Notas para una agenda ambiental 2024
(TERCERA Y ÚLTIMA PARTE)
Amado Ríos Valdez/Ultimátum
13. GARANTIZAR EL ACCESO AL AGUA POTABLE Y DRENAJE COMO DERECHO HUMANO UNIVERSAL
El acceso al agua potable y al drenaje sanitario es un derecho humano garantizado por nuestra Constitución, sin embargo, aún existen comunidades rurales y urbanas que no tienen estos servicios públicos esenciales. Para lograr un pleno derecho universal al agua debemos superar dos grandes retos: por una parte, las reservas de agua potable son finitas y muchas de ellas están contaminadas; y por otra parte existe una distribución desigual que privilegia a los sectores productivos y limita el acceso a las comunidades y colonias más pobres y alejadas. Sumado a estos grandes retos está el del consumo ineficiente e inequitativo. Es inhumano e insostenible que mientras existen colonias o fraccionamientos que riegan con agua potable extensos jardines y campos de golf, haya poblaciones enteras, colonias y comunidades, miles de personas que no tienen agua potable para sus necesidades más básicas.
El próximo gobierno deberá poner en el centro de las prioridades el acceso universal al agua y el drenaje sanitario y hacer los ajustes y las acciones necesarias para que ninguna persona carezca de este recurso básico. Al mismo tiempo es fundamental impulsar una campaña intensa de comunicación y de educación para que el uso del agua sea racional, equitativo, que privilegie el consumo humano y que garantice su uso responsable actual y de las generaciones futuras; además, se deben hacer los máximos esfuerzos en acciones y obras para combatir la contaminación del agua superficial y de los mantos freáticos. El gobierno debiera enfatizar en las obras y actividades que ayuden a recargar los mantos freáticos de las ciudades para disminuir y evitar la sobreexplotación de las fuentes de agua de comunidades y poblados alejados de las grandes urbes, así como para evitar la exportación de fuentes de agua contaminada a poblaciones fuera de las ciudades.
En las grandes ciudades, tomando en cuenta que la mayoría de los mexicanos y mexicanas vivimos en zonas urbanas, se privilegiará el agua potable para consumo humano y se impulsarán obras y actividades para tratar las aguas grises para su reúso en los parques y jardines, avenidas, camellones y áreas verdes urbanas en general. Se eliminará y prohibirá el uso de agua potable para riego de áreas verdes urbanas. En el campo se promoverán tecnologías y actividades que ayuden a eficientar el agua para riego, de manera que se minimice la pérdida de agua potable por evapotranspiración y se aprovechen lo mejor posible las dotaciones de agua para la producción agrícola.
14. EVALUACIÓN DEL IMPACTO AMBIENTAL MODERNO, CON APOYO EN LA CIENCIA Y QUE ELIMINE LA CORRUPCIÓN Y LA SIMULACIÓN
El modelo conceptual para las metodologías, procedimientos y trámites de las actividades y obras que se someten al procedimiento de evaluación del impacto ambiental parte de la década de los 80s del siglo pasado. Han pasado más de cuarenta años bajo la misma conceptualización y normatividad y tanto la ciencia como la propia experiencia de su aplicación en México han demostrado que se necesita un cambio sustancial, no de forma y superficial como se ha hecho en los últimos gobiernos, sino de fondo. Este cambio debe impulsarse para que el impacto ambiental deje de ser una simulación, un trámite burocrático inservible para todo efecto práctico y una fuente de injusticias, corrupción y malos manejos.
Se deben promover reformas legales, metodológicas y de procedimientos para hacer más sencillo, eficiente y moderno el cumplimiento del impacto ambiental. Es esencial eliminar toda posibilidad de discrecionalidad en la toma de decisiones sobre el impacto ambiental, donde hay discrecionalidad hay oportunidades para la corrupción y se le deben cerrar todas las posibilidades; promover la creación de comités científicos, técnicos y de ciudadanos que coadyuven con las autoridades y compartan la responsabilidad legal y científica de la toma de decisiones; impulsar la participación efectiva y vinculatoria de estados y municipios, así como una verdadera descentralización de funciones para desarrollar un verdadero federalismo, respetuoso de los poderes y de los saberes locales. A la par de lo anterior, propiciar la incorporación de los últimos avances científicos y tecnológicos para el impulso de normatividad específica, moderna y de fácil acceso para incentivar la autorregulación y eliminar la burocracia y al mismo tiempo para que las autoridades tomen las decisiones del impacto ambiental con el apoyo de la ciencia.
15. MINERÍA SUSTENTABLE Y RESPETUOSA DE LAS ÁREAS PROTEGIDAS Y LAS COMUNIDADES
La minería es indispensable hoy en día en nuestras sociedades. Todos los productos que usamos o consumimos tienen algo que ver con la actividad minera. No podemos prescindir de ella. Lo que se necesita es que sea una actividad con estrictas medidas y controles ambientales y sociales para que no tenga impactos negativos significativos o irreversibles al medio ambiente. Generar normatividad para que solo se pueda hacer minería sustentable y que no sea posible ningún tipo de minería dentro de las áreas naturales protegidas.
Se debe generar a su vez un gran acuerdo con empresas mineras, con la Cámara minera, pero también con la academia, la ciencia, las organizaciones civiles, los pueblos y comunidades indígenas para que se genere una política nacional de Minería Sustentable. Ese gran acuerdo, los foros y las políticas deberán promoverse desde el periodo de transición al próximo gobierno. Dentro de este mismo acuerdo debe incluirse el litio, ya que la mayoría del que existe en territorio mexicano sólo puede extraerse mediante la técnica de tajo abierto y este es devastador de grandes superficies y muy contaminante. Que el litio sea una actividad reservada a la federación no debe excluirlo, para que se legitime, de un gran acuerdo nacional por la minería sustentable. Deben incluirse además todos los minerales estratégicos para el desarrollo industrial y tecnológico de México.
COMENTARIOS FINALES
La política ambiental en los próximos años debe ser, sino es que ya lo está siendo a nivel mundial, un asunto de altísima prioridad en la elaboración de estrategias para el desarrollo del país, dada la acumulación incesante de daños a nuestro medio natural y nuestra riqueza natural y las abundantes señales de alerta por la crisis climática mundial.
La elaboración de una agenda ambiental nacional no debiera estar secuestrada por los funcionarios del próximo gobierno, sino que debiera generarse por medio de una gran foro nacional integral e incluyente de todas la voces y todas la visiones. Creo que son preferibles las estrategias consensuadas, aunque no sean las mejores, porque incorporan la visión de la mayoría y son más factibles de implementarse.
Lo planteado en estos tres artículos son solo algunos puntos de lo que debería contener la agenda ambiental para los próximos años y es indudable que deben enriquecerse y ampliarse. Los 15 puntos propuestos los escribí al vuelo y para la contribución de un libro. Espero que podamos abrir el debate para fortalecer, completar e impulsar los temas fundamentales para la agenda ambiental para el 2024 y años posteriores.
amado.rios@gmail.com