Por su falta de arraigo y trabajo local puede sufrir un descalabro ante la presencia vigorosa de Willy Ochoa Gallegos que va con todo por el Frente.
✍🏽Amet Samayoa Arce
Las mujeres chiapanecas no están nada contentas con Valeria Santiago Barrientos, dirigente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en la entidad, ni con Karen Castrejón Trujillo, presidenta nacional de ese mismo instituto político, pues han atentado contra sus derechos humanos al intentar limitarles su participación para las alcaldías de Tuxtla Gutiérrez, Comitán, San Cristóbal, Tapachula y Ocosingo. El pasado fin de semana, las integrantes de la Red por la Paridad Efectiva (Repare) y de la Colectiva 50+1 en el estado, Alejandra Soriano y Enriqueta Burelo, denunciaron en la plataforma digital de nuestro diario Ultimátum los agravios que las dirigencias estatal y nacional de esa organización han protagonizado al impugnar la posibilidad de que las mujeres ocupen las candidaturas a las alcaldías de esas municipalidades. Dicen que “entre mujeres pueden despedazarse, pero nunca se harán daño”. Sin embargo, Karen Castrejón y Valeria Santiago sí les están haciendo daño no solo a las que habitan en esas cinco localidades, sino a todas las del estado y del país, porque sus propuestas retrógradas van en contra de la lucha que por muchos años han encabezado y que hasta con sangre han pagado muchas de ellas. Es inadmisible que dos mujeres al frente de un partido (PVEM), una en lo nacional y la otra en una entidad que se considera el baluarte de esa organización, hayan propuesto ante los órganos electorales que no permitan la inclusión de mujeres para competir por las candidaturas a esas alcaldías, porque seguramente quieren que sean hombres. ¿Dónde se habrá visto tal cosa? Atentan contra los logros de su propio género.
AGUDIZAN LA AGONÍA DEL PVEM
Vamos a suponer que, como dicen Alejandra Soriano y Enriqueta Burelo, no son ellas sino los autores intelectuales de tal despropósito son los desdichados hombres o demonios que se encuentran en el consejo político que quieren regresar al patriarcado que se niega a morir, entonces ellas debieron renunciar y exhibir a los culpables, pero no firmar el documento presentado ante las instancias electorales. El asunto está tomando cada vez mayor relevancia porque las activistas ya se dieron cuenta que, hasta dentro de un “cuerpo de mujer”, hay traición a su movimiento y no le van a perdonar al Partido Verde la afrenta de la que han sido objeto. Además, como es su tiempo y representan el 51 por ciento de la población, seguramente van a operar para que ninguna de ellas, ni sus esposos, ni sus hijos les den un voto en la elección del 2 de junio de 2024 al instituto político perjuro. Es decir, si ya de por sí el PVEM estaba en la agonía de perder su registro en los próximos comicios, con esa acción en Chiapas, donde se supone que todavía cuenta con algo de oxígeno, podría escribirse el epitafio del partido que alguna vez gobernó la entidad, gracias a la falta de capacidad de Valeria Santiago y Karen Castrejón para manejar los asuntos internos del tucán.
DE TAROT Y ADIVINANZA
¿Será cierto que Luis Armando Melgar Bravo se jacta de que tuvo que venir a Chiapas su amigo Jorge Emilio González (“El Niño Verde”) para amarrar su candidatura al Senado y atajar la propuesta local del diputado Jorge Luis Llaven Abarca? Así de gandalla, aunque como le dije ayer, por su falta de arraigo y trabajo local puede sufrir un descalabro ante la presencia vigorosa de Willy Ochoa Gallegos que va con todo por el Frente. Ya lo verán… Servidos.
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