Vacaciones rigurosamente vigiladas en San Cristóbal
Ricardo del Muro/Ultimátum
Ante las próximas vacaciones de mayo, el secretario de Turismo Miguel Torruco Marqués, pronosticó una ocupación hotelera a nivel nacional de 63.2% en promedio y una derrama por concepto de hospedaje de 8 mil 398 millones de pesos.
Indicó que, en este periodo, que comprende del 28 de abril al primero de mayo y del 4 al 7 de mayo, se estima la llegada de 2 millones 872 mil turistas a hotel, de los cuales 2 millones 217 mil serán turistas nacionales.
El porcentaje de ocupación estimado promedio que se alcanzará en 12 centros seleccionados serán: Puerto Vallarta, con 84%; Cancún, con 82.1%; Los Cabos, 79.6%; Acapulco, 77%; Aguascalientes, 73.4%; Querétaro, 66.4%; Ciudad de México, 64.3%; Puebla, 61.5%; Villahermosa, 51.1%; San Miguel de Allende, 49.9%; Tuxtla Gutiérrez, 47.6% y San Cristóbal con 43.7%
En otras palabras, las expectativas de Sectur para San Cristóbal es que tendrán menos de la mitad del porcentaje de ocupación en los hoteles coletos, pero la triste realidad es que el porcentaje puede ser mucho menor, como resultado del clima de violencia que reciente se percibió en esta ciudad, que se convirtió de “pueblo mágico” en “pueblo trágico”, al grado que la embajada de Estados Unidos emitió una alerta de seguridad.
La alerta fue emitida el martes 18 de abril debido a que un día antes ocurrió el asesinato de Gerónimo Ruiz, uno de los líderes de la Asociación de Locatarios de Mercados Tradicionales de Chiapas (Almetrach) y esto desató enfrentamientos a balazos en el Barrio Ojo de Agua, además de que fueron localizados los cuerpos de dos jóvenes asesinados.
La violencia fue tal, que las escuelas de San Cristóbal cancelaron clases y ese mismo día, unos 300 policías y militares iniciaron recorridos en las calles de esta ciudad turística.
En la mañana del domingo, la llamada Plaza de la Paz, ubicada frente a la catedral de San Cristóbal, sirvió como escenario para que autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guardia Nacional y policías federales, estatales y municipales, hicieran un evento protocolario para anunciar que la ciudad iba a estar fuertemente vigilada.
En un comunicado oficial se informó que los uniformados van a reforzar “las Operaciones de la Fuerza de Tarea Regional de la Séptima Región Militar en San Cristóbal de Las Casas, con la finalidad de continuar trabajando en coordinación con las fuerzas federales, estatales y municipales para garantizar la paz y la seguridad de las familias chiapanecas, de acuerdo con el Plan Estratégico del Gobierno Federal”.
Ese mismo día, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) emitió un comunicado donde señaló que “frente a la violencia desbordada en San Cristóbal de Las Casas, expresamos nuestra preocupación y exigimos que se garantice el derecho a la paz, garantías y respeto a la vida, integridad y seguridad de la población en riesgo inminente”.
En el documento se indicó que en la Ciudad de San Cristóbal “han proliferado organizaciones clientelares que administran de manera irregular mercados, transporte público, venta de tierras ocupadas y otras actividades económicas lícitas e ilícitas. Durante los últimos años ha sido evidente el vínculo de algunas de estas organizaciones con funcionarios estatales y la delincuencia organizada, puesto que se encargan de controlar en diversos mercados el tráfico y venta de drogas, de armas de alto calibre, la trata de personas, la explotación de madera y materiales pétreos, robo de autos, pornografía, etc. Durante los últimos años estas organizaciones han utilizado armas de alto calibre para imponerse aumentando la violencia y la colusión entre empresas, crimen organizado y políticos”.
Es previsible que en los próximos meses se mantenga la rigurosa vigilancia del Ejército, la Guardia Nacional y los policías en las calles de la colonial ciudad, aunque es difícil saber cómo repercutirá esto en la afluencia de turistas. No hay que olvidar que después del levantamiento del EZLN en 1994 hubo un auge de un turismo muy especial, formado por periodistas, activistas e izquierdistas nostálgicos que llenaron los hoteles de San Cristóbal.
Incluso, hubo un reportero que organizó los llamados “zapatours” para recorrer los lugares emblemáticos de la rebelión zapatista. Ahora, cuando se ha popularizado el nombre de los “Motonetos”, el tiempo y las cifras dirán como repercutirá esto en el sector turístico coleto.
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