Nadie se diga engañado o engañada
Enriqueta Burelo/Ultimátum
No pudimos resistir la tentación de escribir sobre la elección, cuando ya mares de tinta han corrido hablando de las virtudes de Manolo Jiménez en Coahuila, si hubiera sido mejor Ana Lilia Herrera que Alejandra del Moral para enfrentar a la Maestra Delfina, que si es clientelismo o gratitud, que si las mujeres no necesitamos leyes, léanse acciones afirmativas para participar, que cual embajada le tocará a Alfredo del Mazo, que la 4T, permitió que le salieran respondones los candidatos rebeldes para darles unos votos de oxigeno al PT y al Verde, que aun con sus ínfulas andan necesitados de votos para sobrevivir, los votos son el maná de los dioses, que permiten a los partidos, continuar con vida en el escenario político del país y recibir prerrogativas, que han hecho rico, a uno que otro dirigente. Muchas especulaciones en torno a la elección, hasta la vocera de Alito, no del PRI, la diputada Paloma Sánchez, tuiteo: “Esto es lo que pasa cuando un gobernador le da la espalda a su partido y opera en contra de él. Pregunta seria: ¿Qué embajada habrá negociado @ alfredodelmazo?”. Si alguien sabe de calambres, es Alito, para muestra basta un botón, Campeche y las mañanas del Jaguar. Calladita te ves más bonita.
Está elección nos recuerda al titulo de la novela de García Márquez, Crónica de una muerte anunciada, que nos narra la muerte de Santiago Nasar, las circunstancias, los acontecimientos que lo provocaron y su significado. Quizá, pudo haber sido cualquier otro, y no Santiago Nasar. Lo que salta a todas luces es que nadie lo evitó. Eso salta a la vista en el caso del Estado de México, con características diferentes a la elección de Coahuila. La pregunta, se pudo haber evitado la derrota si Alfredo del Mazo, hubiera estado al frente de la elección, difícilmente, la popularidad de AMLO en esa entidad es de 51% (Financiero) frente 66.96 nacional, sin embargo, la popularidad de Alfredo del Mazo, anda por los suelos 31%.
El candidato importa, sí, pero si López Obrador no juega ahí personalmente, pocos efectos tendrá en el impulso de la candidatura y pudo verse hoy en Coahuila,el electorado del estado norteño presenta diferencias con el del estado de México, en Coahuila, clase media, menos dependiente de los programas sociales, el estado de México, a pesar de ser un estado industrial, tiene areas con altos indices de pobreza en especial en la region oriente, que se ha quejado del abandono, hay zonas que una morenista Candelaria Ochoa, exdirectora de CONAVIM, definió como “delfinidos”.
Por otra parte, se habló, de los siempre presentes pactos en lo obscurito, Coahuila por el estado de México, creo que al Presidente le gusta tener al PRI de sparring, aunque tirado en la lona.
Se ha especulado mucho, sobre la ´posibilidad de que el PAN y el PRD se vayan con MC, pero sin el PRI, al parecer es la condición, y que el dueño de la franquicia tricolor los ha amenazado con irse a rezar al Tepeyac, para que, en el Congreso de la Unión, la mayoría calificada la tenga Morena, será posible tanta maldad, esa frase tan trillada de “cosas peores se verán dice la Biblia”, parecen convertirse en realidad, irónicamente Dante, dice: vamos solos, Va por México.
La opinión de las y los habitantes del estado de México es la que cuenta, nosotros desde lejos podemos especular, alguien señala, si totalmente considero que debía haber un cambio, más que un cambio de partido es apostarle a un cambio de proyecto, de actores políticos donde ya estaba muy estirada la liga, donde muchos mexiquenses ya se cansaron de saber que siempre pasará por lo mismo, y no digo que el cambio sea la fórmula mágica para la transformación del estado, históricamente por ya casi 100 años se vivía con un mismo gobierno que solo beneficiaban al mismo grupo una y otra vez, era momento de arriesgarse a salir del círculo vicioso y creer en que en el estado se puede mejorar el atraso, en desarrollo económico, infraestructura, educación servicios públicos etc.
Desafortunadamente cuando un grupo se enquista en el poder, tiene que haber un movimiento telúrico que provoque la caída de estructuras para ser sustituidas por otras, es posible que, dentro de 6 años, digan ya probamos, nos fue mal o bien, pero teníamos que hacerlo.
Las elecciones en números, nos muestran la importancia del estado de México, aun cuando son 125 municipios frente a Chiapas que son 124, pero la lista nominal de la entidad es de 12 millones 709 mil 610, frente a 3 millones 400,000 más o menos de Chiapas, el padrón más grande del país, sin embargo, se señala con insistencia que ni Fox, Calderón o el propio AMLO necesitaron al estado de México para ganar.
Mientras tanto Coahuila, una entidad que como el estado de México ha sido gobernado por un solo partido el PRI, la Alianza tuvo como candidato a Manolo Jiménez, representativo de la clase política norteña, se inicio muy joven en la política, en dos ocasiones presidente municipal de Saltillo, ya que fue beneficiado por la reelección, titular de la Secretaría de Inclusión y Desarrollo Social, en donde fue reconocido por implementar la estrategia conocida como Mejora Coahuila. Manolo Jiménez duró en el cargo hasta enero de 2023 cuando renunció a su cargo para buscar la candidatura a la gubernatura de Coahuila, la cual fue aceptada no sólo por el PRI, sino por el PAN y el PRD.Y como en sus buenos tiempos la aplanadora hizo lo suyo.
Por otra parte, mientras que, en el estado de México, La mitad del electorado, el 50.1317% de la población de la entidad, acudió el domingo a las urnas, de acuerdo con el Instituto Electoral, el abstencionismo fue un factor decisivo, muchas personas decidieron quedarse en casa. Sí, fueron los ausentes en las urnas los que decidieron el futuro del Estado de México, mientras que en Coahuila se dieron varios fenómenos, mala elección de candidato por parte de Morena, lo que ocasiona una fractura, poca presencia del PT y Verde en el estado que tampoco le hubieran sumado mucho y por último no se libró en esta entidad la madre de las batallas, como si se hizo en el estado de México, donde era cuestión de honor ganar para Morena.
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