Trapitos al sol en el Cobach
Alejandro Moguel/Ultimátum
Pobre Colegio de Bachilleres de Chiapas (Cobach). No sale de una crisis y muy pronto entra a otra. Tal vez desde siempre, habían existido desvíos de recursos en esa institución. Sin embargo, la metedera de mano al dinero público fue más descarada, de parte de sus titulares, durante los gobiernos de Juan Sabines Guerrero (2006-2012) y de Manuel Velasco Coello (2012-2018). Pero todavía siguen sucediendo cosas raras en ese lugar.
La primera directora general del presente sexenio, la doctora Nancy, salió por la puerta trasera del edificio después de haberse conocido anomalías financieras que, necesariamente, pasaron por sus manos y cuyos errores no fueron solapados por el gobernador quien dio la instrucción de que fuera destituida del cargo inmediatamente. El mandatario estatal depositó toda su confianza en el ex presidente municipal de Las Margaritas, Jorge Luis Escandón Hernández para que ocupara el cargo de director general del Cobach, pero éste trae de cabeza a la institución. Vamos de Guatemala a Guatepeor, me dijo un profesor de esa institución. Jorge Luis no ha sabido gestionar un conflicto que le ha estallado en sus manos y que se está tornando peor cada día.
Ya lo he platicado en este espacio. Más de 180 directores de planteles Cobach decidieron formar un sindicato para hacer frente a los constantes agravios provenientes de la dirección general. Cada que cambian de cabeza en esa institución, a ellos los cambian de sede, sin importar todo lo que eso significa para sus vidas diarias, y les aplican criterios que les afectan en su vida laboral. Por eso, argumentan ellos mismos, decidieron formar el Sindicato de Directores del Cobach (SidiCobach).
Sin embargo, eso no gustó al director general quien, sin mediar palabra ni diálogo alguno con los aludidos, orquestó una campaña de represión y hostigamiento administrativo contra los miembros de ese gremio. Ya despidió a tres de ellos y al resto le ha iniciado procesos administrativos cuya finalidad es despedirlos en forma injustificada.
Los agraviados han iniciado, desde el lunes reciente, un plantón indefinido frente a las oficinas centrales, en la colonia Las Palmas, de Tuxtla Gutiérrez. Están exigiendo que el Cobach les pague sueldos atrasados, respete la libertad sindical y termine el hostigamiento laboral en su contra. Las oficinas centrales ha dejado de suministrarles materiales de oficina y ha prohibido sean atendidos sus trámites administrativos ordinarios. Es decir, Escandón Hernández está claramente obstruyendo el trabajo de los sindicalizados. Todas esas circunstancias han hecho que los manifestantes hayan pedido ya la destitución del director general del Cobach, Jorge Luis Escandón Hernández, porque ya no hay forma de dialogar con él. Está completamente cerrado al diálogo.
ESCALA LA CRISIS
Ha quedado claro que Jorge Luis no ha podido gestionar la crisis laboral. El conflicto se le ha salido de las manos. Una vez que los trabajadores llegan al extremo de pedir la destitución de su principal jefe, es un indicativo de que el patrón no ha tenido la capacidad suficiente para enfrentar una crisis de ese tipo y es indicativo, además, de que tampoco podrá de ahora en adelante. Además, están saliendo otros trapitos al sol. Los agraviados han denunciado que la dirección general del Cobach autorizó –y se concretó- la compra de 117 mil 820 libros de texto de 17 asignaturas, entre 20 mil 460 mil estudiantes. Para ello, el Cobach gastó 10 millones 14 mil 700 pesos, en una adjudicación directa. Jorge Luis había dicho que el 40% será aportado por la institución y el 60% los padres de los alumnos.
Los directores en plantón afirman que eso es completamente falso, porque la dirección general ordenó a los directores imponer a los estudiantes la compra de los libros a razón de más de 400 pesos cada paquete. En tanto, algunos padres han denunciado que les han obligado comprar dos paquetes y que han tenido que pagar más de 800 pesos por cada alumno. Otros padres han dicho que esta es la primera vez que se obliga a los estudiantes a comprar libros que presuntamente van a usar, en este caso, en el ciclo escolar 2022-2023. Sin embargo, hay algo peor: algunos profesores han avisado a los estudiantes que esos libros no corresponden al plan de estudio de Cobach y que por eso no van a ser usados. Que tendrán que usar otros. ¿Yday? La molestia está permeando entre los padres.
Bueno, todas esas presuntas anomalías tendrían que ser ratificadas por los padres en sus denuncias ante las autoridades correspondientes, porque a todas luces se está afectando a los bolsillos de los tutores y se está desequilibrando y desorientando a los alumnos. De acuerdo con un documento, en manos de este columnista, denominado Análisis Funcional del Cuarto Semestre de 2022 del Cobach, hay en esa institución 20 mil 460 alumnos. Sólo habría que hacer un cálculo de cuánto dinero la dirección general piensa reunir con la venta de los 117 mil 820 libros.
De todas formas, hay que entender que en el Cobach hay un conflicto administrativo-sindical vigente que podría escalar a niveles insospechados, porque si hay un paro general de actividades afectaría necesariamente a esos más de veinte mil estudiantes.
alexmoguels@hotmail.com
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