¿Seguirá el despilfarro?
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
Todos sabemos que los procesos electorales de 2024 fueron adelantados desde el palacio nacional, prácticamente a partir del inicio del sexenio. Andrés Manuel López Obrador no ha parado de hacer campaña desde hace más de 20 años, primero para llegar a la Presidencia de la República en 2018, y ahora para sostener los privilegios del poder desde La Silla del Águila.
Los que perdieron privilegios en la elección de 2018 fueron los partidos, no así sus actores que se cambiaron inmediatamente la camiseta y se regeneraron la piel, de acuerdo a su conveniencia, para vestirse de guinda.
Hoy, quienes visten la emblemática chaqueta vino tinto, también usaron la roja, la verde, la amarilla, la naranja y la azul, entre otras. No estamos hablando de la bandera del orgullo gay, por supuesto que no, nos referimos a la cantidad de colores de los cuales se han pintado los que estuvieron, están y seguramente continuarán en los cargos públicos.
No hacen falta, en este momento, los oportunistas que se conducen con aquella máxima del Tlacuache: “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, pues quienes no habían probado las mieles del imperio de la corrupción que caracteriza al gobierno mexicano, ahora no quieren perder el carnudo hueso y menos aquellos que han vivido durante décadas del presupuesto público.
Actualmente, periodistas, amas de casa, obreros, empleados de gobierno, boleros (lustradores de calzado) en los parques, jóvenes, adultos, ancianos, chairos, fifís, y cualquier sector de la sociedad habla de Morena, porque es el único partido que ha realizado campaña, al margen de la ley, y no hay quien le diga nada.
Las autoridades del INE y el IEPC brillan por su ausencia. No han sido capaces de aplicar una sola sanción en lo federal, ni en lo local. Es como si de verdad ya no existieran estas instituciones ciudadanizadas que, a través de los años, se fueron perfeccionando para defender los derechos ciudadanos.
Cada Día, estos organismos son más espirituales, por aquello de que se sabe que ahí están, pero no se ven para nada en cuanto a mantener a raya a los que transgreden la ley en la materia un día y otro también.
Pareciera, definitivamente, que existe una anarquía electoral peor que la de antes. Hubo un despilfarro total de dinero en las asambleas informativas, ahora en las precampañas, y no se sabe de dónde proviene la lana.
En el régimen de Andrés Manuel López Obrador, que pretende ampliarse con Claudia Sheinbaum en el palacio nacional, piensan que el pueblo es tonto. Ahora resulta que en Morena tienen a una candidata única a la Presidencia de la República y anda haciendo campaña por todo México.
¿Para qué tendría que hacer precampaña Claudia Sheinbaum si no está compitiendo con nadie dentro de su partido?
Más de uno se pregunta ¿de qué tamaño será el despilfarro en las precampañas y campañas oficiales para la futura elección? Porque todos los aspirantes de Morena a la Presidencia de la República, al gobierno de nueve estados y los miles que se han inscrito a las alcaldías y a las diputaciones locales, federales y Senado de la República, vaya que han derramado dinero.
En Chiapas la precampaña a la gubernatura se llevará a cabo del 22 de enero al 10 de febrero de 2024. Posteriormente, la campaña tendrá lugar del 31 de marzo al 29 de mayo de ese mismo año.
Las precampañas para diputados locales y alcaldes serán del 1 al 10 de febrero de 2024, y ya veremos qué tan austeras van a ser por parte de los abanderados del partido oficial. Ojalá y no sean tan templadas como las de Pepe Cruz.
SASSÓN
Mantener la unidad hacia el interior de Morena con la enorme cantidad de aspirantes a las presidencias municipales y diputaciones locales es un verdadero desafío. Lo peor de todo es que en algunas entidades se inscribieron los hijos de los corruptos de ayer, vestidos de color guinda, y muy probablemente le van a ganar a los que han picado piedra durante años.
Sasso89@hotmail.com