Abrió el camino a la comunidad LGBT, así como a las feministas desde hace cinco décadas. “Yo creo que tuvo banderas adelantadas a su época y esa es la parte la cual yo creo que vale la pena rescatar”, afirmó su sobrino
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
TGZ
“Yo creo que lo único que puedo hacer es agradecerles, decirles que Irma Serrano era una mujer libre, era una mujer soñadora, era una mujer única, y que ojalá pudieran ver todo lo que hizo y que algo de eso pudiera inspirar de alguna forma positiva a alguien; creo que eso vale la pena y, sobre todo, que cuando la recuerden lo hagan de una forma bonita y eso de corazón se agradece”, expresó Luis Felipe García Morales, sobrino de la actriz y cantante chiapaneca.
Entrevistado por Zarife Argüello y Alejandro Moguel en el recinto de Terán, en Tuxtla Gutiérrez, donde son velados los restos mortales de la famosa Tigresa, García Morales afirmó que fue una mujer visionaria, empresaria, productora, actriz, cantante y política. “Hizo todo lo que ella quiso, nunca tuvo tapujos, nunca tuvo medias tintas, tenía bastante claras sus banderas y lo que ella defendía, no era que cambiara de opinión y que de repente dijera una cosa y luego otra, no, era muy congruente con ella misma y esa es la parte que yo creo que uno como familia se queda”, manifestó. Irma Serrano vivía en Chiapas desde hace 12 años. Radicaba entre Comitán y Tuxtla Gutiérrez. “Por el clima perfecto de Comitán era difícil sacarla de ahí, pero cuando había un buen clima aquí en Tuxtla le encantaba estar acá. Estaba bien, era una mujer bastante sana, nos sorprendía a la familia en lo particular. No tenía colesterol, triglicéridos, ácido úrico, presión alta, diabetes, no tenía padecimiento que le hiciera sufrir de alguna forma, gracias a Dios”.
Luis Felipe García afirmó que Irma Serrano hizo muchísimo, a lo mejor las nuevas generaciones no logren verlo, pero fue una mujer muy decidida y abrió el camino a la comunidad LBGT, así como a las feministas desde hace 50 años. “Yo creo que tuvo banderas adelantadas a su época y esa es la parte la cual yo creo que vale la pena rescatar”. Sin embargo, a la Tigresa le falló el corazón a sus 87 años. Tenía un tema de demencia senil, propio de su edad, pero no padecía ningún otro problema de salud. Su muerte, según relata su sobrino, “fue muy sorpresiva porque estaba relativamente bien. Había dejado de comer como normalmente lo hacía, porque siempre había sido de muy buen diente”. El día de su deceso se empezó a sentir un poco mal del estómago y del pecho, sus familiares llamaron al doctor y, en el hospital, “le estaban sacando sangre para hacerle los estudios y determinar qué era lo que tenía. Batallaban mucho para encontrarle la vena, porque su mano era muy delgadita y su vena no se veía. Entonces batallaban horas.
Era un sufrimiento siempre. Estaban en ese trayecto y cuando se empezó a sentir un poco mal y el corazón no avisa, ahí fue”. Su conducta durante los últimos días de su vida fue el de una mujer normal, expresó, pues no era una mujer que tuviera achaques, enferma o convaleciente, mucho menos que dijera ya se iba a morir, por el contrario, amaba mucho la vida, la disfrutaba todos los días. Irma Serrano se subía a su hamaca, salía al jardín, entraba a la alberca, se quedaba viendo televisión y hacía lo que quería a sus 87 años. “Tenía rutinas específicas con la gente que estaba con ella, de caminar y cosas normales de la edad. Había dejado un poquito de comer. Eso sí. Eso era raro en ella porque era bastante de buen comer.
Luis Felipe García afirmó que de tanto de la Casa del Actor como de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) nadie se ha contactado con ellos para realizarle algún homenaje “Creo que los homenajes son en vida, yo en lo personal traté de hacérselos siempre. En el 2019, en su cumpleaños, le hice un homenaje, una fiesta en su teatro, con sus amigos, yo traté de hacerlo siempre en vida. Tenemos de repente una costumbre media rara de hacer las cosas después de muertos”, subrayó. Asimismo, dijo que tiene la intención personal de llevarla a la Ciudad de México, “pero no es un tema que yo decida sino lo platicamos en familia”, porque el teatro para Irma Serrano significaba mucho, era bastante simbólico, “era un lugar que a ella le daba mucha alegría, le cambiaba el carácter, estaba de buenas, se alocaba, la transformaba positivo, y un lugar que ella le tenía bastante cariño, yo creo que era su lugar más preciado”. Su cuerpo será incinerado y no se ha tomado una decisión todavía de dónde van a estar sus cenizas. Sin embargo, “hay un proyecto porque existe una fundación que lleva su nombre, que hemos venido trabajando desde hace rato, que quisiéramos hacer un lugar especial para ella con sus cosas, pero nos ganó el tiempo, espero poder avanzar en esa parte y concretarlo”.