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Otra vez, en entredicho la Fiscalía en el caso Damián

Alejandro Moguel/Ultimátum

Se le cae el teatrito a la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGE) de Chiapas en el caso Damián. Surgen otros actores cuyas revelacio­nes refuerzan la hipótesis de que hay irregularidades en esa institución que están tratando de esconder la realidad de los hechos del día en que falleció el infortunado niño.

El papá de la víctima decla­ró que hay suficientes elemen­tos para suponer que su hijo falleció ahogado en la piscina y que “había sido una farsa” la ejecución de una orden de aprehensión contra José de Jesús, el dueño de Piguin & Babe, apenas un día antes de que llegara a Tuxtla Gutiérrez el presidente, Andrés Manuel López Obrador.

Ayer miércoles aparecie­ron nuevos actores. Laura Méndez, abogada de los fi­sioterapeutas Juan y Francia, quienes laboraban en la insti­tución donde falleció el niño Damián, denunció que la FGE se negó a recibir la declaración de sus representados, quienes se vieron en la necesidad de contratar a dos Notarios Pú­blicos para que dieran fe de su disponibilidad para testificar sobre los sucesos menciona­dos.

Reveló que a las 20:00 ho­ras del mismo 07 de febrero, el día que falleció Damián, ellos se pusieron a disposición de las autoridades como testigos de los hechos y que incluso, allí mismo en esa dependencia, les propusieron (no reveló nom­bres) promover un amparo y que huyeran de la justicia.

Dio a entender, por otra parte, que en la guardería ha­bía sobrepoblación de niños y pocos maestros para aten­derlos adecuadamente: había alrededor de 50 niños, algunos de los cuales sufren alguna dis­capacidad, síndrome de Down o autismo. A veces cinco profe­sores atendían a los cincuenta alumnos –uno solo atendía a diez infantes- y relató que en alguna ocasión la directora se ausentó del inmueble y dejó únicamente a dos docentes pa­ra cuidar a todos los infantes.

La abogada de los dos fi­sioterapeutas mencionados refuerza la hipótesis de que Damián falleció ahogado en la alberca, porque ellos escucha­ron que una niña llegó corrien­do y asustada hasta donde se encontraba la dueña a avisarle que un menor se había ahoga­do en la alberca. Añadió que, aunque un profesor rescató del agua al niño, ya no fue posible reanimarlo ni siquiera cuando fue llevado a un hospital parti­cular, desde cuyo lugar el cuer­pecito inerte fue entregado a sus padres.

CONTRADICCIONES

Hay muchas contradiccio­nes en el caso del fallecimiento del niño Damián de tres años de edad, un hecho acontecido el 07 de febrero pasado en la guardería Piguin & Babe, cu­yas causas no han sido aclara­das a satisfacción de los padres de la víctima. Por el contrario, han dejado muchas sospechas de que pudiera existir confa­bulación de autoridades con los dueños de esa institución para esconder la verdad de los hechos.

Tengo información de que están plenamente identifica­das las dos mujeres que tenían directamente a cargo de Da­mián y que ninguna de ellas hizo algo para salvar la vida del infante.

Brunet –esposa del due­ño- y Francia tenían a cargo la salvaguarda del niño, y están en libertad. Entre las 11:30 y 11:40 de la mañana del 07 de febrero, la primera de ellas estuvo llamando por teléfono celular al encargado del man­tenimiento de la alberca que está dentro de la Guardería. El hombre llegó, pero se reti­ró porque vio movilización de muchas personas y de agentes de la Policía. Por la tarde, de ese mismo día, volvió a ser llamado por la misma Brunet quien le ordenó que vaciara la piscina.

¿Por qué los dueños de ese instituto quisieron vaciar la al­berca? Si había formas de pro­bar que el niño había fallecido por bronco aspiración, como es la versión oficial que están dando, ¿por qué entonces se preocuparon en vaciarla?

La señora Brunet quiso justificar, en un inicio y ante la mamá del niño, que Damián se había escapado del área de receso y que en un descuido suyo se había caído acciden­talmente a la alberca, y que por eso había fallecido.

Sin embargo, horas des­pués, ya cuando había sido ase­sorada legalmente, cambió su versión y generó una retórica para preparar la coartada de que había sufrido bronco as­piración.

Otro problema, y muy grave, es que el encargado del mantenimiento de la alberca, extrañamente fue atropella­do diez días después de los acontecimientos fatales. Fue llevado a un hospital y hasta ahí llegaron las autoridades a tomarle su declaración, la cual ya no pudo ser ratificada por­que el señor falleció el lunes reciente. Él era un testigo clave del suceso.

Mauricio Estrada, padre de la víctima, declaró que fue una farsa la ejecución de la orden de aprehensión contra José de Jesús, quien se auto promocionó como director general y apoderado legal de Piguin & Babe.

Añadió que no es verdad que ese sujeto haya estado siempre a disposición de las autoridades de la Fiscalía, porque incluso proporcionó un domicilio falso y por eso no había podido ser notifica­do para que se presentara a declarar.

Es decir, sí se estaba escon­diendo. Su entrega voluntaria pudo haber sido una confa­bulación con las autoridades, únicamente para maquillar el tema mediático de la investi­gación, porque al día siguiente iba a estar en Tuxtla Gutiérrez el presidente, Andrés Manuel López Obrador y no les conve­nía un escándalo mayor.

Muy a pesar de todas esas cosas, Mauricio Estrada agra­deció la intervención del pre­sidente, Andrés Manuel López Obrador y la designación de la Secretaria de Seguridad Públi­ca del gobierno federal, Rosa Icela Rodríguez para que esté pendiente de la evolución de la investigación del caso, desde sus inicios.

Todos esos indicios de pre­suntas anomalías, proporcio­nados tanto por la familia del menor fallecido como por la abogada de dos fisioterapeu­tas, podrían dar un giro a las investigaciones que ahora es­tán siendo supervisadas por el Gobierno Federal, a través de la Secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, quien va a conocer de prime­ra mano el contenido de esas declaraciones de terceros que dejan ver la actuación anómala de la FGE.

alexmoguels@hotmail.com