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Home Opiniones IDENTIDAD POLITICA

IDENTIDAD POLÍTICA

2 de agosto de 2023
in IDENTIDAD POLITICA, Opiniones
IDENTIDAD POLÍTICA
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Ambición de poder y especulaciones de atentados

José Adán Altúzar Figueroa/Ultimátum

La ambición de po­der y el acceso a la administración de recursos públicos, de grupos diametralmente opuestos ideológicamente, trae consigo la nula voluntad de actuar democráticamente.

Al analizar con detalle lo sucedido en la última elec­ción federal reciente en el año 2018, en la que estaba en jue­go, (como ahora en el próxi­mo 2024), la Presidencia de la República, Gubernaturas, Senadurías, Diputaciones Federales, Diputaciones Lo­cales y Presidencias Munici­pales, en esta última, según analistas políticos, donde se gesta la mayor lucha por ac­ceder al poder, que divide a familias, amigos y todo aquel que no comulga con tal o cual aspirante. De esto ahondare­mos más adelante.

Cabe destacar que, no obstante el alto nivel de vio­lencia sucedido en el proceso electoral del 2018, este trajo como resultado un proceso, en el que el electorado tuvo la oportunidad histórica, de elegir a un candidato a la pre­sidencia de la república, que no era producto de los grupos de poder político y económi­co de México, fue, designado candidato por una fuerza po­lítica emanada de la integra­ción de varias organizaciones sociales nacionales, teniendo como resultado la elección de un ciudadano mexicano que obtuvo la primera ma­gistratura del país, mediante un proceso electoral auténti­camente democrático, ya que más de 30 millones de mexi­canos elegimos en las urnas a nuestro actual presidente.

Este proceso parece ir por el camino del ejercicio de la violencia en y durante los co­micios, con el propósito de influir, alterar o consolidar ciertas tendencias y fuerzas políticas. Explorar ahora la problemática de la nueva vio­lencia político-electoral, a la luz del examen de las vota­ciones de 2018 y los aconteci­mientos recientes en algunos estados del País, es ya preocu­pante y a la luz de los exper­tos, necesario para advertir y pugnar por la conciencia so­cial, que ese no es el camino para acceder a un desarrollo político y económico urgente para las nuevas generaciones.

Basta analizar lo sucedido durante las campañas políti­co-electorales, en los estados de Coahuila y de México. La violencia verbal, las burlas al juzgar la apariencia física del candidato, algo ruin, fuera de lugar y los enfrentamientos; durante las comparecencias llamados debates, de lo que se deriva en acusaciones de uno y otro, para dañar la imagen de este, dejando el escenario como un campo de batalla que irremediablemente se reflejó el día de la jornada, con los resul­tados que ahora conocemos.

En años recientes la vio­lencia en los procesos po­líticos y en las elecciones; está compuesto por varios sucesos: Un incremento del uso de los recursos ilícitos y violentos en procesos elec­torales. Abundantes y evi­dentes formas complejas del uso de recursos públicos, de corrupción y algunas formas de coerción del voto, y la in­tervención de algunas orga­nizaciones criminales en los comicios y en la integración de equipos de trabajo, sobre todo en los ayuntamientos municipales.

Casos notorios de violen­cia política durante procesos electorales en México han ocurrido en el siglo XX, pe­ro también durante la tran­sición política y en los años posteriores a la alternancia presidencial. Desde enton­ces se han producido asesi­natos que han complicado las elecciones y la integración de gobiernos. Recordemos el asesinato del candidato del Partido Revolucionario Insti­tucional (PRI) a la Presiden­cia de la República en 1994 o, en otra escala y momento, el del aspirante del PRI a la gubernatura de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, el 28 de junio de 2010. A partir de en­tonces hemos registrado nu­merosos homicidios, secues­tros, amenazas y otros actos ilícitos contra candidatos a todos los puestos electivos, por citar solo dos de gran re­levancia política, ya que eran candidatos en campaña.

