Es nativo de la región y de gran relevancia cultural, ha despertado año con año el interés tanto de expertos en micología como de chefs reconocidos por su innovación gastronómica
Juan Leyva/Ultimátum
TGZ
En esta temporada de lluvias en el estado de Chiapas, una especie de hongo conocido como “Moní” (Amanita Chiapensis), es un hongo nativo de la región y de gran relevancia cultural, despertado año con año, el interés tanto de expertos en micología como de chefs reconocidos por su innovación gastronómica.
El hongo Moní es característico de las zonas boscosas y montañosas de Chiapas, donde se desarrolla en simbiosis con las raíces de los árboles. Presenta una apariencia distintiva con su sombrero de tonos marrones y su tallo alargado y esbelto. Su sabor y aroma únicos lo convierten en un ingrediente excepcional para la gastronomía local.
En el pintoresco ejido de Copoya, ubicado en el municipio de Tuxtla Gutiérrez, la llegada de la temporada de lluvias trae consigo una tradición muy arraigada entre sus habitantes: la recolección del hongo comestible conocido como Moní. Este, crece en los campos y terrenos de Copoya, entre la tierra y las hojas secas del árbol de nangaño o nangañal. Durante décadas, los pobladores de esta región han disfrutado de la recolección de este hongo silvestre, que se considera un tesoro culinario y forma parte de la identidad gastronómica de la zona.
Este hongo ha generado un gran entusiasmo en la comunidad culinaria de la región, ya que el hongo Moní ofrece una amplia gama de posibilidades en la creación de platillos innovadores y sabrosos. Chefs y cocineros locales han comenzado a explorar las cualidades organolépticas de este hongo, y han logrado elaborar recetas extraordinarias que resaltan su sabor y textura. Entre los platillos que se pueden cocinar con el hongo Moní, destacan:
1. Risotto de Moní:Un delicioso arroz cremoso, cocinado con caldo de hongos y aromatizado con hierbas frescas, que realza el sabor terroso del Moní.
2. Ensalada de Moní asado: El Moní asado se combina con una selección de hojas verdes, nueces crujientes y un aderezo de vinagreta de cítricos para crear una ensalada llena de contrastes de sabores y texturas.
3. Pasta con salsa de Moní: Una pasta al dente, acompañada de una rica y cremosa salsa de Moní, sazonada con especias aromáticas y queso rallado.
4. Tacos de Moní con guacamole: El Moní se saltea con cebolla, ajo y especias, luego se sirve en tortillas de maíz recién hechas y se acompaña con un guacamole fresco y picante.
5. Sopa de Moní con hierbas: Un reconfortante caldo de hongos, enriquecido con trozos tiernos de Moní y aromatizado con una mezcla de hierbas frescas de la región.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo el hongo Moní puede elevar la gastronomía chiapaneca a nuevos niveles de creatividad y exquisitez. Su versatilidad culinaria permite experimentar en diferentes preparaciones, fusionándolo con otros ingredientes locales para realzar aún más su sabor.
María Jiménez Tevera, una habitante local y cocinera zoque. Argumenta que en estas fechas siempre llega al punto de recolección donde se encuentra una abundante cantidad de Moní. La Aparición del Moní en estas temporadas de lluvias, no solo causa impacto en el aspecto culinario de la comunidad de Copoya, sino también en la economía y tradiciones. Muchas familias locales dependen de la venta de estos hongos para complementar sus ingresos, y la producción de platillos a basa del hongo, representa un beneficio para la economía doméstica.
El hongo Moní ha sido utilizado desde tiempos ancestrales en la cocina tradicional dela región, aportando un sabor y aroma únicos a los platillos típicos. Pero, además de su valor gastronómico, el hongo Moní tiene un papel significativo en la cultura y tradiciones de Chiapas. Durante siglos, ha sido utilizado en la medicina tradicional de la región debido a sus propiedades nutricionales y beneficios para la salud. Con el descubrimiento y la descripción del hongo Moní, se abre un mundo de posibilidades para la cocina chiapaneca. Este tesoro gastronómico promete deleitar los paladares más exigentes y enriquecer la identidad culinaria de la región, al tiempo que impulsa la conservación y valorización de los recursos naturales locales.