Brugada y AMLO
Alejandro Moguel/Ultimátum
Clara Brugada es la favorita del presidente Andrés Manuel López Obrador para que sea la candidata de Morena y luego jefa de gobierno de la Ciudad de México, en las elecciones del 2024.
Hay un antecedente anecdótico que se remonta a 2009 de cuyo desenlace nació el nombre de “Las Juanitas”. Un nombre que se empezó a dar a todas aquellas mujeres que aceptaran ir como candidatas a un puesto de elección popular, pero con la condición de que una vez hubiesen triunfado, renunciaran, se hicieran a un lado y le dejaran sus puestos a un hombre.
Cuando era presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en 2009, Andrés Manuel López Obrador impuso a Clara Brugada como jefa delegacional de Iztapalapa, pero con una triquiñuela.
En ese año, Clara Brugada participó en las elecciones internas del PRD por la candidatura de Iztapalapa contra su oponente, Silvia Oliva Fragoso, donde ganó con una diferencia de votos significativa.
Sin embargo, su oponente impugnó el proceso ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el cual anuló la designación de Clara Brugada como candidata a la entonces jefatura delegacional. Pese a ello, su nombre ya estaba impreso en las boletas electorales y no pudo retirarse.
En estos tiempos, Andrés Manuel López Obrador conoció a Rafael Acosta Ángeles, alias Juanito, quien militaba en el Partido del Trabajo. El actual mandatario nacional dio su apoyo a Juanito bajo la promesa de que, en caso de ganar las elecciones en Iztapalapa, declinara a favor de Clara Brugada.
Luego de unos pocos días de campaña, Juanito ganó la elección como jefe delegacional de Iztapalapa y, ya en el cargo, nombró a Clara Brugada como directora Jurídica y de Gobierno. Sin embargo, en distintas conferencias de prensa, Acosta Ángeles dio a entender que no cumpliría su promesa de declinar el cargo a favor de Clara.
Tiempo después, Juanito se reunió con Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, y solicitó una licencia para separarse del cargo por motivos de salud.
Hubo un estire y afloje entre Rafael Acosta y López Obrador porque aquel se negaba a cumplir un juramento público de que renunciaría después de haber ganado la elección, y por eso fue hasta el 10 de diciembre de 2009 cuando Juanito propuso a Clara Brugada como su reemplazo ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, lo que la llevó a convertirse en alcaldesa de Iztapalapa.
A partir de ese caso, los partidos políticos empezaron a utilizar esa trampa: con el propósito de cumplir con una cuota de género que en aquel tiempo estaba todavía en ciernes, colocaban a mujeres que sirvieran como un trampolín para que hombres pudieran acceder a un cargo público.
Así que Clara es la preferida de AMLO desde aquellas épocas y hoy el tabasqueño tiene sus ojos, sus esfuerzos y su energía puestos en dirección a que ella sea la jefa de gobierno de la Ciudad de México en 2024.
Para que eso suceda, los morenistas y los enviados de Palacio Nacional pretenden convencer a Omar García Harfuch, puntero en las encuestas, a que decline en favor de ella, porque él no es del agrado del presidente por haber formado parte del equipo de funcionarios del área de Seguridad Pública en tiempos de Genaro García Luna y en las investigaciones de la desaparición de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. Si va Clara a CDMX, eso desfavorecería a aspirantes mujeres de otros estados.
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