Injustamente recluidos

Gilberto Luna/Ultimátum

SCLC

A más de un año de haber sido detenidos, cinco indígenas origi­narios del municipio de San Juan Cancúc, acusados de asesinar a un policía municipal y recientemente sentenciados a 25 años de prisión en el Cereso número 5, ubicado sobre el tramo carretero federal San Cristóbal de Las Casas-Oco­singo, la Diócesis de San Cristó­bal, organizaciones y activistas han exigido su liberación.

Señalan que las cinco perso­nas que están detenidas cuando lo único que hicieron fue ayudar al policía que se estaba ahogando en un río y lo entregaron aún con vida a las autoridades, pero luego falle­ció en manos de los uniformados.

En diferentes ocasiones, en conferencias de prensa, manifes­taciones sus familiares y amigos, así como organizaciones han exi­gido la liberación de los indígenas tzotziles, porque están seguros que son inocentes y no tienen por qué estar en la cárcel.

Lo más lamentable, conside­ran, es que ya fueron condenados a 25 años de prisión cada uno de ellos, y hasta el momento ningu­na autoridad ha escuchado las demandas de las esposas de los cinco detenidos que son: Agustín Pérez Domínguez, Juan Velasco Aguilar, Manuel Sánchez Cruz, Agustín Pérez Velasco y Martín Pérez Domínguez, detenidos el 29 de mayo de 2022.

Al respecto, el padre Marcelo Pérez Pérez, párroco de la Iglesia de Guadalupe en San Cristóbal, en entrevista dijo que como iglesia y como defensor de derechos hu­manos siempre ha luchado para que cuando alguien es inocente sea liberado, porque no es justo que paguen una condena por algo que no cometieron, mientras que los verdaderos responsables están en libertad.

“Lo primero es que nos basa­mos de la verdad y lo que hemos comprobado, junto con Frayba y la Diócesis de San Cristóbal, es que son inocentes estas cinco personas, hubo muchas irregu­laridades en su detención. No es justo que inocentes estén en la cárcel, si hay que buscar la jus­ticia ante un asesinato hay que buscar realmente quién es el que asesinó a esta persona que per­dió la vida desgraciadamente, sin embargo, no es justo que quien no lo cometió sean los que están en la cárcel. Yo tengo entendido que la persona que perdió la vida murió en manos de la policía mu­nicipal”, dijo.

Insistió que hay que buscar siempre la verdad, la Iglesia siem­pre se guía de la verdad, no desde la mentira, no desde las falseda­des, por lo que pidió a las autorida­des correspondientes investigar el caso para que estas cinco personas acusadas de homicidio obtengan su libertad y que deben de ir a la cárcel a los verdaderos respon­sables.