del creciente tráfico de drogas hacia la Unión Americana, estará más que presente.
Y ello, huelga explicitar, por la cada vez mayor presión que para autoridades del vecino del norte implica la muerte de decenas de miles de jóvenes, muchos de ellos menores de edad –100,000 el año pasado sólo por consumo del fentanilo, ahora en boga– y la cada vez más obvia incapacidad y/o indisposición del Estado mexicano para acotar su trasiego transfronterizo o por la práctica imposibilidad de que investigadores y agentes antidrogas que transicionalmente han operado en nuestro territorio sigan haciéndolo, ahora que la seguridad interna ha sido puesta en manos de las Fuerzas Armadas…
Es verdad que, formalmente, una declaratoria como la que ahora se exige por parte del gobierno estadunidense podría abrir las puertas al uso de fuerzas militares, inclusive en contra de un enemigo público y de la seguridad nacional, cuales serían, en su caso, los cárteles mexicanos del crimen organizado. Ello, sin embargo, insistamos, podría ser la parte “a negociar” por autoridades de allá y acá para evitar que la asunción de acciones y el esfuerzo conjunto para tratar de resolver el complejo problema que implica el creciente trasiego de enervantes a territorio norteamericano pudiera dar paso a problemas políticos de alto rango en México.
La moneda está en el aire, es cierto; pero, a decir de propios y extraños, está por caer…
* Concluido el proceso de consultas e intercambio de información, autoridades de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) norteamericana deberán decidir, antes de abril, si devuelven a México la Categoría 1 en seguridad aérea que le fue retirada en mayo de 2021 y que impide abrir nuevas rutas a la Unión Americana. Veremos…
* De llamar la atención que ni el cierre de precampaña ni la renuncia de Luis Fernando Salazar a coordinar su próxima campaña al gobierno de Coahuila “por asociarse con expriítas”, hayan convencido al moreno Armando Guadiana de cambiar sus planes de estar hoy en Arizona como testigo de la edición LVII del Super Bowl.¡Vaya convicción y compromiso!