Un centenar de migrantes instaló un campamento en la Plaza del Sol, en el estacionamiento de la central de autobuses Cristóbal Colón en Tuxtla Gutiérrez. Es el primer asentamiento de ilegales que se ha establecido desde hace meses en la capital chiapaneca, ubicada a más de 300 kilómetros de Tapachula.
Unos llegan y otros reinician su peregrinar. Esto es como una estación de reposo para los grupos de migrantes que llegan desde la ciudad fronteriza, ya saturada con una población de aproximadamente 50 mil extranjeros ilegales, de donde parten las rutas migratorias hacia la frontera norte.
La crisis migratoria, para los tuxtlecos, hace mucho tiempo que dejó de ser un problema de la frontera. Cada día es mayor el número de familias de venezolanos, haitianos, salvadoreños, en fin, extranjeros, que están en las esquinas como vendedores ambulantes o solicitando la “ayuda” económica de los hermanos mexicanos. Aunque la mayoría los ayuda con algunas monedas, cada día es mayor la presencia de migrantes en las calles de Tuxtla.
El éxodo de migrantes que llega a México por la frontera sur registró este año un incremento de casi 30 por ciento respecto al anterior, de acuerdo con cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), pero la solicitud de refugio es un trámite que puede tardar hasta 45 días hábiles o más, por lo que deben de permanecer en la entidad.
No hay cifras oficiales, pero se estima que aproximadamente 5 mil personas llegan diariamente a la frontera sur de Chiapas. De ellos, alrededor de 100 mil extranjeros solicitaron asilo al gobierno mexicano entre enero y agosto; más de la mitad lo han hecho a través de la oficina de la Comar en Tapachula, ciudad fronteriza con Guatemala. Se desconoce el número exacto de las miles de personas que eluden la oficina de refugiados y, de manera ilegal, continúan hacia el norte.
Lo anterior representa una nueva cifra récord contra los más de 77 mil documentados en el mismo periodo del año anterior y más de 76 mil también en ese lapso de 2021 durante la pandemia de covid-19, año en el que se registróla cifra histórica de más de 129 mil solicitantes de asilo en el país.
Haití, Cuba y Honduras se mantienen como los países con más solicitantes desde hace tres años; este año concentran 70 por ciento de las peticiones.
La oleada se observa no sólo en las oficinas migratorias diariamente atestadas de extranjeros en busca de iniciar o continuar sus trámites, sino en plazas públicas utilizadas como dormitorios y mercados con carros llenos de víveres.
Un éxodo que puede observarse por la presencia cada vez más notoria de grupos de migrantes en las plazas y parques de Tabasco, Campeche, Oaxaca, Veracruz, Puebla e incluso en la plaza Giordano Bruno, ubicada en la colonia Juárez, en la Ciudad de México, donde están instaladas las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Lo que está sucediendo en Chiapas es semejante a lo que también se observa en otras entidades del sureste, una crisis migratoria, tema central de la reunión privada que el presidente López Obrador tuvo el lunes en Palacio Nacional con los gobernadores Carlos Merino (Tabasco), Layda Sansores (Campeche), Salomón Jara (Oaxaca) y Rutilio Escandón de Chiapas.
De acuerdo con lo que reveló el gobernador Jara, el presidente López Obrador prepara una propuesta regional para atender la crisis migratoria, por lo que se reunirá con cancilleres de los 10 países con mayor éxodo de migrantes. “Esto será en unos 15 días con los cancilleres de países como Guatemala, Honduras, Venezuela, Haití y Cuba, entre otros”, para después presentar la propuesta al presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Porque la crisis migratoria no es exclusiva del sureste. Una situación semejante se observa en Querétaro, Monterrey y en las ciudades del norte del país, principalmente en Ciudad Juárez, donde la cifra de migrantes varados se sextuplicó en los últimos tres meses hasta alcanzar 8 mil personas. Y se manifiesta en toda su crudeza en la frontera entre México y Estados Unidos.
La frontera entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas, informó el jefe de la Patrulla Fronteriza en El Paso, Anthony Scott Good, se ha convertido en el mayor paso irregular de migrantes, con más de 265 mil detenciones, un aumento de 134 por ciento respecto al año pasado.RDM