Movimiento Ciudadano, MC, no ha ofrecido indicio alguno como para que en el Frente Amplio por México, FAM, puedan suponer la posibilidad de que se establezca algún tipo de alianza para el 2024.
Más bien ha sido en el Frente desde donde han lanzado todo tipo de iniciativas para ver si de alguna manera pueden contar con un partido que, si bien no alcanzó a tener del todo presencia nacional, sí puede ser un factor en las elecciones.
En MC se insiste en que si no han definido todavía su candidatura a la Presidencia se debe a un respeto a los tiempos que marca la ley. Puede ser cierto o no, pero el hecho les ha permitido tener una capacidad de maniobra y también conocer cómo se van dando las cosas y también tener en la mira cualquier irregularidad legal de las otras fuerzas políticas que pudiera ser en su momento denunciada.
También han reiterado que por ningún motivo quieren tener nada que ver con las fuerzas políticas que componen el Frente. No solamente les toman distancia, sino que han sido particularmente críticos con el PAN y el PRI por lo que significan a lo largo de la historia. Están bajo la idea, digno de considerar, de que estos partidos representan formas políticas que por ningún motivo se deben repetir.
Con Morena no son del todo críticos. A veces parece que el Presidente tiene a MC en su radar. La dinámica de la política no permite apreciar con claridad si verdaderamente existe una visión crítica del actual gobierno desde MC o si más bien existen acuerdos que tarde que temprano terminen siendo parte fundamental del proceso electoral.
El interesado apoyo del Presidente al gobernador Samuel García, el mismo que dijo rasgándose las vestiduras que nunca dejaría el cargo para postularse a la Presidencia como lo hizo su antecesor, como ahora él lo está haciendo, provocó que se pensara en acuerdos a pesar de que el presidente de MC lo haya negado.
El Presidente en su papel de gran elector había tratado de hacer algo similar en el FAM, aunque en este caso al principio le falló porque colocó a Santiago Creel como suspirante. Como fuere, después acabó voluntaria o involuntariamente colocando a Xóchitl Gálvez cerrándole las puertas de Palacio Nacional.
En el Frente no han dejado de insistir en una alianza con MC. Sin embargo, va quedando claro que se ve muy remoto cualquier tipo de acuerdo, porque en el partido naranja están pensando que el proceso por venir sea la catapulta para el 2030. Se ve lejos, pero tiene la lógica del desgaste de las fuerzas políticas de lo cual difícilmente Morena estará exento.
En el camino MC tendrá que resolver varios problemas. Parece ser que la distancia entre el gobernador de Jalisco y el presidente del partido está zanjada. Este hecho coloca, sobre todo, capacidad de maniobra en un estado que tiene por ahora bajo su control político MC; la siguiente parada es encontrar en consenso quién sea la o el candidato a la gubernatura.
En el camino quizá también se den algunas alianzas con el propio Frente. No se ve que esto pase con las candidaturas a las nueve gubernaturas y claramente está definido que tampoco con la Presidencia.
Dante Delgado definió lo que quieren para la Presidencia. Al suspirante gobernador sumó a Marcelo Ebrard; si algo está claro es que no está claro qué va a decidir el excanciller. No lo vemos fuera de Morena, más bien pareciera que está esperando una buena explicación y que lo apapachen.
MC está apostando a sus propias fuerzas. Sin ser mucho lo que tiene por ahora puede ser una organización de futuro y más si conserva a la ciudadanía como su esencia sin dejar de ser para el 2024 objeto de deseo.