Nuestro estilo de vida nos está matando
Amado Ríos Valdez/Ultimátum
En los últimos años, se ha observado un aumento significativo en la incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la obesidad. Estas enfermedades son la principal causa de muerte en el mundo, y su prevalencia está aumentando en todos los países, independientemente de su nivel de desarrollo.
Una de las causas principales de este aumento es el cambio en el estilo de vida actual. Las personas están viviendo cada vez más tiempo, pero no siempre de una manera saludable. El sedentarismo, la alimentación poco saludable y el consumo de tabaco, alcohol y drogas son algunos de los factores que están contribuyendo al aumento de las ECNT.
Los seres humanos, como todos los organismos vivos, tendemos al ahorro energético y a buscar el camino más rápido, más fácil y más cómodo. Nuestro cerebro más sofisticado y la interrelación social nos ha permitido desarrollar tecnologías y sistemas que nos hacen la vida más fácil tanto para producir, obtener alimentos, como para movilizarnos. No parece que haya nada que nos impida, como sociedad, como especie, ser cada vez más eficientes y tener más tiempo libre. Eso no está nada mal, lo malo es lo que hacemos con ese tiempo libre. El estilo de vida que hemos creado en este siglo 21 es cada vez más contaminante, favorece más el sedentarismo y la mala alimentación. O corregimos este rumbo o vamos irremediablemente hacia el declive de nuestra especie y nuestra civilización.
EL SEDENTARISMO
El sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo de las ECNT. Las personas que no realizan actividad física con regularidad tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2, cáncer y obesidad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas adultas deben realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa a la semana. Sin embargo, la mayoría de las personas no alcanzan estos niveles de actividad física.
LA ALIMENTACIÓN POCO SALUDABLE
La alimentación poco saludable es otro factor de riesgo importante de las ECNT. Las personas que consumen una dieta rica en grasas saturadas, grasas trans, azúcares añadidos y sal tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.
La dieta occidental, que es rica en alimentos procesados y ultraprocesados, es la principal responsable de la alimentación poco saludable. Estos alimentos suelen ser altos en calorías, grasas, azúcares y sal, y bajos en nutrientes.
EL CONSUMO DE TABACO Y ALCOHOL
El consumo de tabaco y alcohol también es un factor de riesgo importante de las ECNT. El tabaco es la principal causa de muerte evitable en el mundo, y es responsable de aproximadamente el 22% de las muertes por cáncer.
El alcohol es otro factor de riesgo importante de cáncer, y también puede causar enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y cirrosis hepática.
EL CONSUMISMO
El consumismo también está contribuyendo al aumento de las ECNT. La sociedad actual está cada vez más centrada en el consumo, y las personas están expuestas a una gran cantidad de publicidad que fomenta el consumo de productos poco saludables.
La publicidad de alimentos procesados y ultraprocesados, bebidas azucaradas y alcohol es muy frecuente, y puede influir en las elecciones de consumo de las personas.
IMPACTO ECONÓMICO
El aumento de las ECNT está teniendo un impacto significativo en la economía global. El costo de tratar estas enfermedades está aumentando, y está poniendo una presión creciente sobre los sistemas de salud.
Según la OMS, el costo global de las ECNT se estima en 3,7 billones de dólares al año. Este costo se espera que aumente en los próximos años, a medida que la población siga envejeciendo y la prevalencia de estas enfermedades siga aumentando.
ESTUDIOS CIENTÍFICOS MUESTRAN LA RELACIÓN DE LOS ALIMENTOS PROCESADOS, LA CONTAMINACIÓN Y EL AUMENTO DEL CÁNCER.
Un estudio publicado en la revista Nature en 2022 encontró que el consumo de alimentos ultraprocesados, como los refrescos, las carnes procesadas y las comidas preparadas, está asociado a un mayor riesgo de cáncer. El estudio, que se basó en datos de más de 100.000 personas, encontró que las personas que consumían más alimentos ultraprocesados tenían un 20% más de probabilidades de desarrollar cáncer que las personas que consumían menos. “Association of ultra-processed food intake with cancer risk: a prospective cohort study of 104,983 adults in France”. Fue publicado en la revista Nature el 1 de agosto de 2022.
El estudio fue realizado por un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia. Los investigadores analizaron datos de más de 100.000 personas que participaron en el estudio NutriNet-Santé. Los participantes proporcionaron información sobre su dieta durante 10 años.
Los investigadores encontraron que las personas que consumían más alimentos ultraprocesados tenían un 20% más de probabilidades de desarrollar cáncer que las personas que consumían menos. El riesgo de cáncer fue particularmente alto para el cáncer de mama, el cáncer de colon y el cáncer de próstata.
Los alimentos ultraprocesados son alimentos que han sido ampliamente transformados por la industria alimentaria. Suelen contener una gran cantidad de azúcares, grasas saturadas y conservantes.
Otro estudio, publicado en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention en 2021, encontró que la exposición a la contaminación del aire está asociada a un mayor riesgo de cáncer de pulmón. El estudio, que se basó en datos de más de 1,3 millones de personas, encontró que las personas que vivían en áreas con altos niveles de contaminación del aire tenían un 18% más de probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón que las personas que vivían en áreas con bajos niveles de contaminación del aire.
amado.rios@gmail.com