Lo bueno empalaga
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
Comerciantes y hoteleros que se encuentran ubicados en la periferia del parque jardín de La Marimba han manifestado su inconformidad por las obras de rehabilitación que se ejecutan en ese centro de recreación familiar. Dicen que bajarán sus ventas y ocupación.
Las obras, sin lugar a dudas, siempre van a causar malestar a alguien, eso es inevitable, pero siempre son para bien de la población.
Regularmente se critica el ejercicio de gobierno cuando está mal, pero también es digno de reconocer el trabajo que se hace bien.
En Tuxtla Gutiérrez, el alcalde Carlos Morales Vázquez lleva cinco años en el cargo porque fue electo en 2018 y reelecto en 2021.
Si la mayoría de los tuxtlecos le dieron la confianza de su voto para un segundo período en la presidencia municipal, por algo será.
Hacemos este comentario porque primero habría que señalar que el parque jardín de La Marimba se construyó en 1993, no para que incrementarán sus ventas los comerciantes ni para que se llenaran los hoteles, sino para que se recreara el pueblo.
Obviamente, a lo largo de 30 años la obra se convirtió en un centro turístico que reúne a miles de personas semanalmente y esto repercutió colateralmente en un beneficio económico para comerciantes y hoteleros de la periferia.
El asunto es claro, durante tres décadas, tanto comerciantes como hoteleros han sido beneficiados por esa obra que se inauguró siendo alcalde de Tuxtla Julio César García Cáceres y gobernador del estado Patrocinio González Garrido.
Entonces, es necesario que a estas alturas pongan algo de su parte (simplemente comprensión) para mejorar la imagen de la ciudad con trabajos de remozamiento del lugar que, según el cronista oficial de Tuxtla Gutiérrez, José Luis Castro Aguilar, lleva el nombre por gestiones de la poeta Elena Arévalo Moreno de Cancino.
Es decir, si Morales Vázquez, a través de la consulta popular decidió rehabilitar este emblemático lugar, no fue para causarle un daño a los vendedores de la zona ni a empresarios de cualquier rubro. Fue para mejorar e impulsar el desarrollo de la capital tuxtleca.
Si nos vamos a observar otras cosas, veremos que además Carlos Morales no es una persona autoritaria que imponga las cosas que se le ocurren, sino más bien le preguntó a la gente, a todos aquellos jóvenes de ayer, de hoy y de siempre; de música y baile, de conquista y de noviazgo otoñal que por generaciones han bailado al ritmo de innumerables orquestas que se han presentado en ese centro de recreación.
Señores comerciantes y hoteleros, los más beneficiados serán ustedes después de que se concluyan los trabajos porque las obras a realizarse embellecerán más el lugar y brindarán seguridad a los paseantes y bailarines que a diario visitan el parque. Solo tienen que poner un poco de comprensión y listo.
¿Qué pasaría si el alcalde tuxtleco fuera autoritario y en vez de remodelar, sin preguntarle a nadie, hubiera decidido cambiar la sede del parque a la Plaza Central? Eso sí sería grave, pero está visto que lo único que pretende es la mejoría del lugar, el bienestar para el pueblo y el beneficio para los negocios establecidos en el lugar.
Ojalá y lo entiendan, además de que no se dejen manipular por intereses políticos que muchas veces están detrás de este tipo de “inconformidades”. Sasso89@hotmail.com