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DEMOCRACIA VIRTUAL

28 de noviembre de 2023
en DEMOCRACIA VIRTUAL, Opiniones
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Riqueza cultural

Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum

Los que saben comen­tan que sin educa­ción de calidad no hay desarrollo ni futuro. Cualquier cosa pue­de hacerse para generar ri­queza, pero mientras el go­bierno no invierta en espacios que posibiliten la relación educación-arte-cultura, los habitantes de nuestro país carecerán de ese elemento tan necesario para cambiar su mentalidad y dejar de ser pobres.

El tema tiene que ver con la enorme diferencia que existe entre lo que hace, por ejemplo, Nayib Bukele en El Salvador y lo que no hace Andrés Manuel López Obrador en México: el pri­mero gobierna a favor de su pueblo, mientras el segundo es puro bla, bla, bla desde un púlpito mañanero rodeado de un círculo de cortesanos que aplauden, como focas, todas sus ficciones.

Hace una semana, Bukele inauguró la reconstruida Bi­blioteca Nacional de El Sal­vador (BINAES) Francisco Gavidea, fundada el 5 de julio de 1870, hace 153 años.

Nada más de ver el edifi­cio en video es un verdadero espectáculo, no se imagina uno lo que se siente entrar a ese centro cultural de siete pisos, inteligente, con aten­ción al público las 24 horas del día, los siete días de la se­mana, durante los 365 días del año.

El costo fue de 54 millo­nes de dólares, pero no los pa­gó el gobierno salvadoreño, el proyecto de construcción de la nueva BINAES es parte de las obras donadas por la República Popular de China.

En 2019, Bukele viajó a China, se reunió con el pre­sidente Xi Jinping y, durante el encuentro, se anunció un plan de cooperación finan­ciera no reembolsable.

A mediados de noviem­bre, el presidente López Obrador se juntó con el mis­mo mandatario chino y ¿qué creen? Hablaron de todo, hasta de fentanilo, pero no se supo que de algún compro­miso financiero.

Ahí está la diferencia en­tre alguien que piensa en su pueblo para bien, tiene visión y aprovecha las oportunida­des, y otro que solo busca ma­nipular a los pobres para vivir del presupuesto público.

Pero supongamos que es­tuvo en chino sacarle un solo dólar a Xi Jinping para cons­truir una biblioteca de ese ca­libre o algún otro “brillante” proyecto presidencial en Mé­xico, ¿usted sabe cuánto se ha invertido en tres emblemáti­cas obras de la 4T que no han servido de mucho? Veamos.

El Tren Maya, que proba­blemente tenga éxito, aunque sea una de las construcciones más criminales para la eco­logía, tendrá una inversión superior a los 20 mil millones de dólares.

La refinería Olmeca, de Dos Bocas, Paraíso, Tabas­co, terminará costando alre­dedor de 17 mil millones de dólares.

El Aeropuerto Interna­cional Felipe Ángeles (AIFA) costó alrededor de 6 mil mi­llones de dólares y ni siquiera el presidente lo usa para via­jar en avión.

La suma de estas tres “magnas” construcciones de la 4T representa, por lo me­nos, 43 mil millones de dóla­res que bien pudieron ser in­vertidos en planes, proyectos que transformaran el estado mental de pobreza que tiene el pueblo mexicano. Lo de­más solo es satisfacción a una caprichosa egolatría.

Nos demuestra esto, entonces, que en el país la educación nunca ha sido valorada como un elemento fundamental para mejorar las condiciones de vida de to­da la población y la economía del país.

Cuando un presidente tiene capacidad para gober­nar y la visión para construir obras de verdadero beneficio para la cultura y la educación de un pueblo, las cosas son diferentes. Ni duda quepa, mis cinco fieles lectores.

Ahora bien, ya le había dicho que la BINAES cuenta con siete niveles, más de 360 mil ejemplares en español, inglés e incluso braille para quienes tienen discapacidad visual. Además, las instala­ciones tienen áreas de ro­bótica, realidad virtual y un auditorio con capacidad para 360 personas.

¿Por qué las instalaciones permanecerán abiertas las 24 horas del día? Porque las condiciones de seguridad en aquel país centroamericano lo permiten. Es seguro. Es­te es también otro tema en México.

Las bibliotecas son luga­res de encuentro, de comu­nicación y participación. Es el acceso libre y voluntario a la lectura, la investigación y la creatividad, pero no se puede asistir a enriquecer el inte­lecto si se corre el peligro de ser asaltado o, incluso, perder la vida en el trayecto. Bukele primero dio seguridad a su gente y luego invirtió en cul­tura. ¡Mis respetos!

De manera muy ágil va­mos a informar lo que tiene esa maravillosa biblioteca salvadoreña. Lo primero que encuentra el visitante es un recibidor en el que puede ad­mirarse el mural del Premio Nacional de Cultura 2012, Carlos Cañas (1924-2013) que fue rescatado del anti­guo edificio del Banco Hipo­tecario, en el que funcionó la BINAES hasta que fue demo­lido para dar paso al edificio donado por la República Po­pular de China.

Se puede visitar el Café Biblioteca, la sala de ventas de la Editorial El Salvador y una sala de consulta del Archivo General de la Nación. Tam­bién hay una Sala VIP.

En el segundo nivel está ubicada el área para la pobla­ción entre cero a siete años de edad, con una atmósfera idó­nea para la interacción entre hijos y padres de familia.

En el tercer nivel la po­blación entre ocho y 12 años tiene acceso a 26 mil libros en físico disponibles, de poesía, narrativa, cuento y drama­turgia.

La idea es que todo niño o niña que desee disfrutar de los juegos y la tecnología de­berá leer primero un libro.

Si decide subir al cuarto nivel, la juventud tiene a su disposición títulos actuales y atractivos que los invitan a seguir adentrándose en la lec­tura, con obras exitosas como Harry Potter, Star Wars, Ga­me of Thrones y Dragon Ball, además de mangas y cómics de Marvel y DC.

No hay quinto malo. En este nivel está la Colección General, acerbo patrimonial de todos los salvadoreños. Es­te incluye libros de narrativa, cuento, novela, poesía, arte, sagas, política, tradición oral latinoamericana, clásicos, ciencia ficción, superación, psicología, ciencias exactas, tecnología, biografías e his­toria, entre otros.

Para el sexto nivel la tecnología y la bibliografía digital están a la mano. Los títulos suman más de nueve millones de libros, revistas y documentos históricos, dis­ponibles gracias a diferentes bibliotecas internacionales disponibles en la web. Cuenta también con salas de realidad virtual, de prototipado, robó­tica y maquetado 3D, entre otras cosas.

En el séptimo nivel usted puede visibilizar el arte. Hay un mural de arte urbano de­dicado a la cultura nacional, trabajado por varios artistas salvadoreños. También se lo­caliza la galería de arte, en la que actualmente se expone parte de la obra del pintor Mi­guel Ángel Ramírez, muestra que el creador ha bautizado como “Inocencia”.

Sasso89@hotmail.com

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