La primera carrera panamericana
Alejandro Sánchez/Ultimátum
La primera carrera panamericana se efectúo del 5 al 11 de mayo de 1950, de Ciudad Juárez, Chihuahua, a Cd. Cuauhtémoc, Chiapas (esta última se creaba por decreto del Congreso Local con escasas casas y tejas de zinc en el lugar conocido como El Ocotal). Se inscribieron más de 200 pilotos. La carrera fue con motivo a la inauguración de la Carretera Internacional Panamericana en su tramo México, pero el asfalto sólo llegaba hasta Comitán, de ahí en adelante era terracería. Causó sensación la bella actriz y piloto inglesa Jacqueline Evans. Los tuxtlecos iban a las afueras de la ciudad rumbo a Berriozábal para ver pasar las veloces maquinas, otros subían a las faldas de los cerros para poder ver mejor. Las avanzadas de los equipos en días previos al evento hacían recorridos de prueba de los lugares por donde pasarían los vehículos. El piloto italiano Piero Taruffi llegó en primer lugar a la meta prefinal conduciendo su potente Alfa Romeo número 90, suceso que lo hacía ser uno de los pilotos a vencer, pero no se imaginaba la cuesta que le esperaba del cerro Huitepec. Se sirvió una cena de honor de parte del gobierno estatal en el hotel Bonampak. Por conducto del Lic. Rómulo Calzada presidente del Ateneo de Ciencias y Artes de Chiapas, se les declaró huéspedes distinguidos de Tuxtla Gutiérrez, mientras la marimba Poli de Tuxtla, aceleraba a fondo para que escucharan las notas de Las Chiapanecas, sin faltar las jóvenes del club Tispas y Doce, que lucieron sus mejores galas, pasos de baile y curvas, dejando sin frenos al mismo Taruffi. En Ciudad Cuauhtémoc todo era algarabía, más cuando entró el carro Chiapas con el número 34, un Lincoln conducido por Rogelio y Octavio Anza que pasó raudo y veloz.
Todos se olvidaron de los demás competidores corriendo a abrazar y levantar en hombros a los ídolos chiapanecos que entraron en el noveno sitio en orden de llegada, pero para la multitud era el primer lugar. En la general quedaron en el lugar 25. La tabla general quedó de la siguiente manera: Primer lugar: Herschell Mcgriff con el carro 52 un Odsmobile con 27 horas 34 minutos, 25 segundos; segundo lugar el carro 113 un Cadillac conducido por Tomás A. Deal con un tiempo de 27 35’41; tercer lugar el carro Nash número 49 conducido por Roy Fat Connor con 27 50’35; cuarto el carro 21 un Cadillac conducido por Al Rogers; quinto lugar el carro número 90 Alfa Romeo conducido por Benetto Felice; sexto lugar el carro número 12 un Oldsmobile de Troy Lynn Ruttman; en séptimo lugar el carro número 79 un Oldsmobile de Joe Littejonh; luego el número 46 de Luis Leal Solares; el 103 un Alfa Romero de Toruff Piere; después el carro número 38 un Lincoln de John Mantz. Cuando entrevistaron al primer lugar y al decirle que era ganador además de la cantidad de ciento cincuenta mil pesos, casi se cae de la impresión, pues no se esperaba la noticia. También para el último lugar hubo un premio de consolación consistente en dos mil pesos como recompensa al mérito deportivo. A los pocos días descalificaron al carro número 49 que ocupara el tercer lugar por cambiar de piloto en la etapa final Tuxtla-Ocotal y como resultado los pilotos que le seguían en la tabla subieron un peldaño cada uno de ellos. Así se escribió la historia.