Reconstruir el Tejido Social
Enriqueta Burelo/ultimátum
El concepto de tejido social, tiene su origen en la medicina, disciplina, que define el tejido como un conjunto de células y estas son la unidad funcional de los seres humanos, a tejido se le agrega el adjetivo de social y en este sentido las células se refieren a las personas y el tejido son las relaciones que establecen entre sí.
De acuerdo con Genner Augusto Peniche Castro, Director del Área de Estrategias Comunitarias de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), si el tejido social tiene elementos que nos hacen ver que hay una cohesión, un tema de identidad, arraigo, organización política o comunitaria ciudadana, entonces habrá mejores condiciones para un tema de paz, “pero si en el tejido social hay desarraigo, vacíos institucionales, falta de organización o participación, las consecuencias son con- diciones para que se incube la violencia”. La descomposición social que hoy atestiguamos emana tanto del conflicto político-militar irresuelto, de la ausencia de mecanismos institucionales efectivos para la solución de conflictos sociales, además de la existencia de un mercado ilícito de armas, la impunidad histórica y el fomento directo de estas dinámicas de la violencia por parte de autoridades tanto locales como estatales.
La violencia en estos territorios es sumamente dramática, ya que ha tocado las estructuras comunitarias provocando fracturas profundas y permanentes, esto a causa de los mecanismos del terror que van creciendo, por lo que es urgente desactivar las violencias y reconstruir el tejido social con la participación de la población que resiste estas acciones criminales. Chiapas tiene una gran historia de organización campesina, asambleas y protestas. Un movimiento asociativo fuerte que, para el experto, ayuda a explicar las resistencias que habían existido a la incursión del crimen organizado en la región: “Posiblemente, tiene mucho que ver que los carteles no habían sabido entrar por la fuerte reticencia y la sociedad articulada, y ahora han podido a través del control social”, señala una nota del periódico El País.
Hoy una de las razones que ha permitido que el crimen organizado penetre en las comunidades es la destrucción de la trama y la urdimbre en que se sustenta una comunidad, y a ello ha contribuido a que lideres han sido obligados a cambiar de partido, con la molestia de la población, durante décadas por citar dos ejemplos Chamula y Oxchuc fueron priistas, y vemos las consecuencias de obligar a cambiar de color no solo a una persona sino a la población entera con funestas consecuencias.
Por otra parte, se han dado otros factores, en esta ruptura, la migración, la presencia de otras religiones que motivó la expulsión de comunidades enteras que fueron habitar a La Hormiga y la periferia de San Cristóbal, otros desplazados por motivos políticos, y actualmente el crimen organizado, esa capacidad de crear vínculos entre los integrantes de una comunidad, se fracturó con graves consecuencias, lo que condujo a que se perdiera la identidad de grupo y la capacidad de tomar acuerdos.
No hay una respuesta fácil a un conflicto con mil aristas. Por ejemplo: la intervención militar que solicita en su carta pública la comunidad Lacandona es una medida que muchas otras zonas del estado rechazan. A menudo, dicen las voces críticas, la presencia de los soldados es parte del problema, no de la solución.
Acciones como el incremento de fuerzas del orden, opinan, no abonan a la construcción de paz, necesitamos un programa de restauración del tejido social que rehabilite esos elementos sociales que nos dan cohesión, que brindan fortaleza institucional, coincido con ellos, pero, desafortunadamente, también, se necesita la presencia de la Guardia Nacional, ante una violencia insostenible. En experiencias analizadas en otros países, se reconoce que las acciones para reconstruir el tejido social, se sostienen por las relaciones establecidas con las bases, las comunidades y no por orientaciones o directrices de las elites políticas.
En Colombia se construyó una Alianza de Reconstrucción del Tejido social en donde se tomó en cuenta no solo el tema de seguridad, sino también, la educación de calidad, un modelo ecosistémico de mejoramiento rural, emprendimiento, transformación social y un eje transversal de fortalecimiento institucional—,para el fortalecimiento de capacidades políticas, ciudadanías activas, competencias productivas, capacidades para la construcción de paz, alfabetización mediática y generación de soluciones sustentables que contribuyan a la reconstrucción del tejido social , que bien pueden ser puestas en marcha en nuestro país. enriquetaburelomelgar@gmail.com