En México, 70.1 por ciento de las mujeres de 15 años y más, que significan 50.5 millones de personas, ha experimentado, al menos, una situación de violencia a lo largo de la vida, señala la última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) que publicó el Inegi.
La violencia psicológica fue la de mayor prevalencia (51.6%), seguida de la violencia sexual (49.7%), la violencia física (34.7%) y la violencia económica, patrimonial y discriminación (27.4%).
Con respecto a 2016, los resultados de 2021 mostraron un incremento de cuatro puntos porcentuales en la violencia total contra las mujeres a lo largo de la vida. La violencia sexual registró el mayor aumento (8.4 puntos porcentuales).
A nivel subnacional, la mayor prevalencia de violencia contra las mueres de 15 años y más a lo largo de la vida se registró en el Estado de México (78.7%), Ciudad de México (76.2%) y Querétaro (75.2%).
La pandemia del Covid-19 aumentó la violencia contra las mujeres y los feminicidios. Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2019 se registraron 10.5 asesinatos de mujeres cada día, mientras que, de enero a marzo de 2020, la cifra ascendió a 10.6 mujeres asesinadas al día, en promedio.
Además, según datos del Secretariado Ejecutivo, se registraron incrementos importantes en el número de llamadas de emergencia relacionadas con violencia contra la mujer. Cabe señalar que las llamadas de emergencia que se reciben en el 911 se categorizan como: violación, abuso sexual, acoso u hostigamiento sexual, violencia contra la mujer, violencia de pareja y violencia familiar.
A propósito del Día Internacional de la Mujer, el Inegi publicó ayer información estadística que resalta los cambios de las mujeres mexicanas a lo largo de los años. De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al cuarto trimestre de 2022, en México residían 67 millones de mujeres, lo que representó 52 por ciento de la población total.
La participación de las mueres en las actividades productivas ha sido estable, de acuerdo con los tres últimos censos económicos. En 2008, su ocupación representó 39.9% del total reportado; en 2013, se incrementó a 41.1% y en 2018 se ubicó en 41.3 por ciento.
En los últimos tres años (2019 – 2021), las mujeres han contribuido de manera determinante en Servicios privados no financieros, pues han registrado poco más de 50% del personal ocupado total de este sector. Siguieron Comercio, en el que alcanzaron casi la mitad del personal total, e industrias manufactureras, con una tercera parte del personal.
A lo largo del periodo de referencia, hubo un incremento en el nivel de escolaridad de las mujeres: para 2020, 5.7% de 15 años y más años no tenían ningún nivel de instrucción. En 1990, ese porcentaje fue de 15.3 por ciento. En niveles de escolaridad media superior y superior, la brecha fue significativa. Para 1990, 21.3% de las mujeres de 15 y más años se encontraba en dichos niveles; en 2020, el 44.9% contaba con nivel medio superior o superior.
El impacto de la pandemia por Covid -19 no fue igual entre hombres y mujeres. La pandemia trajo consigo una disminución en las actividades económicas y provocó, en ambos sexos, un decrecimiento del mercado laboral, pérdida de empleo y baja del ingreso laboral.
La recuperación, no obstante, ha ocurrido de manera diferenciada. Durante la pandemia de Covid – 19, el punto más alto de la desocupación femenina se dio en el tercer trimestre de 2020: alcanzó un nivel de 4.8 por ciento. Con la reapertura gradual de las actividades, se ha reducido la desocupación mediante la recuperación de los puestos de trabajo. Para el trimestre de 2022, la tasa fue de 3.1 por ciento. RDM
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