Barbarie
Alejandro Moguel/Ultimátum
Comerciantes de Bachajón, municipio de Chilón, y los policías municipales de ese lugar, mostraron en las recientes horas, la parte salvaje de muchos grupos quienes usan la violencia como único medio para resolver sus controversias, y también confirmó la insensibilidad de algunos alcaldes a la hora de tomar decisiones para realizar un desalojo de algún grupo social.
Todo comenzó con la remodelación de la calle principal de Bachajón, municipio de Chilón. Autoridades ejidales y municipales acordaron previamente la liberación de la vía y la reubicación de vendedores. Sin embargo, éstos volvieron a instalarse en el mismo lugar que ahora está prohibido para ellos. Sin haber mediado ningún proceso de diálogo y negociación, el presidente municipal de ese lugar Carlos Ildefonso Jiménez Trujillo ordenó que llegara la policía a desalojar a los manifestantes. Eso ocasionó que hombres y mujeres se enfrentaran con los uniformados y hubiera varios descalabrados y lesionados.
El gobierno municipal de Chilón, que dirige Carlos Ildefonso Jiménez Trujillo, justificó en un comunicado que su gobierno tiene por objetivo urbanizar, embellecer y reglamentar los espacios públicos y que por eso su administración no permitirá la presencia del ambulantaje.
Las organizaciones de derechos humanos ya hubieran emitido algún pronunciamiento porque indudablemente se demostró que en primer lugar no hubo sensibilidad política para negociar la salida de los vendedores ambulantes y el operativo no respetó los protocolos requeridos para prevenir personas lastimadas. Las imágenes mostraron personas con heridas sangrando como consecuencia de los golpes recibidos en el desalojo policial.
ATRASO DE 20 AÑOS
Victoria Rincón Carrillo, alcaldesa panista de Tuxtla Gutiérrez (2001- 2004) ya lo había intentado. En aquel entonces era un paso a desnivel en donde estaba ubicada la conocidísima Fuente Mactumactzá, pero los grandes empresarios de esa zona se opusieron. Uno de ellos, poderoso en aquel entonces porque apoyaba al PRI, fue Jacinto Robles, el dueño de la gasolinera La Fuente.
Las autoridades de aquella época echaron para atrás el proyecto. Eso fue hace 20 años. Desde hace dos décadas se hubiera solucionado esa opción de agilización del tránsito vehicular en la zona más comercial de la ciudad capital. Por aquella oposición de aquella época, llevamos veinte años de retraso.
En algún momento tendría que hacerse sea obra modernizadora de Tuxtla Gutiérrez. Sí va a causar incomodidades, pero esas incomodidades las sufren los habitantes de las grandes ciudades que por su propia naturaleza han de ir evolucionando.
El gobierno del Estado de Chiapas, a través de la Secretaría de Obras Públicas, mostró ayer el proyecto de un segundo piso a la vialidad que va desde la prolongación de la Quinta Avenida Norte –entronque con Libramiento Norte-, rodeará al parque recreativo Caña Hueca, cruzará el boulevard Belisario Domínguez –a la altura del Puente de Colores-, seguirá por boulevard Santa Elena y terminará hasta el entronque con el Libramiento Sur, a la altura de la Antorcha de la Solidaridad.
Esa obra, sin duda alguna, será de mucha utilidad para los capitalinos cuando ya esté funcionando.
La clave está en que las autoridades competentes hayan pensado cuáles van a ser las vialidades alternas que ayuden a los automovilistas a cruzar de un lado a otro la ciudad, en esa parte en que se estará realizando la obra.
alexmoguels@hotmail.com
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