Agencia /Ultimátum
El vestuario del FC Barcelona sigue ‘masticando’ la sorprendente derrota en Almería un día después. El equipo se ejercitó este lunes por la mañana con rictus serio y caras largas, y sin Robert Lewandowski, que acabó lesionado por una sobrecarga en los isquiotibiales. Una baja sensible, que se suma a la de Pedri y Dembélé de cara al partido del jueves contra el Real Madrid de la ida de Copa.
No hay duda de que el resultado del domingo afectó al vestuario mucho más que la eliminación ante el Manchester United en la Europa League. Y no sólo porque una victoria en Almería hubiera dejado La Liga, el título más ansiado, prácticamente como finiquitado, sino porque la imagen que dio el equipo, sobre todo en la primera parte, fue lamentable, “la peor primera parte que recuerdo como entrenador”, según admitió Xavi Hernández al finalizar el partido.
Pero ya se sabe que el tiempo cura todas las heridas y e Barcelona está en pleno proceso de cicatrización. “Hemos perdido una batalla, pero seguimos ganando la guerra”, fue el mensaje de los técnicos este lunes para intentar levantar los ánimos de sus jugadores. Y es que, al final y al cabo, la derrota en Almería -la segunda esta temporada en LaLiga- sólo sirvió al Real Madrid para recortar un punto, siendo ahora la diferencia de siete puntos.
Un colchón todavía importante para mirar con optimismo el título de LaLiga, sobre todo si el Barcelona empieza a recuperar lesionados. Está claro que ante el Valencia en el Camp Nou será una prueba de fuego para los de Xavi, sobre todo teniendo en cuenta que no estarán Lewandowski, el ‘pichichi’ de la competición con 15 dianas, ni tampoco Dembélé y Pedri, lesionados. Y para colmo, tampoco Gavi, por sanción, ni Xavi, que tendrá que ver el partido desde las gradas al acumular también ciclo de tarjetas. Un auténtico galimatías que tendrán que resolver los técnicos a partir del viernes, ya que el jueves estará en juego el pase a una nueva final.