José Antonio Molina Farro/Ultimátum
“La libertad de
prensa no es
parte de la democracia:
es la democracia”.
Fue una pieza oratoria magistral. No aderezó, no matizó, no presentó una visión idílica o disfrazada de la realidad. No hubo excentricidades ni afirmaciones escandalosas. Sus reflexiones, vaya, cuán subversivas e irreverentes, con la profundidad y lucidez de un profesional del periodismo edificante y crítico. Amet Samayoa Arce, Director General del periódico Ultimátum en su sexto aniversario, hizo aseveraciones contundentes, punzantes, ante personalidades del gremio periodístico, políticos, intelectuales, dirigentes partidistas, poetas, artistas y servidores públicos de diferentes signos ideológicos. Amet habló sin vanidades ni elocuencia loresca, lo hizo para comunicar, no para conmover o adular. Demasiado escéptico para ser respaldado por los moralistas, demasiado liberal para ser secundado por los populistas o quienes abrazan sus causas. Vean esto. “La libertad de expresión y la libertad de prensa constituyen la piedra angular de toda sociedad libre y democrática…Por desgracia, siguen produciéndose ataques contra la libertad de prensa. Periodistas y empleados de los medios son detenidos, secuestrados e incluso asesinados por el simple hecho de ejercer este noble oficio”. Al expresar sus condolencias y solidaridad con familiares y amigos por estos horrendos actos, dijo contundente: “no sólo afectan a las víctimas sino también erosionan los fundamentos de las sociedades libres y democráticas”. Exigió un ejemplar castigo a los responsables.
“La transformación democrática del país, ha consolidado ostensiblemente la libertad de expresión. Su mayor ganancia es el debate público sobre los grandes temas nacionales, su saldo negativo es la proliferación de la injuria, la descalificación ad hominem y la recurrencia intencionada de las falsas noticias. La abolición de la frontera entre lo importante y lo estridente, alimentan la polarización política y la confusión mental”. Subrayó que desde su fundación, Utimátum no ha permanecido indiferente a las profundas desigualdades de Chiapas, menos aún a las preocupaciones y exigencias de una sociedad avasallada por la inseguridad, el miedo y la violencia”. Fue puntual en advertir los efectos del cambio climático, en su mayoría de origen antropogénico. “Sequías intensas y prolongadas, inundaciones, incendios forestales, aumento del nivel del mar, derretimiento de los glaciares, huracanes y tormentas, etc.” México, dijo con pesar, “se ubica entre los primeros 15 países emisores de gases de efecto invernadero”.
Sin tapujo reconoció, por considerarlo de justicia, “las políticas públicas de fuerte orientación ambientalista, de la administración municipal de Tuxtla Gutiérrez, mismas que les han merecido reconocimientos nacionales e internacionales por combatir con eficacia este terrible flagelo. Torpe sería el no reconocer, en Tuxtla Gutiérrez, una fuerte voluntad política, traducida en hechos, para conciliar el necesario crecimiento económico para el bienestar social, sin ocasionar daños irreversibles al medio ambiente”… “Un objetivo mayor de Ultimátum, más allá de su deber de informar, es contribuir a restablecer el tejido social como una apuesta por la paz, y que hoy está desgarrado por el miedo, la violencia y la incertidumbre que se han enseñoreado en nuestro país”. También apostó por “la necesidad de construir una sociedad más justa y solidaria, con oportunidades de educación de excelencia, empleo decente y salario digno para nuestros jóvenes”. Agregó. “Ese es nuestro reto. El presente está preñado de futuro. Generar propuestas que contribuyan a construir ciudadanía y a despertar una consciencia social crítica y participativa”.
Concluyó. “Hoy nuestro país y el mundo viven cambios de dimensión civilizatoria, tiempos nuevos en que la sociedad ha dejado de ser una espectadora pasiva, para participar de forma proactiva, exigente y crítica en los grandes temas de la agenda nacional. La familia Ultimátum es protagonista irreductible en este proceso. Conscientes de los vertiginosos cambios tecnológicos, nos adaptamos a las aplicaciones y dispositivos que facilitan la posibilidad de informar en vivo y en directo, con ética y honradez, sobre los acontecimientos de que somos testigos, modificando nuestra interacción con el público”.
Vemos pues que, en Ultimátum, la libertad de expresión es una realidad. El debate antes y después de la publicación sobre quien tiene razón y quien se equivoca, no son síntoma de contradicción en el pluralismo, sino su esencia y virtud. Concluyo con reflexiones de Mark Thompson: “el periodismo es un artefacto cultural complejo, dada su profunda y sincrónica conexión con la política, la sociedad y la cultura en general. La mayoría de las noticias no son informaciones sobre un acontecimiento aislado, sino entregas de unas transiciones y unos conflictos sociales y políticos que se prolongan en el tiempo…además de valor informativo, el lector obtiene una especie de confort, derivado de llegar a entender el enfoque de un periodista, columnista o empresa de noticias. La coherencia importa. La procedencia importa, la confianza –ganada con esfuerzo, gracias a la diligencia, el profesionalismo y unos altos estándares aplicados a lo largo de los años-importa más que cualquier otra cosa”.
Enhorabuena familia Ultimátum
jose_molinaf@yahoo.com.mx
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