Ultimatum Chiapas
  • Noticias
    • Chiapas
    • Nacional
    • Municipios
    • Editorial
  • Opiniones
  • Policiacas
  • Deportes
  • Entretenimiento
  • Tecnología
No Result
View All Result
  • Noticias
    • Chiapas
    • Nacional
    • Municipios
    • Editorial
  • Opiniones
  • Policiacas
  • Deportes
  • Entretenimiento
  • Tecnología
No Result
View All Result
Ultimatum Chiapas
No Result
View All Result
Home Opiniones GALIMATIAS

GALIMATÍAS

20 de junio de 2023
in GALIMATIAS, Opiniones
GALIMATÍAS
Compartir en FacebookCompartir en Twitter

Blackout

Ernesto Gómez Pananá/Ultimátum

En cine, se le llama “fundido a negros” a la transición de esce­nas en la que por un instante la pantalla queda toda en negro para volver a abrirse ya en la nueva esce­na. Una toma clásica.

Hace un año, en estas mismas fechas, Galimatías relató las peripecias de este columnista y “un su acompañante” en el Maratón de Aguas Abiertas de Bacalar. Como entonces relaté, la adrenalina de la competición es indescriptible y adictiva. Para este 2023 nos preparamos mucho mejor y hacia allá partimos entusiastas el viernes dieciséis pasado. Cuatro am.

El camino hacia Villahermosa es una autopista en algún sentido ya sa­turada. Docenas de camiones de carga la recorren, particularmente de noche y madrugada. Avanzamos. Pasamos la primer caseta. Enseguida un tramo angosto. Quien escribe este relato va al volante: Noventa kilómetros por hora. No más. De pronto fundido a negros. El blackout de este road movie parece una eternidad. Al volver, en la escena aún está oscuro. Ruidos de motor por todos lados, luces de camiones y autos iluminan sombríamente el sitio; se es­cucha una voz en off que grita “están muertos”, el vehículo lleno de polvo, extrañamente retorcido, yo inconscien­te, mi compañero de viaje intenta des­pertarme, al mismo tiempo que alguien intenta abrir la puerta maltrecha a mi lado izquierdo. Finalmente despierto, trato de orientarme. Al ver el caos pien­so: “caray, chocamos”, hay que resolver el “golpecito” y seguir rumbo a nuestro reto acuático. Lo pienso sin saber.

Mi milagroso y anónimo rescatista consigue abrir la puerta y me saca. Pre­tendo caminar y el dolor es agudo y en todo el cuerpo. Piernas, pies, espalda y abdomen. Escurre sangre de mi brazo izquierdo y siento astillas de cristal en el antebrazo derecho. También tengo lesiones en la cabeza. Mi mente ajusta su perspectiva, “caray, creo que no estu­vo tan leve”, lo pienso mientras intento identificar el dolor en mi cuerpo. Salgo “caminando” con auxilio pero el dolor es intenso. Camino unos pasos que pare­cen kilómetros, volteo y veo el vehículo. Apenas ahí empiezo a dimensionar el milagro: volvimos a nacer. La góndola y la parte del asiento trasero compacta­dos en un acordeón de láminas y fierro. Al frente, el motor destruido y también compactado, piezas regadas por todos lados, gasolina y aceite en el pavimento. Una llanta desprendida atorada cuatro metros arriba, en el muro de contención. Apenas, deus ex machina, la cabina mí­nimamente a salvo para a su vez salvar­nos la vida. Empiezo a dimensionar.

Lo posterior es confuso: por mi pie subo a la ambulancia; Se va y nosotros permanecemos ahí. Una, dos, tres horas. No lo sé. Finalmente llega otra cama­da de ángeles para socorrernos. Por fin vamos rumbo al hospital. Valoración general: mi acompañante con lesiones en un pulmón. Conmigo contusiones múltiples y profundas; nada que com­prometa la vida. Reitero: un milagro.

¿Qué sucedió? Un trailer sin frenos nos embistió por detrás en el kilómetro 156. Nos arrastró algunos metros hasta aventarnos al muro de contención donde impactamos, ahora de frente, rebota­mos y giramos hasta quedar atravesa­dos transversalmente en medio de la carretera.

Ciertamente los aventureros no pu­dimos llegar este año a Bacalar. Pero ga­namos la vida.

Oximoronas 1. Gracias a los ángeles de Bachoco, primeros rescatistas. Gra­cias al Delegado Aguilar Castillejos y a su equipo, segundos rescatistas. Gracias a todo el equipo que me toca encabezar, terceros rescatistas. Gracias también a todos los amigos y familia que se han hecho incondicionalmente presentes en estos días. Ahora queda recuperarse pronto, porque solo se vive una vez.

Oximoronas 2. La descripción del momento del impacto se nutre del relato de mi acompañante Chusín, quien ja­más perdió el sentido. Yo, como expuse, no recuerdo nada.

Oximoronas 3. Yo iba a ganar Ba­calar, pero me chingué la rodilla. Nos vemos en 2024.

gomezpanana@hotmail.com

Discussion about this post

Ultimatum Chiapas

© 2025 Editorial MOSA
Sitio creado por XION Tecnologías.

Navegación

  • Aviso de Privacidad

Redes Sociales

No Result
View All Result

© 2025 Editorial MOSA
Sitio creado por XION Tecnologías.