José Natarén – TERCERA PARTE (FINAL)
A continuación, presentamos la intervención del poeta en la primera emisión de Chiapas: Expediente Abierto (13 de enero de1994):
“Amigas y amigos de Radio Universidad, les habla Óscar Oliva y lo primero que quiero decirles es que yo nací en Chiapas. Y quiero decirles también que amo profundamente a Chiapas, creo que todos los escritores que hemos nacido en Chiapas, compartimos este amor, porque sin los ríos profundos, sin los caminos, sin los miles de ojos de las hojas de la selva, no pudiéramos haber escrito una sola palabra. Y sobre todo por sus hombres y mujeres. Y sobre todo por sus hombres y mujeres más lastimados como son los indios chiapanecos. Tengo aquí en la mesa de Radio Universidad, el mapa de Chiapas y es como si fuera la palma de mi mano, recordando un poco al gran escritor guatemalteco Luis Cardoza y Aragón.
Desde niño he caminado por los pueblos y las veredas de Chiapas, recuerdo, mis primeros recuerdos son cuando con un grupo de niños de 10, 12, 13 años de Tuxtla Gutiérrez, íbamos a los barrios Zoques de la capital del estado, y con estos otros niños, los niños zoques, bailábamos, danzábamos, hacíamos figuras en el polvo, hacíamos figuras en la Luna y volábamos con ellos. Nos encumbrábamos como papalotes, nos encumbrábamos como hojas al viento, y nosotros recibíamos toda la imaginación de los niños Zoques, nos enseñaban a hacer figuras de lodo, figuras de caña de maíz, figuras de cáscara de jogo, brincábamos, reíamos, y era un aprendizaje mutuo, y eso para mí, ha sido inolvidable.
De un poco más grande, de 14 o 15 años, mi abuelo, don Hermelindo Oliva, me llevaba en ancas de su caballo por esos caminos de Chiapas tan quebrados, tan humillados, tan llenos de azul y verde, veíamos, porque realmente lo veíamos, volar a “Gukumats”, a uno de los dioses del Popol Vuh, volar por los cielos de Chiapas en el verde y en el azul de estos cielos. Sigo viendo el mapa de Chiapas, con mi abuelo, en las ancas de su caballo, él con su cuerpo magnífico -y su rostro magnífico- me iba enseñando y me iba diciendo, allá hay una calandria, por acá pasó un venado, allá arriba de ese árbol se ven las huellas, los arañazos del puma, y luego me decía, si tú estás en silencio un momento podrás escuchar a los saraguatos, a los monos aulladores, luego llegábamos a San Cristóbal de las Casas, y llegábamos al mercado de los indios, de los altos de Chiapas, qué maravilla, cuánto color, cuánta inteligencia y cuanta imaginación en sus vestidos, cuánta alegría en la venta de sus frutas, pero también velamos el rostro amargo, doloroso, de la miseria, veíamos el rostro de los explotados y mi abuelo me decía, mira, más que rostros son cicatrices, más que ojos que miran a través de la angustia.
Llegábamos a pueblos como Oxchuc, Ocosingo, Altamirano, Chanal, Las Margaritas, Guadalupe Tepeyac, en las zonas que en este momento están en un conflicto bélico y en un conflicto donde los indios, la rebelión de los indios se ha manifestado de una manera brutal, porque de una manera brutal, también se ha manifestado desde hace cientos de años la cara de los opresores, la opresión a través de la violencia dada a los grupos indígenas chiapanecos. Ésta pues, es la palma de mi mano, la palma de la mano de Oscar Oliva, que tal vez pueda leer algunas de las líneas de la palma de la mano de Chiapas.
Esto es lo que queremos ofrecerles en este programa que se inicia hoy en Radio Universidad, Chiapas: expediente abierto. Este es un programa en vivo e invitamos a todos los que nos están escuchando, a los amigos y amigas de Radio Universidad, que también participen en este programa con sus comentarios, con sus reflexiones, con sus ideas, con sus análisis acerca de lo que está sucediendo en nuestro Chiapas querido. Éste es un programa de ustedes y nuestro que hacemos con toda la emoción y toda la preocupación que en estos momentos sentimos por los acontecimientos en Chiapas”.
A tres décadas de Chiapas: Expediente Abierto, Óscar Oliva continúa ejerciendo la responsabilidad de procurar caminos para la paz, la solidaridad, a través de la creación literaria y la formación de lectores y escritores; en medios electrónicos y de manera presencial, reiterando la visión transdisciplinaria para afrontar los retos de una sociedad globalizada en un mundo cada vez más convulso, dentro de la crisis civilizatoria, con la fuerza poética que alumbra su obra desde 1953 y que lo llevó a solidarizarse con los zapatistas a partir de 1994.