SOCIEDADHORIZONTAL
Muchos retos, pocos avances
Armando Ríos Piter/Excélsior/Ultimátum
La semana pasada sirvió como potente vitrina para mostrar los grandes desafíos que conlleva, una compleja relación como la que viven día con día los Estados Unidos y México. En distintos episodios, el comercio, la migración y los relacionados con la seguridad, dejaron de manifiesto, la trascendencia de los retos que enfrentan ambas naciones, al mismo tiempo que se manifestó la miopía que prevalece en las perspectivas para aprovechar las amplias oportunidades que existen para un futuro compartido en el hemisferio:
Comercio. Prevalecen conflictos comerciales y de inversiones, en temas energéticos, agrícolas y de telecomunicaciones, que evidencian graves contradicciones. Tan solo en el tema de maíz, mientras que México batió récord en sus importaciones de maíz en la temporada de 2022-2023, con la adquisición de 18 millones de toneladas al vecino del norte -modificado genéticamente prácticamente en su totalidad- la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, prevé que la decisión final en el panel de resolución de controversias sobre el maíz genéticamente modificado se alcance en marzo de 2024. Por otro lado, aún cuando México ha ocupado recientemente el primer lugar como socio comercial de E.U., la decisión del Gobernador Greg Abbott de hacer exhaustiva la revisión de las importaciones, ha impedido el cruce de mercancías valuadas en alrededor de 1,500 millones de dólares. La Cámara Nacional del Autotransporte de Carga denunció que se encuentran detenidos 15 mil camiones de exportación en la frontera con Texas.
Migración. La ola se ha intensificado con alrededor de 260 mil personas que en septiembre cruzaron ilegalmente. Mientras que miles de migrantes de las mas diversas nacionalidades -desde africanos, asiáticos, hasta centroamericanos, caribeños y sudamericanos- circulan por el territorio mexicano y se aglomeran tanto en ciudades fronterizas como del interior del país, Joe Biden ha ordenado la construcción de muro fronterizo con México en el sur de Texas. La resolución presidencial, contenida en un documento que el Departamento de Seguridad Nacional publicó en el Registro Federal, considera 10 puntos donde se han detectado recientemente más cruces de migrantes indocumentados. Queda claro que ya no solo se trata de migrantes nacionales. México se ha convertido en un preocupante punto de entrada internacional que empieza a detonar una problemática multifactorial preocupante. Tan solo durante esta administración las alarmas del sistema financiero de posible lavado de dinero relacionado con el tráfico de migrantes ha crecido más de 900%.
Fentanilo. En tanto que las muertes por sobredosis en Estados Unidos superarán las 110 mil -posiblemente 70 mil de ellas por fentanilo- en nuestro territorio los cárteles de la droga en México pelean por un sinnúmero de puntos estratégicos al interior del país: en Chiapas por la frontera sur con Guatemala, en Zacatecas por las principales rutas que van hacia los principales destinos fronterizos de Estados Unidos, en Colima por la entrada y salida de productos desde el Puerto de Manzanillo, por solo mencionar algunos. La perspectiva bilateral se ha quedado en una estéril discusión sobre si los cárteles mexicanos producen y trafican fentanilo. La miopía por parte de algunos de aquél lado, se esmera en provocar el envío de tropas para “acabar con los narcotraficantes”. De este lado, las autoridades mexicanas se han estancado en la defensa absurda de que “en nuestro país no se procesa dicha droga sintética”.
En este complejo escenario, los acuerdos que se publicaron respecto a la reciente reunión bilateral de alto nivel, parecería que son más un catálogo de buenas intenciones. Más allá de la inversión de 15 mil millones de pesos, por parte de México, para modernización fronteriza y el consenso para realizar en nuestro país, una cumbre con 11 países expulsores de migrantes, los resultados son muy pobres frente al tamaño de los desafíos.
Los datos duros muestran que la problemática evoluciona de una manera creciente y dinámica. Los múltiples retos que se enfrentan, habrán de agravarse en un escenario en el que converjen los procesos de elección presidencial de México (junio 2024) y de Estados Unidos (noviembre 2024). El ruido mediático que ello generará será muy potente y perturbante para todos. Por ello, la #SociedadHorizontal tiene frente a sí, la enorme oportunidad de empujar un nuevo diálogo que propicie acuerdos por una mayor integración entre ambas naciones. Solo con ello será posible encontrar respuestas diferentes, innovadoras y corresponsables, frente a las ya insuficientes que presenta la anquilosada diplomacia tradicional.
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