Infraestructura verde para las ciudades. Más árboles, menos cemento
Amado Ríos Valdez/Ultimátum
Estamos en el 2023 y parece que no hemos reparado en la importancia que tienen las áreas verdes, los árboles y la infraestructura verde para la población urbana. En la conciencia colectiva, y tristemente en muchos gobernantes, se asocia el medio ambiente, los árboles y los bosques con las zonas alejadas de las ciudades, las zonas rurales, las selvas del Amazonas o de la Lacandona. Sin embargo, las áreas verdes, los bosques y parques urbanos, los árboles urbanos, tienen una importancia suprema, más aún en un contexto de cambio climático acelerado, el incremento imparable de la temperatura global y el aumento de la población urbana.
La población que vive en ciudades en el 2023 es de 4,961 millones de personas, esto representa que el 56% de la población mundial vive en ciudades. Y esto no dejará de crecer, sino todo lo contrario: en 2030 se espera que seamos 5,487 millones de urbanitas y 6,204 millones para 2050. La ONU estima que para 2050 la población mundial sea de 9,700 millones de personas, esto implica que para ese año la población que vive en las ciudades será del orden del 63%.
Ante esta dinámica alarma que la planificación de las ciudades, cuando la hay, se centra en la vivienda, el transporte, los servicios de alumbrado, etc pero no se incluyen la creación, adaptación, mantenimiento y rescate de infraestructura verde. Peor aún, la infraestructura gris la sustentan sobre la pérdida de las áreas con bosques, parques o árboles en los espacios urbanos, suponiendo de manera ingenua o dolosa que un trasplante o una reforestación van a mitigar los terribles efectos negativos de eliminar los árboles y zonas verdes urbanas.
¿QUÉ ES Y QUÉ BENEFICIOS GENERA LA INFRAESTRUCTURA VERDE?
El aumento de las temperaturas contribuye a aumentar el estrés por calor, impulsando la morbilidad y la mortalidad. Estos efectos son particularmente marcados en las ciudades debido al exceso de superficies impermeables y al agotamiento de los paisajes naturales. Por lo tanto, se requieren medidas de mitigación para minimizar las muertes prematuras. La infraestructura verde, que incluye techos o fachadas verdes, áreas de parque ampliadas y una mayor cobertura de árboles, es una de esas estrategias, mediante la cual las temperaturas urbanas se reducen a través de la conversión de calor sensible en calor latente, provisión de sombra y mayores espacios para reducción del estrés y para mejorar la convivencia social.
La infraestructura verde es un conjunto de elementos naturales y seminaturales que proporcionan beneficios a las personas y al medio ambiente. Estos elementos incluyen parques, bosques, jardines, ríos, lagos y otras áreas que están cubiertas de vegetación.
INFRAESTRUCTURA VERDES PARA MEJORAR LA CALIDAD DEL AIRE Y EL AGUA
La infraestructura verde ayuda a mejorar la calidad del aire y el agua al absorber los contaminantes del aire, y al ayudar a recargar los acuíferos. La contaminación del aire puede causar una serie de problemas de salud, incluyendo enfermedades cardíacas, cáncer y asma. La contaminación del agua puede causar enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea y el cólera.
REDUCE LA CONTAMINACIÓN Y AYUDA A MITIGAR LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO
La infraestructura verde ayuda a reducir la contaminación al proporcionar un hogar para los árboles y otros tipos de vegetación. Los árboles y otros tipos de vegetación ayudan a absorber el dióxido de carbono de la atmósfera, y a liberar oxígeno. El dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático.
La infraestructura verde ayuda a mitigar los efectos del cambio climático al absorber el dióxido de carbono de la atmósfera, y al ayudar a regular la temperatura. Los árboles y otros tipos de vegetación ayudan a absorber el calor del sol, y a liberar agua en la atmósfera. Esto ayuda a refrescar el aire y a reducir la temperatura.
PROPORCIONA ESPACIOS PARA LA RECREACIÓN Y LA EDUCACIÓN
La infraestructura verde proporciona espacios para la recreación y la educación. Los parques, bosques y otras áreas verdes pueden proporcionar a las personas un lugar para hacer ejercicio, para relajarse y para aprender sobre la naturaleza. La recreación y la educación pueden ayudar a mejorar la salud física y mental de las personas.
AYUDA EN LA SALUD FÍSICA Y MENTAL
La infraestructura verde puede ayudar a mejorar la salud mental y física de las personas de varias maneras. La exposición a la naturaleza puede ayudar a reducir el estrés. Un estudio realizado por la Universidad de Chicago encontró que las personas que pasaban tiempo en la naturaleza tenían niveles de cortisol más bajos que las personas que no pasaban tiempo en la naturaleza. El cortisol es una hormona que se libera cuando el cuerpo está estrés.
La exposición a la naturaleza también puede ayudar a mejorar el estado de ánimo. Un estudio realizado por la Universidad de Essex encontró que las personas que caminaban en un entorno natural tenían estados de ánimo más positivos que las personas que caminaban en un entorno urbano. La exposición a la naturaleza también puede ayudar a aumentar la energía.
Un estudio realizado por la Universidad de Stanford encontró que las personas que pasaban tiempo en la naturaleza tenían niveles de energía más altos que las personas que no pasaban tiempo en la naturaleza. Por último, un estudio realizado por la Universidad de Harvard encontró que las personas que vivían cerca de parques tenían un riesgo menor de muerte por enfermedades cardíacas, cáncer y otras enfermedades crónicas.
Si logramos planificar las ciudades y poner por encima el interés público sobre el interés privado, sin duda tendríamos que incrementar las áreas y los presupuestos para la infraestructura verde. Pensar las ciudades como unas zonas para el crecimiento con base en el cemento y el pavimento solo condena a la gente que vive en las ciudades, que somos la mayoría, a vivir con un muy bajo nivel de bienestar humano.
amado.rios@gmail.com