Cierran el círculo
Alejandro Moguel/Ultimátum
No podría ser de otra forma. Las cúpulas de Morena, a nivel nacional y a nivel estatal, tenían que demostrar unidad. Tuvieron que hacer previamente una labor de convencimiento, con todo lo que eso signifique, para que la senadora Sasil de León Villard dejara su enojo a un lado, echara mano de la civilidad política y aceptara aparecer al lado del ganador del proceso interno de Morena, Eduardo Ramírez Aguilar, y de esa manera ella se sumara al pacto de unidad que ya había firmado antes de que, el pasado 11 de noviembre, se conocieran los resultados de las famosas encuestas.
Eso tenía que suceder y sucedió en el primer acto público en Chiapas de la doctora Claudia Sheinbaum, como precandidata única de Morena a la presidencia de México. Los morenistas no podían darse el lujo de mostrarse divididos en una estrategia nacional del presidente, Andrés Manuel López Obrador de demostrar, ante los suyos y ante la oposición, de que prevaleció la unidad en los procesos de selección de la candidata a la presidencia y los candidatos a las nueve gubernaturas que se disputarán en 2024.
Muestra de ello es que el ex canciller Marcelo Ebrard tuvo que bajar la guardia, tomarse una pócima humildad, aceptar el premio de consolación que ya desde antes le habían ofrecido y permanecer en Morena y hacerse a la graciosa idea –un sueño guajiro- de que en el 2030 él será el candidato a la presidencia.
Otra señal de que el mandatario nacional está empecinado a demostrar que todos los suyos salieron victoriosamente compactados en los procesos mencionados, es que ayer mismo se anunció que Ricardo Monreal Ávila se reincorporará al Senado. Faltaba Chiapas. La patria chica. La aldea que andaba con ganas de rechinar. El tema quedó planchado ayer jueves.
La foto de Sasil en el templete de Palenque, estar al lado de Eduardo y haberse dejado apapachar por él en ese mismo acto, ha desactivado todos los intentos de ella de querer impugnar el proceso interno ante la Comisión de Honor y Justicia del propio Morena, y mucho menos lo hará ante las autoridades electorales, lo cual debía ocurrir hasta enero próximo, cuando hubiese iniciado el proceso electoral estatal. No. Ya no lo hará. Ayer aceptó en forma tácita que Eduardo ganó el proceso
interno, que él es ahora el Coordinador Estatal de los Comités de Defensa de la Transformación en Chiapas y que él será el candidato a la gubernatura de Chiapas en 2024.
Por Chiapas, estuvieron en el templete de Palenque quienes debían estar: Valeria Santiago Barriengos, dirigente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), quien está bajo el yugo de Manuel Velasco Coello; Abundio Peregrino, dirigente del Partido del Trabajo (PT), ambos aliados de Morena; el dirigente estatal del partido guinda, Carlos Molina, y la senadora Sasil de León, sentada al lado de Eduardo Ramírez Aguilar. Por parte de la comitiva nacional; Gerardo Fernández Noroña, vocero de la precandidata; y el dirigente nacional del partido guinda, Mario Delgado Carrillo.
Todo parece indicar que el círculo de la unidad está cerrado en Chiapas. Lo que sigue ahora es ponerse a trabajar, respetando las reglas electorales vigentes, todos por una misma causa: llevar a la presidencia a Claudia Sheinbaum y, en su momento, llevar a la gubernatura a Eduardo Ramírez Aguilar.
alexmoguels@hotmail.com