¿Son limpias las energías limpias?
Amado Ríos Valdez/Ultimátum
Ante la grave crisis climática mundial ocasionada por la humanidad y principalmente por el consumo excesivo de combustibles fòsiles desde el siglo 19, pero significativamente desde 1950, la producciòn de energìa a partir de fuentes limpias e inagotables como la solar, la eòlica, la hídrica y la geotérmica, ha significado una alternativa cada vez màs confiable y barata. Sin embargo, como ocurre con toda nueva tecnología, la generación de energía a partir de fuentes no fòsiles, ha enfrentado diversos problemas y retos que debe superar para convertirse en alternativas efectivamente limpias.
Debo decir en principio que estoy a favor y muy convencido de que debemos abandonar cuanto antes el consumo de combustibles fósiles para producir energía si queremos evitar los graves daños que se sabe que se están generando por el calentamiento del planeta y los gases de efecto invernadero. No obstante, no podemos cerrar los ojos ante los problemas ecológicos y las contradicciones que han ocurrido en los últimos 10 años en la difícil transición energética.
LAS GRANDES EMPRESAS PETROLERAS Y SU LOBBY ANTI ENERGÍAS LIMPIAS
El primer obstáculo y el más poderoso es sin duda la presión económica, política y tecnológica que ejercen las enormes compañías petroleras como Exxon, Shell, British Petroleum, etc. Solo hay que mirar el lobby anticientífico y negacionista del cambio climático que ejercen en los Estados Unidos, principalmente en Texas y otros estados en ese país.
Estas empresas han presionado para frenar o ralentizar la transición a las energías limpias, han invertido para promover la idea de que no son los combustibles fósiles, es decir, su fuente de capital, la principal causa del calentamiento global y la crisis climática mundial. Han presionado a gobiernos, universidades, centros de investigación, empresas y han intentado lavarse la cara con acciones globalmente insignificantes para frenar este grave fenómeno mundial.
Las evidencias científicas son sólidas y se ha documentado ampliamente que la producción de energía a partir de combustibles fósiles es la principal causa del cambio climático global, ya que es responsable de más del 75% del total de emisiones globales de gases de efecto invernadero y cerca del 90% de todas las emisiones de dióxido de carbono.
RETOS DE LAS ENERGÍAS LIMPIAS
Uno de los problemas asociados con la producción de energías limpias es la ubicación de las infraestructuras. Proyectos de energía eólica y solar a gran escala a menudo requieren grandes extensiones de terreno, lo que puede afectar ecosistemas sensibles y áreas de conservación. Para evitar este problema, es esencial llevar a cabo evaluaciones ambientales exhaustivas y considerar la ubicación de estas instalaciones de manera más estratégica.
Además, la producción y el desmantelamiento de paneles solares, turbinas eólicas y baterías de almacenamiento generan residuos electrónicos que pueden ser difíciles de reciclar correctamente. Para superar esta dificultad, es necesario invertir en tecnologías de reciclaje más eficientes y promover prácticas de reciclaje adecuadas para reducir el impacto ambiental.
Otro desafío es la dependencia de ciertos materiales raros y costosos utilizados en la fabricación de tecnologías de energía limpia, como es el caso del litio en la producción de baterías para vehículos, teléfonos celulares y computadoras portátiles. La extracción de estos minerales puede causar degradación ambiental y conflictos sociales. Para evitar esta situación, se debe investigar y desarrollar alternativas sostenibles para los materiales críticos o buscar formas de reciclar y reutilizar estos recursos.
La generación intermitente de energía por parte de fuentes renovables, como la solar y la eólica, también plantea desafíos para mantener una red eléctrica estable y confiable. Una solución es invertir en sistemas de almacenamiento avanzados, como baterías de alto rendimiento y tecnologías de almacenamiento térmico.
Asimismo, la implementación de proyectos de energía limpia puede generar impactos en la vida silvestre, como colisiones de aves con turbinas eólicas o el bloqueo de pasajes migratorios de peces en centrales hidroeléctricas. Es crucial realizar estudios de impacto ambiental sólidos, honestos y bien documentados y aplicar tecnologías de mitigación para minimizar estos efectos negativos.
Otro de los mayores retos para la producción de energías limpias es el costo. A menudo, las tecnologías de energía limpia son más caras que las tecnologías de combustibles fósiles. Esto puede hacer que sea difícil para los países en desarrollo adoptar estas tecnologías. Además, la producción de energía limpia a menudo requiere grandes inversiones iniciales en infraestructura y tecnología.
Otro desafío importante es la falta de infraestructura adecuada para la producción y distribución de energía limpia. Muchos países no tienen la infraestructura necesaria para producir y distribuir energía limpia a gran escala. Esto puede hacer que sea difícil para los países adoptar estas tecnologías.
A pesar de todos sus problemas y retos no debemos ceder en la lucha por la transición energética pues de ello depende que logremos frenar la crisis climática mundial. Las energías limpias son, sin duda, una mejor alternativa a los combustibles fòsiles.
¿Y CÓMO VAMOS A NIVEL MUNDIAL?
A nivel global los esfuerzos hacia las energías limpias es muy disparejo. Los países líderes en energías sostenibles son: Suiza, Dinamarca, Suecia, Austria, Reino Unido,Canadá, Noruega y Nueva Zelanda. Alemania es el líder mundial en la producción de energías renovables y ha logrado cubrir casi al 100% la demanda eléctrica de su país con el uso de energías renovables. Costa Rica también está muy cerca de conseguir abastecer el 100% de la electricidad que consume el país con fuentes renovables. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, al día de hoy los combustibles fósiles todavía representan más del 80% de la producción de energía.
¿México? Estamos lejos de cumplir con nuestros compromisos mundiales establecidos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) en París en el 2015. De esto trataremos en nuestro próximo artículo de Ecología Humana.
amado.rios@gmail.com