Más de dos
Alejandro Moguel/Ultimátum
Sigue la mata dando y su intensidad será cada vez mayor mientras transcurre el tiempo. Todos aquellos que se sienten con posibilidades de ser candidatos a la gubernatura de Chiapas por Morena están moviéndose y empezando a desplegar sus estrategias. Quienes están al frente de una responsabilidad administrativa están limitados por las leyes electorales vigentes, pero aun así se mueven los fines de semana con el pretexto de que sábados y domingos son días inhábiles.
Eso antes era un sacrilegio. La oposición se le venía encima a los oficialistas quienes, a pesar de ser días de descanso, dejaban sus oficinas y se iban a visitar pueblos, comunidades o llenaban centros de convenciones en las grandes ciudades para presentar libros –todo mundo sabía que era una simulación- para estar vigentes en los medios de comunicación y, en su momento, fueran tomados en cuenta por el gran elector que siempre era el presidente de la República.
Hablaré de Chiapas, por el momento.
Por las posiciones políticas que han estado ocupando y por los grupos políticos con que se rodean, todo mundo visualiza muy arriba a dos aspirantes: Zoé Robledo Aburto y Eduardo Ramírez Aguilar.
Sin embargo, cuando haya llegado la hora de las famosas encuestas, seguramente van a inscribirse más.
Además de los anteriores, ahí están José Antonio Aguilar Castillejos, Plácido Morales Vázquez, Sasil de León Villard y los que se vayan sumando. A juzgar por las posibilidades visibles de cada uno de ellos, se antoja razonable que pudieran registrarse todos ellos, sin embargo ha habido otros casos que han alcanzado la exageración, como lo ocurrido apenas a finales del año pasado en el Estado de México.
Un total de 67 perfiles entre funcionarios federales, alcaldes y figuras políticas se inscribieron como aspirantes a la encuesta de Morena para nombrar al coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en el Estado de México, que a la postre se convertiría en el eventual, en este caso la eventual candidata a la gubernatura de la entidad en la elección en 2023, Delfina Gómez.
El asunto es que en Chiapas hay más de dos corazones latiendo fuertemente y todos los días se han de despertar viendo un número: 2024.
Sin embargo, cualquier analista que sepa sumar dos más dos en política sabe perfectamente que, a esta fecha, nada está escrito todavía.
De todas formas, a lo largo de treinta años de ser periodista he visto varias escenas que del plato a la boca se ha caído la sopa y he visto también colocarse en primer plano a alguien que ni siquiera figuraba en la memoria de los susodichos analistas.
Pero hay algo muy práctico en política: tiempos y sucesos. Los de ahora son el 04 de junio próximo y la oficialización de Morena sobre quien va a ser su candidato o candidata a la presidente de México. Una vez ocurridos estos dos sucesos, los ojos y las manos del presidente Andrés Manuel López Obrador van a ser dirigidos hacia las nueve entidades donde habrá de renovarse a sus gobernantes.
Sin embargo, Chiapas, Chiapas, siempre Chiapas tendrá algo especial. El que despacha en Palacio Nacional ha decidido tomar como residencia definitiva La Chingada, en Palenque, Chiapas. Por esa razón, creemos muchos, a López Obrador le va a importar muchísimo quien vaya a gobernar esta entidad del sur del país.
alexmoguels@hotmail.com