Más fácil cruzar el Darién que pasar por México
Ricardo del Muro/Ultimátum
Dicen los migrantes venezolanos que es más fácil cruzar el Darién que pasar por México. Esta afirmación se repite en testimonios de prensa, pero se debe a que la selva, ubicada en la frontera entre Colombia y Panamá, es una de las rutas migratorias menos vigiladas, pero también, una más peligrosas que existen.
Muchos migrantes mueren en el trayecto sin que haya un número oficial de decesos por la falta de denuncias y el abandono de los cuerpos. El año pasado fuero encontrados 80 cuerpos en la selva del Darién y en lo que va de este año se han localizado 27 cadaveres, según datos de las autoridades panameñas, pero el cruce de migrantes por este lugar sigue en aumento, registrando una cifra récord de 248 mil 901 migrantes ilegales en el transcurso de este año.
Le llaman el Tapón del Darién, porque allí se interrumpe la carretera Panamericana, el ambicioso proyecto concebido en 1923, para comunicar el continente Americano, desde Prudhoe Bay, en Alaska, hasta Ushuaia, en Argentina.
Pero la carretera nunca pudo vencer a la selva; en el cono sur se interrumpe al norte del departamento colombiano de Chocó, mientras que en Panamá termina en el pueblo de Yaviza, todavía a unos 97 kilómetros de la frontera con Colombia.
En esta enigmática zona de aproximadamente 130 kilómetros entre Panamá y Colombia, la frondosa selva pudo más que el progreso y la modernidad. La espesura de la naturaleza convierte cualquier proyecto en un reto muy complejo para la ingeniería civil. No sólo hay que atravesar cientos de kilómetros de selva y alta maleza, sino también intrincados ríos, cerros y pantanos que la vuelven inaccesible.
En contraste con otras rutas, incluyendo las marítimas, que están cada vez más custiodadas, la selva de Darién es un terreno difícil para la vigilancia de las autoridades, ideal para el tráfico de drogas y esta ruta también es el último recurso para los migrantes que buscan llegar al norte del continente.
La travesía puede durar hasta diez días o más, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Al recorrer el trayecto a pie o en medios de transporte poco seguros (barcas de madera, por ejemplo), las personas son vulnerables a temperaturas de hasta 35 grados centigrados, deshidratación, enfermedades (como el dengue y la malaria), ataques de animales salvajes y ahogamientos en los rápidos de los ríos.
ACNUR informa que es habitual que estos migrantes lleguen a comunidades indígenas remotas, exhaustas y necesitadas de atención médica. Sin embargo, el Tapón del Darién también posee peligros que van más allá de la naturaleza. La región se ha convertido en escenario de grupos delictivos que extorsionan, asaltan y cometen abusos sexuales contra los migrantes.
El gobierno de Panamá señaló que hasta julio de este año, el número de migrantes irregulares que han cruzado la peligrosa selva del Darién, ha llegado a una cifra récord de 248 mil 901 personas. Este número supera el registrado durante todo el año anterior, cuando ingresaron al país 248 mil 284 migrantes. Las autoridades panameñas estiman que al finalizar el año se llegue a los 400 mil migrantes.
El reporte del Ministerio de Seguridad Pública de Panamádestaca que la mayoría de los migrantes que han cruzado por el Darién en 2023 son venezolanos (136,650), seguidos por ecuatorianos (34,357), haitianos (34,082), colombianos (8,183), e indios (3,299).
Es un camino peligroso, pero en la selva no hay vigilancia, y aquellos que han tenido la suerte de cruzarla sin incidentes, se encuentran con otro “tapón” al llegar a la frontera mexicana.
“La selva es dura pero ya sabes a lo que te enfrentas, en cambio México es como un juego de estrategia y te enfrentas a cualquiera: cárteles, migración, policía y hasta con los mismos migrantes”, señaló un migrante, llamado Enrique a una reportera de la BBC.
“Preferiría cruzar la selva 10 veces antes que volver a tener que pasar por México”, manifestaron otros migrantes, integrantes de la familia Palmar Hernández, entrevistados hace un año por un reportero del periódico El País. Eran 24 personas – 18 adultos y seis niños – que salieron de Caracas el primero de septiembre de 2022 huyendo de la falta de oportunidades y la persecusión política por parte del gobierno de Nicolás Maduro. “Pasamos el Darién rápido. Panamá y Costa Rica también”, pero fueron detenidos en Arriaga (Chiapas) y para el día en que fueron entrevistados ya llevaban un mes varados en México. ricardodelmuros@hotmail.com