El dilema de Xóchitl
Alejandro Moguel/Ultimátum
El dilema es ahora cómo hacer crecer más a Xóchitl Gálvez. Su despegue fue formidable. El portazo que le dio en sus narices el presidente, Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional fue otro impulso que llevó a la ahora precandidata opositora a escalar en varios puntos su naciente popularidad, pero después se le ha visto apagada. Sus discursos son débiles e improvisados.
Se ha dedicado a criticar al gobierno de la 4T pero sin datos duros. A Xóchitl le falta estrategia y carece de un equipo de medios que esté alimentado a diario los contenidos de sus mensajes radiofónicos y televisivos que le corresponden por ley. Sí está llenando los espacios, pero con discursos huecos. En síntesis sus spots no prenden y pareciera que ya dio todo, cuando apenas andan en precampañas. Después vendrá un descanso y, para cuando lleguen las campañas oficiales, todo estará dicho. A menos que contrate a creadores de contenidos que sorprendan todos los días con algo innovador y llamativo.
No olvidemos que, en este caso los candidatos son un producto que debe venderse entre el electorado. La publicidad tiene una regla infalible: el mensaje del spot debe cautivar la atención del radioescucha o del televidente, éste debe asimilar el contenido del anuncio y debe tener la capacidad de mover al consumidor para que vaya y compre el producto (votar por el candidato, en este caso). Si se dan esas tres condiciones, la campaña publicitaria será considerada exitosa. De lo contrario, habrá sido una frustrada campaña de publicidad.
José Buendía en Número Cero de Excélsior hacía la siguiente reflexión:
“El desinflamiento de la campaña de Xóchitl Gálvez es causa y efecto de la ausencia de un proyecto sólido en la oposición. Su perfil no cuadra con la amalgama de trayectorias e imágenes de la coalición que infló su candidatura para frenar al “obradorismo” desde un bloque conservador que no se articula en una nueva identidad ni cuenta con nuevos liderazgos, como los radicales de derecha latinoamericanos.
“El “parón” de su carrera hacia la Presidencia no puede soslayarse ni con control de daños, aunque ella no ceja de esforzarse por relanzar su liderazgo y redefinir sus estrategias. De la decena de encuestas publicadas este mes, la que menos desventaja le da respecto a Claudia
Sheinbaum es mayor a 20 puntos y, en algunas, la distancia casi se duplica. ¿Qué pasa con una campaña que arrancó con euforia trepando en los sondeos y, semana tras semana, se diluye en el desorden político interno del frente opositor o el desfiguro ideológico de sus felicitaciones al triunfo de la nueva derecha de Milei?”
Por otro lado, es un secreto a voces que los partidos PAN, PRI y PRD no han podido articularse en torno a su candidata. Es más, pareciera que la dejan sola.
En hechos recientes, se ha observado que súbitamente apareció Xóchitl Gálvez y desvaneció a figuras conocidas: Santiago Creel, Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid y otros aspirantes.
Se le dio un título pomposo: coordinadora del Frente Amplio por México, después devenido en Fuerza y Corazón por México a fin de relacionarla con su empatía.
Xóchitl Gálvez no tiene una coordinación efectiva porque los partidos se manejan con autonomía y en uso de ella se han repartido las candidaturas a los demás cargos.
alexmoguels@hotmail.com