Es un tema al que no se le ha dado la importancia que merece, pese a que el impacto en el sector salud es bastante grave
Damián Montes/Ultimátum
TGZ
La obesidad en la población mexicana y particularmente la chiapaneca está estrechamente relacionada con los cambios en los hábitos alimenticios, un tema que no se le ha dado la importancia que merece, pese a que, el impacto en el sector salud es bastante grave.
ESTUDIO SOBRE EL TEMA
La posdoctorante adscrita al Departamento de Salud del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), Itandehui Castro Quezada, informó que, tras diversos estudios realizados en adolescentes de los Altos de Chiapas, los datos antropométricos arrojaron que alrededor de una tercera parte tenía sobrepeso u obesidad, lo que podría significar un “cambio de los hábitos alimentarios en estas comunidades”.
La investigación “Efecto de la dieta y nutrición sobre el riesgo cardiometabólico en adolescentes del Sureste de México, recolectó datos sociodemográficos, clínicos, dietéticos, antropométricos y muestras de sangre en ayunas; los cuales fueron, analizados en laboratorios, para determinar los niveles de glucosa, insulina, colesterol, triglicéridos para después compararse con un recordatorio de consumo alimenticio a 24 horas.
En este proceso se observó que, de los 217 adolescentes de entre 13 y 14 años, de los cuales 49.6% eran mujeres y 50.4 % hombres, quienes el 75.9 % vivía en una zona urbana y el 24 1% en una zona rural; el 23.1% tenía sobrepeso y el 5.9 % tenía obesidad.
La investigadora, expuso que: “Alrededor de una tercera parte de estos adolescentes tenían sobrepeso u obesidad, esto concuerda con los estudios realizados a nivel nacional”.
“Estos adolescentes no tendrían porque tener este riesgo a enfermedades cardio metabólicas” resaltó cuando explicó que el 25% de las mujeres, presentó un riesgo cardio metabólico por tener una escritura expresiva estructurada elevada y mientras que de los hombres el 14.5 % tuvo una circunferencia de cintura que habla de posibles riegos.
“También encontramos que aquellos niños que consumían una mayor cantidad de fibras, tenían una menor probabilidad de presentar casos de obesidad”.
Acorde a los recordatorios de consumo alimenticio a 24 horas, se observó que los factores de riesgo están relacionados al mayor índice glucémico y el mayor exceso de grasa integral corporal, “la dieta que tenía ha facilitado que tengan una mayor probabilidad de presentar una mayor cantidad de grasa corporal”.
Con ello se determinó que, está incrementando la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños y en adolescentes en zonas rurales, algo que era impensable y donde incluso se presentaba desnutrición crónica; esto tiene que ver con la disponibilidad de alimentos procesados, están incrementado la cantidad de tienditas que facilitan el acceso a productos que tienen muchas grasas saturadas, mucho sodio y que les aportan muchas calorías.
ACCIONES QUE SE HAN TOMADO EN LA ENTIDAD
De acuerdo con Alan Porfirio Campos Cruz, subdirector de Programas Preventivos de la Secretaría de Salud, informó que, desde el inicio del presente ciclo escolar, conforme a lo previsto por las autoridades educativas, se está aplicando medidas más estrictas con relación a los productos chatarra.
“Durante el regreso a clases, la comida chatarra está prohibida en escuelas de Chiapas, como parte de las determinaciones del Consejo de Salud Pública”, expuso.
Agregó que, por años, el Congreso del Estado ha legislado en materia de salud preventiva la prohibición de la comida chatarra en escuelas, sin embargo, los planteles insisten en permitir estos alimentos de altos niveles de azúcar, grasas o embotellados.
“En el contexto de la contingencia sanitaria la mayoría de los casos con complicaciones por Covid-19, fueron en pacientes con obesidad, hipertensos o con diabetes, por ello el propio secretario de Salud ha reconocido que es urgente frenar la venta de estos alimentos en escuelas, para prevenir estos padecimientos en la edad adulta”, comentó.
En este sentido, la investigadora del ECOSUR, detalló que, las observaciones de la investigación ya fueron presentadas a las jurisdicciones sanitarias de la región para implementar políticas públicas y generar recomendaciones dietéticas en una población que habitualmente no se ha estudiado.
Así mismo compartió que, al igual que la parte médica, destacó la necesidad de consumir alimentos locales ricos en fibra, como frutas, verduras legumbres, maíz, principalmente en las localidades indígenas.