Entre la desconfianza y la realidad
Enriqueta Burelo/Ultimátum
El 1 de junio, pusimos un grito al cielo al leer que se había publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), en donde se proponía la cancelación de casi 33 Normas Oficiales Mexicanas, para la atención de diversas enfermedades entre ellas el cáncer de mama, cervicouterino y la diabetes. Inmediatamente, especialistas y legos, así como diversos legisladores, señalaron que ello podía provocar que no se observara el protocolo que debe seguirse en el tratamiento de cada enfermedad.
Y que le encargan a López-Gatell, que es ajonjolí de todos los moles, que brinde la respuesta ante las protestas suscitadas, creo que el galeno, no tuvo tacto en su cuando señaló las razones y con la lengua, no la espada desenvainada, señaló que la potencial cancelación de las normas no significa una interrupción de la disponibilidad de medicamentos o terapias y sostuvo que no se necesitan normas oficiales para regular el diagnóstico y la atención de cada una de las enfermedades.
La respuesta suscita la curiosidad, y una se pone a investigar por su cuenta, y lo primero que hay que saber, es la definición de que es una Norma y encontramos lo siguiente: las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) son regulaciones técnicas de observancia obligatoria expedidas por las dependencias competentes, que tienen como finalidad establecer las características que deben reunir los procesos o servicios cuando estos puedan constituir un riesgo para la seguridad de las personas o dañar la salud humana. Las NOM en materia de Prevención y Promoción de la Salud, una vez aprobadas por el Comité Consultivo Nacional de Normalización de Prevención y Control de Enfermedades son expedidas y publicadas en el Diario Oficial de la Federación y, por tratarse de materia sanitaria, entran en vigor al día siguiente de su publicación. Por otro lado, es importante señalar que las normas son revisadas por este Comité cada 5 años a partir de su entrada en vigor, como conclusión de dicha revisión y/o estudio se podrá decidir la modificación, cancelación o ratificación de las mismas.
Por citar, ejemplos dentro de las Normas, tenemos, las dedicadas a la atención de la colera, la tuberculosis o lepra, enfermedades que han reducido su incidencia, pero, no así, la prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus; para la prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y control de la hipertensión arterial sistémica, cáncer de próstata y del cáncer cérvico uterino.
Mientras continuaba mi investigación, una compañera de psicología,Elvira Cabada Ramos, que ha laborado mas de 20 años en el ISSSTE Orizaba, Veracruz, me indicó que no son solo las normas las que dictan los procedimientos a seguir en la atención a las y los pacientes, sino que existen también las guías de práctica clínica, cuyo propósito es unificar criterios sobre el tratamiento a pacientes que sufren la misma enfermedad, estos instrumentos eran inicialmente elaborados por expertos, hoy también, están presentes las evidencias existentes y la evaluación de riesgos y beneficios de las diferentes opciones de cuidados.
Se reconocen los beneficios de las guías, en primer lugar, para los pacientes, al mejorar la calidad del cuidado que reciben y sus resultados en salud. Las guías al recomendar intervenciones de beneficio probado y desalentar el uso de aquellas que son ineficaces han demostrado reducir la mortalidad, el riesgo de infecciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes. También se han reconocido beneficios en términos de un mayor acceso a la información mediante la difusión de versiones para los pacientes de las Guías, lo que contribuye a que puedan tomar decisiones compartidas con su médico en relación a las diferentes opciones de tratamiento.
Regresando a las Normas, es interesante señalar que mientras existe la amenaza por decirlo de algún modo de desaparecer 33 Normas Oficiales, recién se publicó la Norma Oficial Mexicana para la Prevención y el Control de la Infección por Virus de la Inmunodeficiencia Humana, la cual ha pasado por diversos procesos de revisión y las misma NOM indica que debe basarse en los lineamientos de la Guía de Manejo Antirretroviral para las Personas con VIH en México, que esté vigente.
El tema de las Normas, ubicadas dentro del rubro de la salud, toca fibras muy delicadas y dolorosas para la población en México, y está permeado por la desconfianza suscitada hacia los directivos y los resultados en los últimos años de las instituciones de salud pública, que no han sabido trasmitirle a la población, los beneficios de las reformas realizadas en este sector, y que además en múltiples ocasiones si hemos palpado en carne propia, desde hace un buen rato del desabasto de medicamentos, surge la broma, que para eso nos pintamos solos de que todo se cura con naproxeno y ácido fólico.
enriquetaburelomelgar@gmail.com