En casi seis años fueron incapaces de formular un contrapeso por la vía democrática.
✍?Emiliano Villatoro Alcázar
La oposición no tiene un perfil competitivo en Chiapas. Sin agenda política capaz de cautivar al electorado chiapaneco, han perdido la oportunidad de articular una plataforma que les permita generar una propuesta de gobierno pertinente en la actual coyuntura electoral. En casi seis años fueron incapaces de formular un contrapeso por la vía democrática. En la presente administración del Dr. Rutilio Escandón prefirieron subsistir en las sombras, empequeñecidos ante el galope de la Cuarta Transformación.
Acción Nacional es inexistente en el estado. En las elecciones municipales del 2021 no conquistaron ningún cargo de elección, llámese diputación local, federal o presidencia municipal. Ni siquiera en las principales ciudades obtuvieron la simpatía de la ciudadanía, recogiendo en San Cristóbal apenas 1,035 votos, en Tapachula 3,526 votos, en Comitán 609 votos y en Tuxtla Gutiérrez 11,534 votos. Las proyecciones sobre su futuro inmediato apuntan a que perderán el registro local como partido político, tal como ya ocurrió con el PRD, que se encuentra sin registro en la entidad, una situación que parece no cambiara en la actual coyuntura electoral.
Desde el 2018, ambos partidos viven una caída libre. Ese año, el PAN obtuvo apenas el 3.82% de la votación estatal, alcanzando una sola diputación plurinominal. Este mismo porcentaje apenas supo mantenerlo en las elecciones intermedias de 2021. Fue el partido con registro menos votado en Chiapas. Con estos datos se puede decir que la candidatura a la gubernatura de la Alianza va por México no tiene ninguna posibilidad de triunfo y que descarta por completo al PAN o PRD como columnas fuertes de apoyo.
En este fatal escenario, son las siglas del PRI las que deberán actuar para capturar el mayor número de votos. Sin embargo, esto se antoja difícil ante las fracturas que ha tenido a nivel nacional y local, el más significativo con la renuncia de su excandidato a la gubernatura en 2018, Roberto Albores Gleason y algunos presidentes municipales.
Lo que queda de las fuerzas leales al tricolor se atrincheran en los Altos, en municipios como Chamula, Zinacantán, Cancuc. En el pasado, estos municipios les han garantizado al Revolucionario Institucional más de 100 mil votos. Esta es una situación que ayuda a entender por qué el distrito V es el único que Morena perdió en los comicios federales de hace tres años. En esta región la tradición priista tiene arraigo y darán la pelea para continuar con el control de sus bases y sacar provecho de lo poco que les queda.
Sin definir una candidatura de oposición, la apuesta de la Alianza se fundará en alcanzar el registro de los partidos que la integran y tratar de obtener un escaño por primera minoría en el Senado con Willy Ochoa; sin embargo, el panorama no es alentador para ninguna de las fuerzas antagonistas al obradorismo y puede que el único partido que alcance su registro sea el PRI y no ganen el tan ansiado escaño en la cámara Alta.
emiliano.villatoro.alcazar@gmail.com
