La atención del país está centrada en la violencia perpetrada por bandas y cárteles del narcotráfico, además de feminicidios y asaltos en carreteras, por lo que la seguridad es el principal tema de los precandidatos a la presidencia de la República por el Frente Opositor y puede ser decisivo en la elección del próximo año.
El 62.3 por ciento de la población adulta mexicana, residente en 75 ciudades del país, consideró que es inseguro vivir en su ciudad, según el último reporte (junio 2023) del Inegi, mientras que el Índice de Paz México constata que la tasa nacional de delincuencia organizada ha aumentado 64.2 por ciento en los últimos ocho años.
No ha sido sorpresa que el primer foro regional del Frente Amplio por México (FAM), realizado en Durango, sus tres aspirantes presidenciales se centraran en el tema de la violencia y la inseguridad, refiriéndose al triste caso de los cinco jóvenes asesinados en Lagos de Moreno.
Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes y Santiago Creel coincidieron en calificar como “un desastre” la política de seguridad del actual gobierno y propusieron un “replanteamiento” y un “cambio de timón” inmediato que incluya contar con una Guardia Nacional de corte civil, fiscalías nombradas por la sociedad civil y terminar con la complicidad del gobierno con el crimen organizado.
En palabras de Paredes, urge un cambio en materia de seguridad, “porque si ésta sigue igual, de aquí a octubre de 2024, más de 25 mil personas estarán muertas”, advirtió.
Recordemos que, de hecho, fue Marcelo Ebrard, aspirante a candidato presidencial de Morena, quien presentó hace su mes, el Plan “ANGEL”, para “disfrutar del México más seguro de la historia” basado en alta tecnología e inteligencia artificial.
A pesar de las reacciones que generó, algunas llamándolo irónicamente “Robocop”, Ebrard planteó la necesidad de que el Estado adopte una estrategia de seguridad más enérgica, diferente a la de contención y disuasión asumida por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que se resume en la frase “abrazos y no balazos”.
Esto motivo una polémica con Claudia Sheinbaum, su principal contrincante por la candidatura de Morena, dijo que todavía no es tiempo de estar presentando propuestas, por lo que guardará las suyas para cuando llegue el momento adecuado para darlas a conocer. Pero adelantó: “No todo es tecnología, tiene que haber una estrategia integral que vaya desde las causas hasta la inteligencia y la investigación”.
Ante la imposibilidad de evadir el tema, en sus últimos mensajes, Sheinbaum destacó que siendo jefa de Gobierno, en 2022, se logró la tasa más baja de homicidios dolosos desde 1989 y “ahora la Ciudad de México se encuentra entre las siete entidades con menos homicidios por 100 mil habitantes. “Sí vamos a usar los principios de la 4T. ¡Ya lo hicimos, claro que seguiremos haciéndolo!”, escribió a través de Twitter.
Además, a través de un video explicó la estrategia implementada durante su gestión, que consta de cuatro ejes: “Atención a las causas, Más y mejor policía, Inteligencia e Investigación y trabajar en coordinación con la Guardia Nacional”.
La respuesta de Ebrard tajante: “Describes bien la estrategia que Andrés Manuel y yo diseñamos y aplicamos en la ciudad con los mejores resultados en lo que va del siglo”, dijo, y cuestionó qué sigue para mejorar la seguridad y llevar al país “al siguiente nivel”.
Está claro que la seguridad ciudadana será el tema central de las próximas campañas electorales. El número de homicidios relacionados con el crimen organizado creció de alrededor de 8 mil a más de 23 mil 500 asesinatos. Este aumento se debe en gran medida a la agresiva expansión territorial del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que desde su ruptura con el Cártel de Sinaloa en 2017 se ha expandido a 28 de los 32 estados de México.
Además de esta violencia asociada al crimen organizado y el narcotráfico, están los feminicidios, los asaltos armados en carreteras y la proliferación de pandillas de delincuentes que afectan a todo el país.
Ante esta terrible realidad, los ciudadanos ya no están conformes con discursos y promesas. Existe el peligro de que el tema de la inseguridad se convierta en “bandera” electoral y los oportunistas generen expectativas que no se puedan cumplir, pero México tiene hoy una ciudadanía politizada que, sin duda, exigirá que los candidatos presenten propuestas, políticas y programas de acción viables en materia de seguridad. Esto, seguramente, determinará el sentido de la votación. RDM