Del resultado de esta re­ciente elección en los estados de Coahuila y México, se dice reiteradamente que será el termómetro político, el par­te aguas para las inmediatas decisiones que se avecinan, aunado a ello, se dice tam­bién que para la integración de los congresos federales, a nadie conviene un conflicto entre poderes, prueba de ello es lo que ahora se vive con uno de ellos, el poder judicial en pleno enfrentamiento con el poder ejecutivo, nunca antes visto, pero que ahora se es­cuda en los nuevos tiempos políticos y como parte de la transformación democrática que enfrenta el país.

Hemos visto, que, para acrecentar los conflictos polí­ticos, frecuentemente se suce­den deslealtades políticas, que, aparte de ser juzgadas por los ciudadanos, también trae con­sigo enfrentamientos verbales y físicos entre los actores. El hecho de provocar al electora­do de esa manera, pone en ries­go cualquier proceso electoral que se pretenda organizar.

Lo sucedido recientemen­te entre un grupo de periodis­tas destacados en el ámbito nacional, es verdaderamente preocupante. La acusación directa al presidente de Mé­xico, respecto al riesgo que corre una aspirante a suce­derlo es por demás temerario, la respuesta de AMLO, no se hizo esperar…”y quiero hacer un llamado a nuestros adver­sarios, para que se tranquili­cen, porque han ido fallando sus pronósticos, y cada vez se enojan más”…”nuestros ad­versarios están fuera de sí, es­toy por ejemplo, constatando una campaña que acaban de echar a andar, muy irrespon­sable, perversa, ruin, de ma­las entrañas y riesgosísima, están difundiendo que si le pasa algo a un periodista, a un aspirante a la presidencia, va a ser culpa mía, pero esto lo esta diciendo López Doriga, la señora Pages, Aguilar Camín, Riva palacio, toda esta gente de los medios de manipula­ción, vinculados a Salinas de Gortari, que les decimos, que nosotros no actuamos de manera perversa, que somos partidarios, seguidores de la doctrina del amor al próji­mo, que desde que estoy en la presidencia, no he ordena­do reprimir a nadie, , que lo mas importante es llevar a cabo la transformación que necesita el país, de manera pacífica, de manera demo­crática y que estoy acostum­brado a luchar por esa vía, y enfrentar a los adversarios en buena lid, no con el uso de la fuerza, no con trampas, no de manera inmoral, si llegue hasta donde estoy, es porque conserve de manera inaltera­ble mis principios, no llegue dejando trozos, de dignidad en el camino, tengo autoridad moral y si los exhorto a que hagan una reflexión sobre sus actos, que no procedan de ma­nera vil, que no necesitamos reprimir a nadie, ni lo hemos hecho nunca por convicción, ni políticamente necesitamos reprimir a ninguna persona, afortunadamente contamos con el apoyo del pueblo, tene­mos un gran respaldo de la mayoría de los mexicanos…”

Para ambos casos, acu­sadores y acusado, son teme­rarias, de continuar con este discurso las consecuencias serían lamentables. ¿Existe la necesidad de que el gobierno en turno atente en contra de alguna representación políti­ca o de comunicación? ¿Qué beneficios tendría para el go­bierno victimizar a algún actor político?

Por otra parte, y no menos importante, después de cono­cer los resultados electorales de los Estados de México y Coahuila, es de gran preocu­pación el porcentaje de abs­tencionismo en ambos esta­dos. La lectura es, no votar por ninguna de las dos can­didatas visibles, esto deriva­do de las acusaciones mutuas de actos de corrupción y por lo que representan, aunado a ello, la falta de interés de algunos ciudadanos por par­ticipar en política electoral, desdeñando el trabajo políti­co de los candidatos y la tarea de organización del Instituto Electoral. El costo financiero para organizar una jornada electoral es muy alto. (Motivo de análisis en otra entrega).

jaltuzarf@hotmail.com

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