La inteligencia artificial y el fin del mundo como lo conocemos
Amado Ríos Valdez/Ultimátum
La Inteligencia Artificial (IA) ha emergido como una fuerza transformadora en la sociedad moderna, redefiniendo paradigmas en sectores que van desde la atención médica hasta la industria manufacturera. La Inteligencia Artificial está llevando a la humanidad a nuevas fronteras de innovación y eficiencia, transformando industrias, educación y la naturaleza misma del trabajo. Sin embargo, estas ventajas vienen acompañadas de desafíos significativos que van desde la pérdida de empleos hasta problemas éticos complejos. Abordar estos desafíos requerirá una colaboración global entre gobiernos, empresas y la sociedad en su conjunto. La IA tiene el potencial de mejorar nuestras vidas de formas inimaginables, pero solo a través de una implementación responsable y reflexiva podemos garantizar que este impacto sea verdaderamente positivo para la humanidad y el mundo que compartimos.
¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL?
La IA es, dicho de forma muy sencilla, que las máquinas hagan lo que hacemos los humanos, pero con esteroides. Desde trabajos manuales repetitivos hasta procesamiento de datos complejos, pero sumando millones y millones de procesadores que lo hacen todo más preciso y más rápido.
La IA es la capacidad de un sistema para realizar tareas que normalmente se consideran propias de la inteligencia humana, como el aprendizaje, la resolución de problemas y la toma de decisiones. La IA se basa en una serie de técnicas y algoritmos que permiten a los sistemas aprender de los datos y mejorar su rendimiento con el tiempo.
¿EN QUÉ ÁREAS SE ESTÁ DESARROLLANDO MÁS LA IA?
Prácticamente en todas, desde la producción de alimentos, la educación, la investigación científica, la medicina, la arquitectura, la ingeniería, la fabricación de cualquier producto hasta la producción artística. Todos los sectores económicos están teniendo un impacto y lo van a tener con mayor intensidad en los próximos años.
Se pensaba que solo podía desarrollarse la IA en las tareas repetitivas, sin embargo, en los últimos años hemos visto cómo se han creado programas, aplicaciones y algoritmos que “crean” música, pinturas, fotografías, esculturas y hasta guiones de televisión y actuación.
La reciente huelga de guionistas y actores en Hollywood se realizó porque los guionistas y actores se quejaron porque ya están siendo desplazados por las creaciones de IA. Los guiones directamente los escribían con mayor rapidez y con mucha creatividad las computadoras alimentadas con lenguajes de IA. Los actores sólo eran filmados una sola vez y, contando con su voz, su cara y gestos y los movimientos de sus cuerpos, podrían “actuar” los avatares creados por IA como si fueran los actores de carne y hueso. No sé en qué terminó esa huelga, pero parece que es un fenómeno que vamos a ver cada vez más seguido en los próximos meses y años.
Otro ejemplo de tareas que pronto van a desarrollar las IA es el diagnóstico médico, más preciso, más barato y el más actualizado posible. Piense usted en lo que puede conocer y aprender el mejor médico del mundo. Este médico tuvo que leer mucho y entrevistar a muchos pacientes y con base en su experiencia de años ha podido relacionar de manera más o menos precisa un diagnóstico y recetar medicamentos para la afección encontrada. Sin embargo, la IA es capaz de reunir la información, experiencia y conocimientos de millones de médicos en todo el mundo y procesar datos en segundos para poder correlacionar: tu historial médico, tus análisis de laboratorio, los síntomas que puedes llenar en un cuestionario o simplemente poniendo una gota de sangre, una muestra de orina en una máquina y obtener con una precisión abrumadora un diagnóstico y para esa enfermedad recetar los fármacos más adecuados posibles. De hecho, ya hay un programa de Google llamado AI Health que realiza esta función y se ha probado recientemente su eficiencia encontrándose que llegó a un 90% de eficiencia y certidumbre en el diagnóstico de enfermedades. Está todavía en fase de pruebas, pero seguramente ya la podremos utilizar todas las personas en el 2024.
LA REBELIÓN DE LA HUMANIDAD CONTRA LAS MÁQUINAS
Una de las consecuencias inequívocas del avance incontenible de la IA será la pérdida de millones de empleos.
Tal vez veremos movimientos como el ludismo con mayor frecuencia en los próximos años. El ludismo fue un movimiento de protesta de los trabajadores ingleses, entre los años 1811 y 1816, que se oponían a la introducción de máquinas en las fábricas. Los luditas creían que las máquinas estaban robando sus puestos de trabajo y estaban reduciendo sus salarios.
No tendrían poca razón. De acuerdo con un informe publicado durante la reunión del Foro Económico Mundial en 2020 denominado “El futuro del empleo 2020: El impacto de las tecnologías emergentes en los empleos y las habilidades”, el 85% de los trabajos serán afectados por la IA en algún grado para 2025. Esto significa que los trabajos serán automatizados, modificados o transformados por la IA. Las tareas que son rutinarias, repetitivas o que requieren un procesamiento de datos significativo son las más susceptibles a la automatización.
¿QUÉ IMPACTOS TENDRÁ LA IA EN LA HUMANIDAD?
El rápido avance de la IA plantea cuestiones éticas complejas. ¿Cómo se deben regular las decisiones autónomas de las máquinas? ¿Qué impacto tendrá la pérdida de empleos tradicionales en la economía global? La necesidad de desarrollar políticas y regulaciones sólidas se ha convertido en un tema crítico de discusión. Además, la IA también ha planteado preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos, lo que requiere un enfoque cauteloso en su implementación.
Por un lado, la IA puede contribuir al bienestar humano, al desarrollo sostenible, a la innovación y a la competitividad. La IA puede mejorar la calidad de vida de las personas, facilitar el acceso a la educación, la salud, la cultura y los servicios públicos, potenciar la creatividad y la diversidad, y resolver problemas globales como el cambio climático, la pobreza o las enfermedades. La IA también puede impulsar el crecimiento económico, la productividad y la eficiencia, creando nuevas oportunidades de empleo, de negocio y de inversión.
Por otro lado, la IA también plantea importantes desafíos y riesgos para la humanidad, el mercado laboral mundial y el futuro de la humanidad. La IA puede afectar negativamente a los derechos humanos, la democracia, la seguridad, la privacidad, la ética y la justicia. La IA puede generar desigualdades sociales, económicas y digitales, discriminación, polarización, exclusión y explotación. La IA también puede provocar una pérdida masiva de empleos, una precarización laboral, una brecha de competencias y una dependencia tecnológica.
La IA tiene un impacto profundo y ambivalente en la humanidad, el mercado laboral mundial y el futuro de la humanidad. Es necesario un enfoque multidisciplinar, participativo y responsable para aprovechar las oportunidades y mitigar los riesgos de la IA. Se requiere de una regulación adecuada, una educación continua, una cooperación internacional y una conciencia social para garantizar que la IA sea ética, inclusiva y beneficiosa para todos.
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