Tenía 23 años de servicio; el maestro Álvaro Cano Salinas, adscrito al plantel de Palenque, se enfermó, lo despidieron, no lo liquidaron y tampoco lo pensionaron.
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum TGZ
Aunque el derecho le asiste, el maestro Álvaro Cano Salinas aseguró que en el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) no le han hecho justicia, pues se enfermó, lo despidieron, no lo liquidaron, tampoco lo pensionaron y ahora sufre por la necesidad y la soledad en la que vive.
Entrevistado por los analistas político Javier Guízar y Alejandro Moguel, a través de la plataforma Ultimátum- Mx, Cano Salinas indicó que se desempeñó en varios cargos administrativos durante 13 años, hasta llegar a ser Subjefe Técnico Especialista en el Plantel 069 del Conalep en Palenque.
Sin embargo, su ingreso a la institución data desde 1994 y posteriormente fue cesado y nuevamente contratado.
En esta ocasión, reveló que el año pasado se fracturó el empeine de un pie, se fue a Mérida y resultó con un trastorno neurológico degenerativo de Charcot, lo cual le empezó a provocar problemas laborales.
En el mes de mayo hubo un cambio de director y desde ahí no se valoró su situación real y en el mes de junio le hicieron una cirugía.
Luego, el jurídico del Conalep, Jorge Amet Pérez Córdova, le pidió que firmará un convenio para darle su liquidación, pero, a partir de ahí, empezó un calvario en la institución que dirige Luis Humberto Limón González, ya que solo le han mentido, pero no le han cumplido nada.
Con el reconocimiento de solo 13 años de antigüedad, inicialmente le dijeron que lo iban a liquidar, pero al momento de hacer cuen- tas solamente le ofrecieron 271 mil pesos.
Posteriormente se trasladó a Tuxtla y al llegar a las oficinas de la institución educativa le redujeron la cantidad a tan solo 171 mil pesos.
Por la necesidad que le ocupa aceptó, pues le hacían falta los recursos para recuperar su salud, sin embargo, al momento en que preparaban una hoja única de servicio para hacer un trámite en el ISSTE, se le acercaron y le dijeron que firmara de recibido de una vez, con la idea de que no viajara tantas veces porque estaba enfermo.
Explicó que vive solo en Palenque y no hay nadie quien lo atienda. Tiene que trasladarse a Mérida porque allá cuenta con familiares que lo apoyan, debido a que no cuenta con recursos financieros, pues a partir de octubre del presente año no percibe ningún ingreso, ya que al firmar el convenio referido también rubricó su renuncia.
Dijo que sus ex jefes han actuado con maldad. “Mi situación no va buscando una demanda, porque yo no soy de esa forma de pensar, no se va a poder, no hay más, yo me retiro y ahí a ver qué eslo que acontece”.
Afirmó que el derecho le asiste, pero la justicia no se ha hecho porque, de acuerdo a sus consideraciones, suma entre 22 y 23 años de servicio a la institución, y al final de cuentas se va sin pensión, sin jubilación, sin nada, y mucho menos la liquidación.
“Si el señor sabía que no había recursos, para qué me prometió, porque me enviaron un oficio con fecha del 14 o 15 de este mes, en donde en respuesta a los recursos que he interpuesto para que me den una solución, él expresa que es respetuoso de los derechos del trabajador y que por falta de recursos económicos no me pueden dar la liquidación, pero va a ser el año que viene”, explicó.
Álvaro Cano Salinas
Recalcó que como ya se interpuso un recurso en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, y se hizo del conocimiento al gobierno del estado, por eso le hicieron llegar una respuesta, pe- ro si no se da cumplimiento en el primer trimestre del próximo año, irá a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y esperará al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, cuando llegue a Palenque, para exponerle su situación.
Indicó que él no ha actuado de mala fe, pero se le hace injusto que después de 23 años de servicio se vaya de esa forma.
Dijo que su mayor recompensa no sería lo económico, sino el haber aportado conocimiento a muchas generaciones y su capacidad a los cargos administrativos en los que se ha desempeñado.
