TAROT POLÍTICO

Juan y Pablo, otra vez de frente

Amet Samayoa Arce/Ultimátum

La definición de la can­didatura presiden­cial por Morena con sus partidos aliados PT y PVEM, fue esperada con ansias, ímpetu y nerviosismo por muchos actores públicos, pero particularmente por los ex gobernadores de Chiapas, Juan José Sabines Guerrero y Pablo Abner Salazar Men­diguchía. Suponemos que ambos se encontraban per­trechados y al acecho con sus respectivas corcholatas, toda vez que no debemos olvidar los amargos desencuentros y agravios ocurridos entre es­tos personajes que culminó con el encarcelamiento en “El Amate” del “Nazareno” a ins­trucción ingrata de Sabines Guerrero, no obstante a que le heredó la silla gubernamental como es sabido por todos. Le tocó perder al cónsul de Mé­xico en Orlando, Florida, Es­tados Unidos, Juan Sabines, quien unió su escasa fuerza política al ex canciller Marce­lo Ebrard. Por su parte, Pablo Salazar, se sumó al equipo de Claudia Sheinbaum, y puedo asegurarle que con o sin Anto­nio Santos está compactado al­rededor del segundo círculo de la futura presidenta de México.

GANÓ EL “NAZARENO”

Pablo Abner es un político que posee un nivel de inteli­gencia y capacidad congénita, que en cualquier rama destaca esencialmente por su percep­ción, análisis y visión de cómo encarar los grandes temas na­cionales, por ello está cerca de la Dra. Sheiunbaum. No sor­prenda que por su habilidad y destreza en el servicio público aparezca en una posición privi­legiada e importante, nacional, en un futuro inmediato. Des­pués de 17 meses de haber esta­do confinado en Cerro Hueco asumió el compromiso de no proceder a demandar a Juan Sabines Guerrero, y aunque aseguró que no serían amigos, no sería de él de quien debería de cuidarse como enemigo.

Pablo es “nazareno” y como tal cree en el perdón divino, sin embargo, en política, aún sin proponérselo no sabemos que pueda ocurrir con el des­tino del nefasto Juan Sabines. Ambos tienen poca influencia para posicionar y ensanchar un proyecto político, pues no olvidemos que Sabines no ha logrado y seguramente no podrá construir la carrera de su hijo Juan Pablo (sic) al que ilusiona verlo como la tercera generación en la gubernatura del estado, en tanto que Pablo Salazar obtuvo una pírrica vo­tación como candidato a sena­dor por la vía independiente. Lo cierto es que ahora Pablo Salazar, sin duda, volverá a la palestra política, en tanto que Sabines puede terminar en el desempleo público. Volteretas que da la vida.

DE TAROT Y ADIVINANZA

Conociendo la perversi­dad y la insidia del malévolo Juan Sabines Guerrero, de haber ganado su corcholata Ebrard ¿cómo se imagina us­ted su proceder público, ade­más con Zoé Robledo como gobernador? Ya se frotaba las manos para volver a sus andanzas de saqueo y abuso impune del erario público. Ahí lo dejamos para el co­mentario… Servidos.

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