Ebullición política; ¿qué sigue?
Víctor Manuel Cruz Roque/Ultimátum
El calentamiento geopolítico electoral del país en grado de ebullición, y uno de los factores de este aumento de la temperatura es el factor presidencial, con todo su peso y lo que representa. Hay una evidente intromisión del jefe del Ejecutivo Federal en el proceso sucesorio, y esa actitud contraviene lo que el propio Andrés Manuel López Obrador reclamaba en sus tiempos de opositor.
El llamado Grupo Plural del Senado, se ha encargado de revivir esas expresiones que implacablemente caen en su destinatario, como por ejemplo las siguientes exigencias emitidas por AMLO cuando le reclamaba a Vicente Fox en su segundo intento por ocupar la silla más importante del poder. “El Presidente de México debe actuar como hombre de estado, como estadista, no debe comportarse como jefe de partido, de facción o de grupo. El Presidente debe representar a todos los mexicanos. El Presidente debe ser factor de concordia y de unidad nacional. El Presidente no puede utilizar a las instituciones de manera facciosa, ni para ayudar a sus amigos ni para destruir a sus adversarios”.
EL FRENO DEL INE
El Instituto Nacional Electoral ha emitido dos resolutivos contundentes: En el primero le ordena al presidente López Obrador que evite pronunciarse en ningún sentido, sobre los aspirantes a sucederlo, tato los de su propio partido llamadas “corcholatas” así como de los opositores, y particularmente sobre Xóchitl Gálvez, quien durante 9 días consecutivos ha sido blanco de las expresiones descalificadoras desde La Mañanera.
La segunda del menguado árbitro, va dirigido a los prospectos morenistas, a quien les ordena no hacer actos abiertos, sino que deben restringirse a los militantes de este partido, en espacios de sus representaciones y que eviten hacer proselitismo electoral.
Respecto a la primera, la respuesta no se hizo esperar con el argumento que no había sido notificado de ese resolutivo: “Me quieren silenciar, no quieren que yo hable, pero dónde queda la libertad de expresión, el derecho de réplica y el derecho a disentir; caso no son principios básicos de la democracia?, espetó un López Obrador visiblemente molesto y retador, y nuevamente arremetió contra Xóchitl Gálvez a quien acusó de haber recibido contratos por mil cuatrocientos millones de pesos en los últimos años, incluidos de algunas dependencias de la presente administración.
Pero la aludida respondió que va a llevar al terreno de lo penal el asunto y lanzó un dardo envenenado y retó al presidente para que compruebe sus afirmaciones, y si lo hace, ella deja sus pretensiones y renuncia a la candidatura, pero si no ocurre así, que el que debe renunciar es el presidente.
LA EBULLICIÓN
Si esto está sucediendo cuando aún no existen definiciones precisas, es de preverse qué ocurrirá en tiempos cuando arrecien las campañas y los electores ya posean figuras visibles, porque obviamente van a recrudecerse los ataques, las descalificaciones, las insidias y todo tipo de excresencias que, es de esperarse vendrán con todo, hasta lo no deseable, pero si previsible.
Y sobre lo ordenado por el INE a las corcholatas para que circunscriban sus actividades a formas específicas en el ámbito partidista interno, en las próximas horas se esperan las respuestas de la dirigencia nacional de MORENA así como de los aludidos. Veremos de qué tamaño es su respeto a las leyes vigentes.
Es todo, gracias.
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